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Ubicación histórica.

El siglo XVI1 es un siglo dinámico, en el se configura definitivamente la economía-mundo


europea, con su espacio vital delimitado y sus periferias estrechamente sujetas a la zona central
dominada por la metrópolis del momento. De este siglo, emanan trasformaciones
socioeconómicas centrales para la formación del moderno sistema capitalista, cambios en los
cuales, las agilidades de las “coyunturas” históricas son decisivas, pero sus innovaciones solo
son apreciables en todo su contenido e importancia a través de lo siglos subsiguientes: XVII y
XVIII, pues en la economía-mundo, la “larga duración”2 es un concepto que cobra todo su valor
en el ejercicio de la reflexión y el análisis.

Dentro de esas dinámicas que permiten el surgimiento del moderno sistema capitalista, Immanuel
Wallerstein nos señala: la expansión demográfica; la revolución de los precios, en la cual los
metales americanos son decisivos; la división del trabajo, donde el esclavo negro ocupa un lugar
en la jerarquía. La división del trabajo3, resultado del moderno sistema capitalista suscrito a la
economía mundo europea tenía varios tipos de trabajadores, entre ellos encontramos: siervos,
granjeros arrendatarios, trabajadores aislados, pequeños arrendatarios, arrendatarios libres o
“yeomen”; esclavos blancos o temporales y los esclavos negros africanos4. Esta división del

1
La nomenclatura histórica, es susceptible a cambios o modificaciones por parte de los
historiadores; transformaciones necesarias para nomenclaturas que se ajusten a las nuevas
necesidades reflexivas. En este orden de ideas, Immanuel Wallerstein citando a Fernand Braudel nos
indica que el siglo XVI se lo puede dividir en dos periodos, uno inicial que parte de 1450 a 1550; un
segundo periodo que parte de 1550 hasta 1620 y 1640.
2
Fernand Braudel, La historia y las ciencias sociales, Editorial Alianza, España, 1984.
3
La división del trabajo tiene directa relación con la expansión europea, expansión que no solo abarca
las tasas demográficas, sino que vincula dentro de la dinámica expansiones productivas y de ingresos
reales , esta expansión supone además “un desarrollo desigual y por lo tanto recompensas
diferenciales, y un desarrollo desigual en un formato de múltiples capas dentro de otras capas,
polarizada cada una de ellas en términos de una distribución bimodal de recompensas” Immanuel
Wallerstein, El moderno sistema mundial: la agricultura capitalista y los orígenes de la economía-
mundo europea en el siglo XVI, México, Siglo XXI Editores, 1998, p. 119
4
Al respecto de la esclavitud negra “había esclavos que trabajaban en plantaciones de azúcar y en
operaciones mineras de excavación en la superficie”· Wallerstein, op. cit; p120
trabajo trae consigo no solo la especialización del trabajador en las distintas labores, sino también
el surgimiento de distintas formas de control5 que garanticen la eficacia de la estratificación en
pro del beneficio capitalista.

En este orden de ideas, podemos afirmar que en el seno de la encomia-mundo europea se tejen
movimientos socioeconómicos impulsados por el creciente mercado capitalista; movimientos
que se concretan en procesos sociales. La división del trabajo es un ejemplo claro y evidente de
estas transformaciones en las que los individuos de la época se ven sumergidos, arrastrados y
avasallados por un creciente sistema que involucra en el mercado a hombres, monedas y
mercancías, en una misma dinámica.

El problema.
Las tres reglas tendenciales sobre las economías-mundo que propone Fernand Braudel6 nos
permiten ubicar espacialmente el problema. América se vincula a la economía-mundo como
periferia7 y su papel es decisivo. Como periferia, las explotaciones agrarias y mineras juegan un
papel primordial. En este orden de ideas, las plantaciones, haciendas y minas requieren mano de
obra barata. En el proceso de captación de esta mano de obra se ponen en juego dinámicas que
no solo logran la fluctuación de los precios y los salarios en la zona central de la economía-
mundo, también llevan a la América periférica a servidumbres sucesivas8 en donde el esclavo

Braudel con relación a la captación de los esclavos africanos nos indica “si hubo en África un comercio
de hombres, fue porque Europa lo quiso y lo impuso, por cierto. Pero fue también porque África tenía
la mala costumbre de practicarlo mucho antes de la llegada de los europeos, en dirección al Islam, Al
Mediterráneo y al Océano Indico. En ella, la esclavitud es endémica, una estructura cotidiana, en un
marco social que quisiéramos en vano conocer mejor” Fernand Braudel, Civilización material, economía
y capitalismo. Siglos XVI-XVIII: El tiempo del mundo, tomo3, Alianza Editorial, España, 1984, p.364
5
“junto con esta especialización surgieron diferentes formas de control del trabajo, y diferentes
esquemas de estratificación que a su vez tuvieron diferentes consecuencias políticas para los
“Estados”, es decir, las arenas de la acción política. Wallerstein, op. cit; pp. 117 a 118.
6
Fernand Braudel, op. cit; pp. 5 a 27.
7
Ibidem, pp. 351 a 359.
8
Ibidem, pp. 328 a 334.
negro entra a jugar una relación fundamental9. Los esclavos africanos y el proceso de transporte
del la zona de captación en el África hasta su traslado a los puertos receptores en América y su
posterior venta y trasladó a las zonas de trabajo, sean minas o plantaciones; configura todo un
proceso que compromete sin duda alguna dinámicas de oferta y demanda donde el juego del
capital entra en acción. Antes de plantear la pregunta es necesario hacer una última acotación a la
luz de Fernand Braudel quien no señala que en la América de estos siglos no se puede hablar de
un modelo económico general, ni mucho menos capitalista10.

Por tanto: ¿cual es la relación entre el esclavo negro africano en la América periférica con la
economía-mundo capitalista?

Considero que teniendo en cuenta las afirmaciones de Wallerstein sobre la división del trabajo en
el seno del moderno sistema capitalista en donde el esclavo africano ocupa un lugar en la
jerarquía, y las Consideraciones de Fernand Braudel sobre América como periferia de la
economía-mundo, mi pregunta cobra justificación; como el este esclavo africano objeto en el
mercado y puesto en acción en sistemas económicos que no son capitalistas en América tiene
relación con la economía-mundo europea.

9
Al respecto Fernand Braudel nos señala: “En tierras demasiado vastas, pues, la rareza de los
hombres ha sido el problema sempiterno. En la América en vías de formación, era necesaria una mano
de obra creciente, fácil de mantener y barata – gratuita hubiera sido ideal - , para que se
desarrollase una economía nueva. El libro precursor de Eric Williams ha señalado enfáticamente el
nexo de causa efecto que une la esclavitud, la seudoesclavitud, la servidumbre, el salario y el
seudosalario del Nuevo Mundo con el ascenso capitalista de la vieja Europa. “La esencia del
capitalismo – escribe resumiendo - es la esclavitud”. Es lo que había dicho Marx de otra manera, en
“una frase relámpago, de una densidad histórica quizás única” : “ la esclavitud disimulada de los
asalariados de Europa sólo podía erigirse sobre la esclavitud pura y simple de los asalariados del
Nuevo Mundo” “ Fernand Braudel, op, cit; p 328.
10
Al respecto “¿es menester concluir que no hubo feudalismo ni capitalismo? América, en su
conjunto, se presenta como una yuxtaposición, un amontonamiento, de sociedades y de economías
diversas. En la Base, hay economías semicerradas que podéis llamar como queráis”. Ibidem p. 358.
Para el desarrollo de esta pregunta, y obedeciendo a una de las reglas esenciales de la disciplina
histórica, que es buscar aproximaciones de una realidad historiográfica en el juego de las
relaciones, me propongo comparar los casos de dos ciudades esclavistas, Popayán y Lima, con la
incertidumbre de saber si entre las dos halle una relación, pero con la certeza de que las dos
comparten el carácter de estar suscritas a un continente periférico de la economía mundo europea.
Estudiar el caso de dos ciudades esclavistas se ajusta a mis propósitos y creo que me podrá
garantizar una conclusión coherente y “aproximada a cierta rigurosidad”.

Bibliografía.
Wallerstein, Immanuel, El moderno sistema capitalista: la agricultura capitalista y los orígenes
de la economía-mundo europea en el siglo XVI, México, Siglo XXI Editores, 1998.

Braudel, Fernand, Civilización material, economía y capitalismo, siglos XV- XVIII: El tiempo del
mundo, tomo 3, España, Alianza Editorial, 1984.

Bowser, Frederick, El esclavo africano en el Perú colonial 1524-1650, México, Siglo XXI
Editores, 1977.

Colmenares, Germán, Historia económica y social de Colombia: Popayán una cuidad esclavista
1680-1800, tomo 2, Bogota, Tercer Mundo Editores, 1999.

Por revisar:
Genovese, Eugene, Esclavitud y capitalismo, Ediciones Ariel, Barcelona, 1971.
Problema para el desarrollo del trabajo final

Presentado por:

DAVID FERNANDO PRADO VALENCIA.

Presentado a:

GUIDO BARONA BECERRA.

El orden colonial en la economía-mundo capitalista

UNIVERSIDAD DEL CAUCA.


FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES.
PROGRAMA DE HISTORIA.
Popayán, 2 de marzo de 2004

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