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La Triste Realidad de La Justicia en Colombia
La Triste Realidad de La Justicia en Colombia
com/2012/04/18/la-triste-realidad-de-la-justicia-encolombia/#more-2639
los magistrados de las otras Cortes de refugiarse en la impunidad garantizada por la Comisin de Acusaciones de la Cmara y devolvi en derecho las funciones investigativas que le corresponden a la Contralora General de la Repblica. Vale la pena recordar como la Corte Suprema de Justicia neutraliz la investigacin que por los nexos de algunos Magistrados con personajes vinculados a la delincuencia narcotraficante iba a iniciar el Congreso, la apertura de investigaciones por presuntos vnculos con el llamado paramilitarismo fue el freno para abortar esas investigaciones; el tema se diluy en el tiempo y los Magistrados emergieron como funcionarios impolutos. Las fiestas y carnavales, los regalos de botines y relojes, las visitas consuetudinarias, que individuos como Giorgio Sale les armaron no pasaron de ser otra ancdota ms en la folclrica historia del pas. Seguramente esa misma suerte corrern las denuncias de infiltracin de las mafias narcotraficantes, realizadas por los mismos autores materiales, que dan cuenta de la actividad en las altas Cortes para presionar decisiones judiciales, entre ellas la eleccin de altos dignatarios de la justicia. Es el siglo de los jueces anunciaba Jaime Ibez, quien ahora aspira a ser el Procurador General; lastimosamente ese siglo de los jueces slo ha servido para descuadernar ms las instituciones republicanas y posicionar los intereses antidemocrticos. Por algo los Magistrados que se retiran pasan a ser candidatos o directivos del Polo Democrtico, o a ser litigantes acuciosos de personajes de la izquierda envueltos en escndalos de corrupcin. No debe quedar duda que la politizacin del poder judicial ha sido el ms triste descalabro de nuestra democracia. Es un hecho que sin justicia no podr cimentarse la paz en Colombia; de nada sirve el sacrificio diario de nuestros soldados y policas por recuperar el orden y la ley, si el poder judicial sigue siendo un instrumento ineficiente e ineficaz, permeable a intereses distintos a los del Estado social de derecho.
[1] EL TIEMPO. Un juez de Colombia resuelve 448 casos al ao; uno de EE.UU., 3.135. Mircoles, 18 de abril de 2012. Pg. 2. [2] Ibd.
http://colombiaopina.wordpress.com/2012/04/18/la-triste-realidad-de-la-justicia-en-colombia/#more2639