Este documento ofrece el testimonio de la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sobre la vida y misión de Jesucristo. Declaran que Jesús nació, vivió, murió y resucitó, restaurando así su iglesia y sacerdocio en la tierra. Testifican que algún día Jesús volverá para reinar como Rey de reyes y que todos seremos juzgados por él.
Este documento ofrece el testimonio de la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sobre la vida y misión de Jesucristo. Declaran que Jesús nació, vivió, murió y resucitó, restaurando así su iglesia y sacerdocio en la tierra. Testifican que algún día Jesús volverá para reinar como Rey de reyes y que todos seremos juzgados por él.
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Este documento ofrece el testimonio de la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sobre la vida y misión de Jesucristo. Declaran que Jesús nació, vivió, murió y resucitó, restaurando así su iglesia y sacerdocio en la tierra. Testifican que algún día Jesús volverá para reinar como Rey de reyes y que todos seremos juzgados por él.
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milenios, manifestamos nuestro testimonio de la real- idad de Su vida incomparable y de la virtud infinita de Su gran sacrificio expiatorio. Ninguna otra persona ha ejercido una influencia tan profunda sobre todos los que han vivido y los que an vivirn sobre la tierra. l fue el Gran Jehov del Antiguo Testamento y el Mesas del Nuevo Testamento. Bajo la direccin de Su Padre, l fue el Creador de la tierra. Todas las cosas por l fueron hechas, y sin l nada de lo que ha sido hecho, fue hecho (Juan 1:3). Aun cuando fue sin pecado, fue bautizado para cumplir toda justicia. l anduvo haciendo bienes (Hechos 10:38) y, sin embargo, fue repudiado por ello. Su Evangelio fue un mensaje de paz y de buena voluntad. l suplic a todos que siguieran Su ejemplo. Recorri los caminos de Palestina, sanando a los enfermos, haciendo que los ciegos vieran y levantando a los muertos. Ense las verdades de la eternidad, la realidad de nuestra existencia premortal, el propsito de nuestra vida en la tierra y el potencial de los hijos y de las hijas de Dios en la vida venidera. Instituy la Santa Cena como recordatorio de Su gran sa- crificio expiatorio. Fue arrestado y condenado por acusa- ciones falsas, se le declar culpable para satisfacer a la multi- tud y se le sentenci a morir en la cruz del Calvario. l dio Su vida para expiar los pecados de todo el gnero humano. La Suya fue una gran ddiva vicaria en favor de todos los que habitaran la tierra. Testificamos solemnemente que Su vida, que es funda- mental para toda la historia de la humanidad, no comenz en Beln ni concluy en el Calvario. l fue el Primognito del Padre, el Hijo Unignito en la carne, el Redentor del mundo. Se levant del sepulcro para ser las primicias de los que durmieron (1 Corintios 15:20). Como el Seor Resucitado, anduvo entre aquellos a los que haba amado en vida. Tambin ministr entre Sus otras ovejas (Juan 10:16) en la antigua Amrica. En el mundo moderno, l y Su Padre aparecieron al joven Jos Smith, iniciando as la largamente prometida dispensacin del cumplimiento de los tiempos (Efesios 1:10). Del Cristo Viviente, el profeta Jos escribi: Sus ojos eran como llama de fuego; el cabello de su cabeza era blanco como la nieve pura; su semblante brillaba ms que el resplandor del sol; y su voz era como el estruendo de muchas aguas, s, la voz de Jehov, que deca: Soy el primero y el ltimo; soy el que vive, soy el que fue muerto; soy vuestro abogado ante el Padre (D. y C. 110:34). De l, el Profeta tambin declar: Y ahora, despus de los muchos testimonios que se han dado de l, ste es el testimo- nio, el ltimo de todos, que nosotros damos de l: Que vive! Porque lo vimos, s, a la diestra de Dios; y omos la voz testificar que l es el Unignito del Padre; que por l, por medio de l y de l los mundos son y fueron creados, y sus habitantes son engendrados hijos e hijas para Dios (D. y C. 76:2224). Declaramos en palabras de solemnidad que Su sacerdocio y Su Iglesia han sido restaurados sobre la tierra, edificados sobre el fundamento de apstoles y profetas, siendo la principal piedra del ngulo Jesucristo mismo (Efesios 2:20). Testificamos que algn da l regresar a la tierra. Y se manifestar la gloria de Jehov, y toda carne juntamente la ver (Isaas 40:5). l regir como Rey de reyes y reinar como Seor de seores, y toda rodilla se doblar, y toda lengua hablar en adoracin ante l. Todos nosotros com- pareceremos para ser juzgados por l segn nuestras obras y los deseos de nuestro corazn. Damos testimonio, en calidad de Sus apstoles debida- mente ordenados, de que Jess es el Cristo Viviente, el inmor- tal Hijo de Dios. l es el gran Rey Emanuel, que hoy est a la diestra de Su Padre. l es la luz, la vida y la esperanza del mundo. Su camino es el sendero que lleva a la felicidad en esta vida y a la vida eterna en el mundo venidero. Gracias sean dadas a Dios por la ddiva incomparable de Su Hijo divino. EL CRISTO VIVIENTE EL TESTIMONIO DE LOS APSTOLES LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS LTIMOS DAS LA PRIMERA PRESIDENCIA EL QURUM DE LOS DOCE 1 de enero de 2000 1999 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados. Impreso en E.U.A. Aprobacin del ingls: 12/99. Aprobacin de la traduccin: 12/99. Traduccin de The Living Christ: The Testimony of the Apostles. Spanish.