Francisco Bochatón- Maratón de estrellas Oliverio Girondo- TANTAN YO

una maratón de torturas Con mi yo

un caparazón de tortuga y mil un yo y un yo
el velorio de un nacimiento con mi yo en mí
el dibujo en lápiz hambriento yo mínimo
se secan las hojas, te tragan los años larva llama lacra ávida
la tremenda fortuna, la distancia a la luna alga de algo
oigo el trote de los sirvientes mi yo antropoco solo
platos finos, ollas calientes y mi yo tumbo a tumbo canto rodado en
una parra de aguas brillantes sangre
entran balas a asesinarte yo abismillo
se secan las hojas, te tragan los años yo dédalo
la tremenda fortuna, la distancia a la luna posyo del mico ancestro semirefluido en vilo ya
no te escucho lívido de líbido
no te engaño, cuento meses, cuento años yo tantan yo
cuando pasa el perro y la estrella panyo
se hunden en el aljibe y se enriendan yo ralo
la noche en la mitad del planeta yo voz mito
se hace un borde y se mastica, se besan pulpo yo en mudo nudo de saca y pon gozón
una maratón de torturas en don más don tras don
un caparazón de tortuga yo vamp
el velorio de un nacimiento yo maramante
el dibujo en lápiz hambriento apenas yo ya otro
se secan las hojas, te tragan los años poetudo yo tan buzo
la tremenda fortuna, la distancia a la luna tras voces niñas cálidas de tersos tensos
hímenes
Oliverio Girondo- EL PURO NO yo gong
gong yo sin son
El no un tanto yo San caries con sombra can
el no inóvulo viandante
el no nonato vidente no vidente de semiausentes yoes y
el noo coyoes
no médium
el no poslodocosmos de impuros ceros noes que noan
nada yogui
noan noan con que me iré gas graso
y nooan sin mí ni yo al después
y plurimono noan al morbo amorfo noo sin bis
no démono y sin después
no deo Juan Gelman "En la carpeta"
sin son sin sexo ni órbita
el yerto inóseo noo en unisolo amódulo Tome mi amor que asombraba a los astros
sin poros ya sin nódulo y le dije: señor amor,
ni yo ni fosa ni hoyo usted crece de tarde, noche y día,
el macro no ni polvo de costado, hacia abajo, entre cejas,
el no más nada todo sus ruidos no me dejan dormir perdí todo
el puro no apetito
sin no y ella ni nos saluda, es inútil, inútil.

De modo que tome a mi amor

le corte un brazo, un pie, sus adminículos,
hice un mazo de naipes
y ante la palidez de los planetas
me lo jugué una noche lentamente
mientras mi corazón silbaba, el distraído.
CANCIÓN NUEVA (Huidobro, De Horizon
Carré, 1917) Texto que se encoge- Guillermo Cabrera
Infante
Dentro del horizonte
ALGUIEN CANTABA
Y el dueño se achicó, si es que podía hacerlo
Su voz todavía y
No es conocida
DE DÓNDE VIENE fue el hombre increíblemente encogido,
Entre las ramas
pulgarcito
No se ve a nadie
Hasta la luna era una oreja
Y no se oye o meñique, el genio de la botella al revés y
ningún ruido
Sin embargo se fue haciendo más y más chico,
una estrella desclavada
Ha caído en el estanque pequeño, pequeñito, chirriquitico
EL HORIZONTE
SE HA CERRADO hasta que desapareció por
Y no hay salida.
un agujero de ratones al

fondo-fondo-fondo,
Triángulo armónico- Vicente Huidobro
un hoyo que
Thesa
La bella
empezaba
Gentil princesa
Es una blanca estrella
Es una estrella japonesa con
Thesa es la más divina flor de Kioto
Y cuando pasa triunfante en su o
palanquín
Parece un tierno lirio, parece un pálido loto
Arrancando una tarde de estío del imperial
jardín ¡Qué afortunados somos
al poseer ventanas!
El vidrio es transparente.
Todos la adoran como una diosa, todos hasta
el Mikado
He visto al muchacho
Pero ella cruza por entre todos
del traje de baño rojo
indiferente
caminando por la calle.
De nadie sabe que haya su amor
malogrado
Y siempre está risueña, está Allen Ginsburg
sonriente
Es una Ofelia japonesa
Que a las flores amante
Loca y traviesa
Triunfante
Besa.
Safo, Poemas, Ed. Trillas, Poema 2, Libro I Tanto me posee el amor- Bernard de Ventadour

Me parece que igual a los dioses Tanto se han oscurecido

es aquel joven que frente a ti para mí sus rayos
se sienta y escucha de cerca mientras que no veo brillar el sol.
amable conversas. Sin embargo no me aflijo
porque la claridad del amor
Y sonríes seductora. En cambio, ilumina mi corazón.
en mi pecho el corazón se estremece. Y aún cuando otros se atristen
Apenas te miro, prefiero no dejarme abatir
la voz no viene más a mí, para salvar mi canto.

la lengua se me inmoviliza, un delicado Tanto me posee el amor

incendio corre bajo mi piel, que los prados parécenme
no ven ya mis ojos verdes y bermejos
y zumban mis oídos, como en la dulce primavera.
La nieve se me ocurre
el sudor me cubre, un temblor flor blanca y roja
se apodera de todo mi cuerpo y tan pálida y el invierno fiesta de mayo,
como la hierba no muy lejana de la muerte pues la más noble y más alegre
me parece estar. . . ha prometido
concederme su amor.
Pero todo debe soportarse si así es. ¡A menos que se haya arrepentido!

Prestar atención a las siguientes frases: “el corazón Prestar atención a las siguientes frases: “la claridad
se estremece”, “delicado incendio”, “pálida como la del amor ilumina mi corazón”, “me posee el
hierba no muy lejana de la muerte”, “no ven ya mis amor”,” los prados me parecen verdes y bermejos
ojos y zumban mis oídos”. como en la dulce primavera”
A partir de esto, ¿cómo creés que caracteriza al A partir de esto, ¿cómo creés que caracteriza al
amor quien habla en la poesía? amor quien habla en la poesía?
A solas con todo el mundo, de Charles Elevador
Bukowsky r
r
r
La carne cubre el hueso do
Y dentro le ponen a
Un cerebro y a
A veces un alma, a
Y las mujeres arrojan
v
Jarrones contra las paredes,
v
Y los hombres beben demasiado
eleee
Y nadie encuentra al otro,
Pero siguen buscando
De cama en cama. Guillermo Cabrera Infante
La carne cubre el hueso
Y la carne busca algo más de carne. breve historia de un matrimonio frustrado
No hay ninguna posibilidad:
Estamos todos atrapados No me aumentaron el sueldo por
Por un destino singular. tu ausencia
Nadie encuentra jamás al otro. sin embargo
Los tugurios se llenan el frasco de Nescafé me dura el
Los vertederos se llenan doble
Los manicomios se llenan el triple las hojas de afeitar.”
Los hospitales se llenan
Las tumbas se llenan Antonio Cisneros
Nada más se llena.

Tengo frío...
La soledad del trabajador, de Charles
Bukowsky Tengo frío en el corazón y tiemblo
desde las profundidades del dolor te llamo
agarrás dos paquetes de cerveza con un grito inhumano
de seis como si pariera.
después del trabajo
al carajo con la cena Tu me ahogas como la muerte
vas al departamento
lo sé desgraciadamente
te ponés los pantalones cortos
sólo te encuentro agonizando
tirás tu ropa
eres bella como la muerte.
en el piso
te trepás a la cama
sin ducharte Todas las palabras me ahogan.
te sentás con la almohada
en tu espalda Georges Bataille
y abriendo la primera lata
encendés un cigarrillo
nada para hacer
nadie con quien hablar Ultimo deseo
mirás el empapelado Hace ya tanto tiempo que te adoro,
los platos de ayer dieciocho años atrás son muchos días...
apilados en la cocina eres de color rosa, yo soy pálido,
mirás por la ventana yo soy invierno y tú la primavera.
la habitación se pone más Lilas blancas como en un camposanto
oscura
en torno de mis sienes florecieron,
abrís la segunda lata
y pronto invadirán todo el cabello
de cerveza
enmarcando la frente ya marchita.
no hay esposa
no hay tv Mi sol descolorido que declina
no hay chicos al fin se perderá en el horizonte,
te sentás y en la colina fúnebre, a lo lejos,
en calzoncillos contemplo la morada que me espera.
a tomar cerveza Deja al menos que caiga de tus labios
solo sobre mis labios un tardío beso,
todo desapareció para que así una vez esté en mi tumba,
el capataz en paz el corazón pueda dormir.
el reloj
los empleados de la tienda Theophile Gautier
el diario
los cafés
el teléfono suena
escuchás
y escuchás y
escuchás
hasta que para
otra cerveza
escuchás el sonido
de tu respiración al salir
por tu nariz
movés el dedo gordo del pie
lo mirás.
NUESTRAS COSAS
El día en que cumplí ocho años
me acerqué a mi hermana mayor
que lloraba.
Por qué lloras? Pregunté.
Porque los abuelos se van a morir pronto
y después los papás
y también nosotros
también nosotros nos moriremos.
Estremecido como una pobre bestia por la
revelación
también yo me eché a llorar
allí mismo
Girándula- G. de Torre
Cuadernos de todo y nada
- Mujer, ¿cuánto te ha costado esta
espumadera?
-1,90
-¿Cómo, tanto? ¡Pero es una barbaridad!
-Sí, es que los agujeros están carísimos. Con
esto de la guerra se aprovechan de
todo.
-¡Pues la hubieras comprado sin ellos!
- Pero entonces sería un cucharón
y no serviría para espumar.
- No importa; no hay que pagar de más.
Son artificios del mercado de agujeros.
 junto a mi hermana.
Macedonio Fernández
Qué les has hecho a los críos que lloran
tanto?
Preguntó mi padre al llegar del trabajo.
Nada déjalos estar
Respondió mamá:
Cosas de críos, que sé yo.
Lloran por
sus cosas.

Espantapájaros

Yo no sé nada
Tú no sabes nada
Ud. no sabe nada
El no sabe nada
Ellos no saben nada
Ellas no saben nada
Uds. no saben nada
Nosotros no sabemos nada
La desorientación de mi generación tiene su expli-
cación en la dirección de nuestra educación, cuya
idealización de la acción, era - ¡sin discusión!-
una mistificación, en contradicción
con nuestra propensión a la me-
ditación, a la contemplación y
a la masturbación. (Gutural,
lo más guturalmente que
se pueda.) Creo que
creo en lo que creo
que no creo. Y creo
que no creo en lo
que creo que creo
<< C a n t a r d e l a s r a n as >>
¡Y ¡Y ¿A ¿A ¡Y ¡Y
su ba llí llá su ba
bo jo es es bo jo
las las tá? tá? las las
es es ¡A ¡A es es
ca ca quí cá ca ca
le le no no le le
ras ras es es ras ras
arri aba tá tá arri ba!

A un hombre de gran nariz En el campo

Érase un hombre a una nariz pegado, En el campo hay una cabra

érase una nariz superlativa, ética,
érase una alquitara medio viva, perlética,
érase un peje espada mal barbado; pelapelambrética,
era un reloj de sol mal encarado, pelúa,
érase un elefante boca arriba, pelapelambrúa.
érase una nariz sayón y escriba, Tiene los hijitos
un Ovidio Nasón mal narigado. éticos,
Érase el espolón de una galera, perléticos,
érase una pirámide de Egipto, pelapelambréticos,
los doce tribus de narices era; pelúos
érase un naricísimo infinito, pelapelambrúos.
frisón archinariz, caratulera,
sabañón garrafal, morado y frito. Anónimo

Francisco de Quevedo y Villegas

Monstruos Casa de departamentos

Hay monstruos que son muy buenos,

que se sientan junto a uno con los ojos cerrados La pantalonera se murió en la calle.
de ternura Pasó el automóvil de un rico magnate,
y sobre vuestro puño,
posan su pata velluda. Con tacos de goma, silencioso…Nadie
lo oyó que llegaba. Gritos. Pitos. Sangre
Una noche
- cuando todo en el universo sea color púrpura
cuando las rocas retomen sus trayectorias de La pantelonera se murió en la calle.
locas- Como al otro día del taller faltase,
ellos se despertarán.
Eugéne Guillevic tuvo un cartelito la puerta de la calle
con estas palabras: “Hay una vacante”.

Todas las guerras Avanti

Si te postran diez veces, te levantas
Todas las guerras otras diez, otras cien, otras quinientas:
son como las guerras no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
que sirven para
Con el hambre genial con que las plantas
contar muertos, asimilan el humus avarientas,
llorar hijos, deglutiendo el rencor de las afrentas
colgar medallas, se formaron los santos y las santas.
visitar tumbas, Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
beber en soledad, nada más necesita la criatura,
no soñar, y en cualquier infeliz se me figura
no reír, que se mellan los garfios de la suerte . . .
no cantar. ¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!
Peor esta guerra,
Almafuerte
lo presiento,
será peor porque
ni siquiera quedará alguien para
contar muertos,
llorar hijos,
colgar medallas,
visitar tumbas,
beber en soledad,
no soñar,
no reír,
no cantar.

Malicha Leguizamón ( Argentina).

Mañana en el Abasto
Mañana de sol, bajo por el ascensor,
calle con árboles, chica pasa con temor.
No tengas miedo, no, me pelé por mi trabajo,
las lentes son para el sol y para la gente que me da
asco.
No vayas a la escuela por que San Martín te espera,
estás todo el día sola y mirás a mi campera.
Tomates podridos por las calles del Abasto,
podridos por el sol que quiebra las calles del
Abasto.
Hombre sentado ahí, con su botella de Resero,
los bares tristes, vacíos ya, por la clausura del
Abasto.
José Luis y su novia se besan por ahí en el Abasto,
yo paso y me saludan bajo la sombra del Abasto.
Parada Carlos Gardel, es la estación del Abasto,
Sergio trabaja en el bar en la estación del Abasto,
piensa siempre más y más, será por el
aburrimiento.
LLORAR (Oliverio Girondo)
Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la
digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las
puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y
de amarillo. Abrir las canillas, las compuertas
del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos,
a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si
es verdad que los cacuies y los cocodrilos no
dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la
nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo,
por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de
frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando,
de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el
día!”

Subte Línea B y yo me alejo más del cielo,

y yo me alejo más del suelo, también
ahí escucho el tren, ahí escucho el tren,
estoy en el subsuelo, estoy en el subsuelo.
Luca Prodan
INVITACIÓN AL VÓMITO (Oliverio Girondo)

Cúbrete el rostro
y llora.
Vomita.
¡Sí!
Vomita,
largos trozos de vidrio,
amargos alfileres,
turbios gritos de espanto,
vocablos carcomidos;
sobre este purulento desborde de inocencia,
ante esta nauseabunda iniquidad sin cauce,
y esta castrada y fétida sumisión cultivada
en flatulentos caldos de terror y de ayuno.
Cúbrete el rostro
y llora...
pero no te contengas.
Vomita.
¡Si!
Vomita,
ante esta paranoica. estupidez macabra,
sobre este delirante cretinismo estentóreo
y esta senil orgía de egoísmo prostático:
lacios coágulos de asco,
macerada impotencia,
rancios jugos de hastío,
trozos de amarga espera...

horas entrecortadas por relinchos de angustia.

Lo que la marea devuelve en Vlissingen, Allen Ginsberg

Plástico y celofán, cartones de leche y envases de yogur, bolsas de red

azules y naranjas
cáscaras, bolsas de papel, plumas y algas, palos y ladrillos.
Jugosas hojas verdes, ramas de pino, botellas de agua, madera terciada,
envoltorios de tabaco,
tapas de frascos de café, tapitas de botellas de leche, cajas de arroz,
soga azul, viejo zapato marrón, piel de cebolla
blancos trozos de concreto gastados modelados por las mareas, galletas
marineras,
envases de detergente, corteza y tablas, un cepillo para la ropa,
la tapa de una caja
un aerosol de removedor, una pequeña cebolla marrón, una taza amarilla.
Un muchacho con dos bastones camina en la orilla, una gaviota muerta, una
zapatilla azul,
La manija de un bolso, medio limón, un atado de apio, una redecilla-----__
Tapa de corcho, pomelo, guante de tela engomado, cañitas voladoras mojadas,
parvitas de algas marinas de un tono herrumbrado amontonadas a lo largo de las
marcas que deja la marea en el murallón,
el paragolpes plástico de un automóvil, casco verde partido por la mitad, un gran
nudo de soga de cáñamo, un tronco de árbol desnudo de su corteza,
una estaca de madera, un balde, una miríada de botellas plásticas, paquete vacío
de tallarines marca Zara,
un tambor gris largo plástico, de esos que se usan para transportar
combustible, rollo de vendas, botellas de vidrio, latitas, un árbolito
de navidad,
un caño de hierro oxidado, yo mismo
y mi pis.

La amabilidad. De Raúl Aceves

¿Alguien tendría la amabilidad ¿Alguien tendría la amabilidad

de abrir la llave del agua caliente
prestarme su jabón y su mañana fresca
sus ganas locas y su día de vacación?
¿Alguien tendría la amabilidad
de cortarse mis uñas, lavarse mis dientes
asomarse a verme en el espejo
contar los pelos que le quedan a mi calva
y después masticar mi desayuno?
de morirse por mí, sufrir en mi pellejo
los inauditos tormentos del silencio,
contestar las preguntas indiscretas
o de llevar a cuestas la indigestión?
¿Alguien tendría la amabilidad
de prestarme su cuerpo entero
para realizar una hazaña
o su cuerpo para nacer a través de él
o su alma para tener un lugar
donde resucitar extravagante?