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Cuando el gerente lo dejó solo, el anciano se dio cuenta de lo

cansado que estaba, pero examinó con asombro cuanto le rodeaba.


Incluso comprobó el espesor del suculento colchón de la enorme
cama doble. Abrió la puerta del cuarto de baño y vio una colección de
botellitas. La única cosa que se tomó la molestia de sacar de la
maleta fue la estatuilla de madera que había escondido con tanto
esmero. La apoyó contra el espejo del tocador. Tiró su ropa encima
de una silla y luego, como si estuviera acatando una orden, se tumbó
en la cama. Si hubiera comprendido algo de lo que estaba
sucediendo, tal vez le hubiera resultado imposible dormir, pero al no
entender nada fue capaz de hundirse en el viejo colchón. Allí
inmediatamente se quedó dormido, y tuvo un sueño, fragmentos del
cual recordaba al despertar.
Había estado hablando-lo veía todo con claridad-en una especie de
cobertizo inmenso a un auditorio de media docena de personas. De
una de las paredes colgaba una cruz mutilada. También había una
figura sin un brazo, como la que había estado escondida en su
maleta. No llegaba a recordar lo que había estado diciendo, porque
las palabras eran en una lengua que él no sabía o no podía recordar…
Se despertó con una terrible sensación de fracaso y se quedó tendido
en la cama intentando desesperadamente seguir el hilo que lo
llevaría de regreso al sueño para poder pronunciar algunas palabras
que la niña fuera capaz de comprender…¡Qué extraño era todo! Se
preguntó cuánto tiempo habría estado dormido.
Sus incómodos pensamientos fueron interrumpidos por la entrada de
un camarero. Éste le trajo una bandeja con café y una gran variedad
de panecillos y croissants. Una vez servido, le dijo que podía irse.

El anciano hubiera tropezado con sus ropas si el oficial no lo hubiera
cogido del brazo. Al enderezarse se oyó un estallido y estuvo a punto
de volver a caerse. En aquel momento eran las doce, pero el tiempo
empezó a escapársele de las manos. Era como si el estallido le
hubiera partido la cabeza en dos y en aquel boquete empezaran a
entrar a raudales los recuerdos de toda una vida.

EJERCICIOS

1- Vuelve a escribir todos los elementos subrayados e indica la


función sintáctica que realizan

2- Algunos verbos del texto están en negrita. Escribe el sujeto de:


-comprobó
-fue
-colgaba
-se oyó
-eran
-empezaron a entrar
(si son impersonales especifica de qué tipo son)
3- Escribe cuatro oraciones del texto que respondan a
modalidades oracionales diferentes.

4- Escribe una oración del texto que esté en estilo indirecto

5- Señala si las siguientes oraciones son unimembres (impersonales),


e indica de qué tipo son, o bimembres. Subraya el sujeto(si lo tienen)

a) Hace mucho tiempo desde su partida


b) Se comentó mucho, aquel incidente
c) Me interesa especialmente aquel tema
d) Se obligó a los empleados a trabajar el domingo
e) ¡Qué lástima le hacían aquellos infelices!
f) Se han establecido unas normas para la competición
g) Aquel fin de semana nevó mucho
h) Ya es tarde para eso
i) Siempre llueve sobre mojado
j) Se impidió a los manifestantes el paso por aquella calle
k) Cada día había una representación teatral
l) Habían llegado tarde durante todo el mes
m) Le gustan los dibujos de la pared

6- Analiza morfosintácticamente las siguientes oraciones:

a) Cada día 3.000 niños empiezan a fumar en Estados Unidos

b) Pocas personas se inician en el cigarrillo después de los 18 años

c) Pocos han sido seducidos por lo sublime del tabaco en boca de


H.Bogart

d) La evidencia sobre los peligros del humo de segunda mano ha asestado un


duro golpe a la industria

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