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PARABOLAS CORTAS DE JESUS

1. El grano de mostaza: Mateo 13,31-32


El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tom un hombre y lo sembr en su
campo. Es ciertamente ms pequea que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las
hortalizas, y se hace rbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.
2. La parbola del fariseo y el cobrador de impuestos: Lucas 19:9-14
"A unos que a s mismos se consideraban justos y menospreciaban a los dems, Jess les dijo esta
parbola: "Dos hombres fueron al templo a orar: uno de ellos era fariseo, y el otro era cobrador de
impuestos. Puesto de pie, el fariseo oraba consigo mismo de esta manera: "Dios mo, te doy
gracias porque no soy como los dems, que son ladrones, injustos y adlteros. Ni siquiera soy
como este cobrador de impuestos! Ayuno dos veces a la semana, y doy la dcima parte de todo lo
que gano." Pero el cobrador de impuestos, desde lejos, no se atreva siquiera a levantar los ojos al
cielo, sino que se golpeaba el pecho y deca: "Dios mo, ten misericordia de m, porque soy un
pecador." Yo les digo que ste volvi a su casa justificada, y no el otro. Porque cualquiera que se
enaltece, ser humillado; y el que se humilla ser enaltecido."
3. Parbola del sembrador: Mc. 4,26-29
Tambin deca: El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se
levante, de noche o de da, el grano brota y crece, sin que l sepa cmo. La tierra da el fruto por s
misma; primero hierba, luego espiga, despus trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo
admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega.
4. La oveja perdida: Mt. 18,12
Qu os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarra una de ellas, no dejar en los
montes la noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de
verdad que tiene ms alegra por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. De la misma
manera, no es voluntad de vuestro Padre Celestial que se pierda uno solo de estos pequeos.
5. La perla fina: Mt. 13,45
Tambin es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y
que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.

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