Haba una vez un nio llamado

Alejandro el cual quera un perrito.

Su mama le compraba un motn de
perritos pero no eran como el
quera.

Eran perritos de peluche, de plstico, de
pao, rellenos de algodn.
pobre Alejandro ! El quera un perrito
de verdad: con un hociquito hmedo
que le acariciara la mano cuando le
diera de comer, y una colita larga que
se moviera contenta cuando le
mostrara algn hueso.
Pero mama no quera nada
de eso bastante trabajo
tenia ella con cuidar a sus
gallinas para tener todava
mas tarea con un perro de
verdad!
Alejandrito no entenda por
que mama quera tanto a sus
gallinas. eran tan apticas!
Dos o tres veces que quiso
jugar con ellas le dieron un
montn de picotazos, y una,
la colorada , que era muy
atrevida , quera corretearlo
cuando quiso sacarle un
huevito que ava puesto. el muchachito haba
pedido perritos a sus
vecinos, a su papa a su
madrina, pero mama..
siempre se los hacia
regresar!
Mientras jugaba con sus
soldaditos, a Alejandro le
pareci que alguien lloraba;
no era el llanto de una
persona, no, era mas bien el
quejido de un animalito
Se asomo por la puerta de su casa
y vio, en medio de la calle a un
perrito caf claro con manchas
cafs obscuras , que lloraba
mientras se lamia la patita.
pobre perrito! Lo haban
atropellado y tenia una patita
lastimada.
Sin pensarlo ms, lo tomo al
animalito entre sus brazos y corri
a llamar a mama
mam, mam ! por favor,
aydame a curar a este perrito!
se buena! esta enfermito no
puedo dejarlo en la calle

Mama lo mir iba a decirle que
ella no quera perros en la casa,
pero algo en los ojos del perrito no
se lo permiti.
Alejandro estaba
contento bailaba,
saltaba, cantaba,
todo el da hablaba
de las gracias que
manchita hacia.
Pasaron los das y manchita
estaba cada vez mejor, hasta que
una noche, mientras dorma en su
cmodo cajoncito oy un ruido
que venia del gallinero. Se acerco
despacito y vio una enorme rata
que quera comerse los pollitos de
las gallina colorada.
que ruido! Todas las gallinas y el gallo
despertaron al mismo tiempo !
Manchita, muy decidido, corri a la
rata que huyo asustada como para no
regresar nunca mas.
Mam, pap y Alejandro, llegaron justo para
ver la hazaa de manchita.
Cuando la calma regres al gallinero mam
tomo a manchita entre sus brazos, lo acaricio un
ratito y luego dndoselo a Alejandro dijo:

- toma querido desde hoy manchita es
tu perrito de verdad .
Y as fue desde esa noche, nuestro
valiente perrito es el rey de la casa y
mama esta muy contenta con la tarea
de cuidarlo.