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"El Curandero" Por Luis Germn Robles Mi casa est llena de fantasmas. Me lo dijo el curandero Hace dos noches.

Hizo gestos de dolor y esfuerzo Cuando acerc la mano A la toalla con la que te secaste Y habl en lenguas cuando, Con los ojos en blanco, levant la taza En que bebiste, entre besos y risas, aqul caf. Tu casa est llena de fantasmas, Me dijo el curandero (Besando a la vez un crucifijo, La estrella de David Y una imagen del dios Sol) Sealando la cama en mi habitacin. Dej caer, posedo, un par de lgrimas Mientras cubra el recorrido (An erotizado por la palpitacin de tu aroma) Que hiciste de la cama a la ducha. Unas risitas sofocadas Castigaron su solemnidad En el punto sobre la sbana Donde te ataqu a cosquillas. Y (fue un milagro que ambos presenciamos) Escuch el sonido de mar Que se deslizaba por tu respiracin Mientras dormas. Tu casa, muchacho, Dijo el curandero con desprecio, Bulle de fantasmas. Me lo dijo con envidia, Porque slo l, que sinti la huella de tu presencia, puede saber lo feliz que me hace vivir con la estela que dej tu recuerdo.

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