Está en la página 1de 2

FRANCISCO… AMADO HIJO MIO

Noches negras que amordazan mi cabeza


Fieros lobos que se invitan a mi mesa por si solos
Viento inocuo que a mi ventana atraviesa
Enmarcando la tristeza que me mando el mismo Dios

Frente gacha como eterno y constante pasatiempo


Ojos húmedos mi permanente entretenimiento
Es el frío de estar solo en este doloroso lecho
Sin tus besos en mi rostro sin tus mejillas en mi pecho.

Otra vez despierto al alba como el alacrán


En la alcoba que te extraña y que te llora
Como espina que se yergue frente a otra
Como bruma que antecede al huracán

Paso el día pensativo sumergido en mi pesar


Y en mi urna acorralado jiro y jiro sin parar
Dan las horas consecuentes van cargadas de dolor
Y en el alma se me muere la esperanza de tu amor

Te arrancaron de mi lado una noche de verano


Y sin dar opción alguna a este pobre desconsolado
Le hincaron puñal en mano con el filo envenenado
Por palabras de una huérfana que ya se ha condenado

No es mi letra la que juzga las acciones del pasado


Es Dios mismo el que guarda de los hombres su pecado
Solo rezo y clamo al cielo que me quite esta penumbra
Que destroza mi interior y me encierra en ultratumba

Se me cae el corazón en pedazos muy pequeños


Cae uno y caen dos al compás de los desdeñes
ya se oye el chasquido que provocan contra el suelo
Los pedazos muy pequeños de mi corazón en duelo

Siete vidas han pasado y siete más pasarán


Mas aquí desde el exilio siete veces replicarán
Que se hace mas fuerte hijo mío, aquel que ha sufrido
Que el que se dice fuerte sin antes haber padecido

Dos alondras han venido con dos alas cada una


Una noble y pensativa más bonita que un rosal
Otra fuerte e incansable con grandeza de un titán
A su nido llevarán a un hombre muerto en vida
Alzarán su vuelo firme convencidas e incansables
Lucharán por la reforma de un injusto desatino
Velarán día tras día cual dos ángeles nobles
para ver el resultado de dos risas sin martirio

He de partir ahora hacia un camino desconocido


Te llevaré conmigo y estaré a tu lado hijo mío
Mas dejaré mientras tanto mi corazón partido
Compártelo con tu hermana amado mío

Te dejo los consejos que la vida me enseño


Para cosechar amor debes sembrar amor
Sigue a tu corazón él te guiará por el buen camino
Sé feliz y cuanto hagas, hazlo con empeño

Los años pararán sin darnos mucha cuenta


El tiempo, sus mitos nos revelará
Pero el daño ocasionado en tu memoria
Habitará en la mía y jamás se irá

Algún día volveré cual gavilán tras de su presa


Y tomaré entre mis brazos a dos niños que adoré
A dos risas sin martirio que la vida me arrancó
Y uniré mi corazón con sus lágrimas de amor.

EDGAR TAMAYO
hablaelpoeta@hotmail.com

También podría gustarte