V. Las Misericordias de Dios son más grandes que todas sus obras.

R. Por eso cantaré las Misericordias de Dios para siempre.

ORACIÓN
VIACRUCIS
BÍBLICO
Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuel-
ve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en mo-
mentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos
sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia misma. Amén.

P. F l a v i a n o A m a t u l l i V. Fmap

DIRECCIONES:
La Coronilla
Para ser misionero en tus vacaciones, por
cuatro meses, un año o toda la vida.
Para ser misionera, en tus vacaciones,
por cuatro meses, un año o toda la vida.
de la Divina

Misericordia
VARONES MUJERES

Parroquia de Nuestro Señor Calle Omoa sector “J” Bloque 10 s/n

de las Aguas Col. Izaguirre, Tegucigalpa,
Morocelí, El paraíso, Honduras. Honduras.

Tel. 98 80 03 95 Tel. 96 08 94 79 Apóstoles de la Palabra

 Misericordia Divina, que baja al mundo en la Persona del Verbo Encarnado.
PRESENTACIÓN Misericordia Divina, que manó de la herida abierta del Corazón de Jesús.
Misericordia Divina, encerrada en el Corazón de Jesús para nosotros y especial-
Este VIA CRUCIS tiene tres características fundamentales:
mente para los pecadores.
1.– Es bíblico por eso se recomienda leer los textos directamente de la Misericordia Divina, impenetrable en la institución de la Sagrada Hostia.
Biblia;
Misericordia Divina, en la institución de la Santa Iglesia.
2.– esta abierto al compromiso misionero; Misericordia Divina, en el sacramento del Santo Bautismo.
3.– pone énfasis en el papel de Espíritu Santo en nuestra vida cristia- Misericordia Divina, en nuestra justificación por Jesucristo.
na, presentando así una visión más amplia y completa de la salvación. Misericordia Divina, que nos acompaña durante toda la vida.
Tiende a favorecer la unidad entre una vida cristiana más Misericordia Divina, que nos abraza especialmente a la hora de la muerte.
comprometida y las devociones populares. Por eso puede ser particu- Misericordia Divina, que nos otorga la vida inmortal.
larmente útil para los seminarios, casas religiosas y grupos apostóli-
cos. Misericordia Divina, que nos acompaña en cada momento de nuestra vida.
Misericordia Divina, que nos protege del fuego infernal.
Es muy importante adatar el texto a las circunstancias. Si no
se dispone el tiempo suficiente podría sustituir el texto de alguna esta- Misericordia Divina, en la conversión de los pecadores empedernidos.
ción con otro más breve. Misericordia Divina, asombro para los ángeles, incomprensible para los Santos.
P. Flaviano Amatulli Valente, fmap Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios.
Misericordia Divina, que nos rescata de toda miseria.
CANTOS
Misericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y deleite.
Misericordia Divina, que de la nada nos llamó a la existencia.
PERDONA PERDÓN,
A TU PUEBLO, SEÑOR OH DIOS MÍO Misericordia Divina, que abarca todas las obras de sus manos.

PERDONA A TU PUEBLO, Misericordia Divina, corona de todas las obras de Dios.

PERDÓN, OH DIOS MÍO,
SEÑOR. PERDÓN E INDULGENCIA; Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos.
PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓN Y CLEMENCIA,
PERDONALE, SEÑOR. (2) Misericordia Divina, dulce consuelo para los corazones angustiados.
PERDÓN Y PIEDAD . (2)
No estés eternamente enojado,
Pequé, ya mi alma Misericordia Divina, única esperanza de las almas desesperadas.
No estés eternamente enojado:
Perdónale señor. su culpa confiesa: Misericordia Divina, remanso de corazones, paz ante el temor.
mil veces me pesa
Por tus profundas llagas crueles, de tanta maldad. Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas.
Por tus salivas y por tus hieles:
Perdónale Señor Mil veces me pesa Misericordia Divina, que infunde esperanza, perdida ya toda esperanza".
de haber, obstinado
Por tus heridas de pies y manos, tu pecho rasgado,
Por los azotes tan inhumanos: ¡oh Suma Bondad!
Perdónales, señor Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Yo fui quien del duro
Po los tres clavos que te clavaron madero inclemente Perdónanos, Señor.
Y las espinas que te punzaron: te pudo pendiente
con vil impiedad Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Perdónale, Señor
Por mi en el tormento
Escúchanos, Señor.
Por las tres horas de agonía ,
en que por Madre diste a María: tu sangre vertiste Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Perdónale, señor y prenda me diste
de amor y humildad Ten piedad de nosotros.
2 15
Y en vez del Ave María se dice 10 veces:

V. “Por su dolorosa pasión,

R. “Ten Misericordia de nosotros y del mundo entero”.
AL EMPEZAR
Al final, se repite 3 veces:
“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten Misericordia de nosotros y del EL VIACRUCIS
mundo entero”.

Se repite 3 veces:
“Oh Sangre y agua que brotaron del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente
inagotable de misericordia para nosotros, en ti confío.
Guía: Por la señal de la Santa Cr uz,

Se repite tres veces: Todos: de nuestr os enemigos, líbr anos, Señor , Dios nuestr o.
Jesús en ti confío En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

L etanías a la Divina Misericordia

Guía: Señor mío J esucr isto,

Todos: Dios y hombr e ver dader o, me pesa de todo cor azón haber peca-
do, porque he merecido el infierno y he perdido el Cielo; sobre todo, porque
Señor, ten piedad de nosotros. te ofendí a Ti, que eres tan bueno y que tanto me amas, y a quien yo quiero
Cristo, ten piedad de nosotros. amar sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia, enmendar-
Señor, ten piedad de nosotros. me, evitar las ocasiones próxima de pecado, confesarme y cumplir la peniten-
cia. Confío me perdonarás por tu infinita misericordia. AMÉN.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.

Dios Padre Celestial, Guía: Her manos: estamos aquí r eunidos par a r ecor dar los gr andes
ten piedad de nosotros. sufrimientos que Cristo soportó para salvarnos. Un día Cristo dijo: “No existe
Dios Hijo, Redentor del mundo, amor más grande que dar la vida por los amigos” (Jn. 15,3).
ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, Sufriendo y muriendo en la cruz, Jesús nos dio la prueba más grande de su
ten piedad de nosotros. amor por nosotros. Recorriendo las estaciones del VIA CRUCIS, iremos me-
Santísima Trinidad que eres un solo Dios verdadero, ditando sobre nuestros pecados, que fueron la causa de la muerte de Cristo, y
ten piedad de nosotros. al mismo tiempo nos preguntaremos: ¿Qué hacemos para que la sangre de
Cristo no sea desperdiciada? ¿Cuánta gente hay todavía que no conoce a
Después de cada invocación se dice: Cristo y no lo ama? ¿Qué puedo hacer yo para que la gente se acerque más a
"En ti confío" (Diario, 949): Jesús, que sufrió tanto para salvarnos?

Misericordia Divina, que brota del seno del Padre.

Misericordia Divina, supremo atributo de Dios. Guía: Señor pequé, ten miser icor dia de mi.
Misericordia Divina, misterio incomprensible.
Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad. Pueblo: Pecamos y nos pesa, ten miser icor dia de nosotr os que por noso-
Misericordia Divina, insondable para todo entendimiento humano o angélico. tros padeciste.
Misericordia Divina, de donde brotan toda vida y felicidad.
Misericordia Divina, más sublime que los cielos.
Misericordia Divina, fuente de milagros y maravillas.
14 Misericordia Divina, que abarca todo el universo. 3
 Promesas a los que
Primera Estación propaguen
JESÚS esta devoción
ES CONDENADO “A las almas que propaguen la
A MUERTE devoción a mi Misericordia, las
protejo durante toda su vida como
Lee: Is. 53,1-8 una madre cariñosa protege a su
niño recién nacido y a la hora de la
Guía: Nosotr os somos aquel pueblo por el que Cr isto fue condenado a muer te. muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso”.
Cristo aceptó ser NUESTRO REPRESENTANTE delante del Padre y pagar por
nuestros pecados. La condena de Pilatos tenía que recaer sobre cada uno de noso- “Las almas que adoren mi Misericordia y propaguen la devoción a ella
tros. (Reflexión en Silencio) invitando a otras almas a confiar en mi Misericordia, no experimentarán
terror en la hora de la muerte. Mi Misericordia les dará amparo en este
Guía: OREMOS. Señor J esús, gr acias por haber nos amado tanto. Ten piedad último combate”.
de nosotros. Ayúdanos a reconocer que nuestros pecados, que han sido la causa de
tu condenación a muerte. Condiciones para alcanzar estas promesas
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
confianza
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
“Cuanto más confía el alma, tanto más alcanza”.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto)
“Si tu confianza es grande, mi generosidad no tendrá límites. Lo que
más hiere a mi Corazón es el pecado de la desconfianza”.
Segunda Estación
“Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi
JESÚS CARGA LA CRUZ Misericordia”.

Y SE DIRIGE HACIA EL “Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los
pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el
CALVARIO bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la
hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina”.
Lee: Mc 8,34-38
¿Cómo se reza la coronilla de la
Después de la condena, le entregan a Cristo una cruz y empieza su largo y penoso camino Divina Misericordia?
hacia el Calvario, lugar donde será crucificado.
Detengámonos un momento y reflexionemos. Si Cristo hizo tanto por nosotros, ¿es justo que Se reza con un rosario común. Se empieza con
nosotros sigamos diciendo que estamos ocupados y que no tenemos tiempo para conocer un Padrenuestro, Avemaría y Credo. Luego con
más a Cristo y seguirlo de verás? ¿Por qué nos espanta tanto el sufrimiento, si nuestro Maes- las cuentas del Santo Rosario:
tro llegó a dar la vida por nosotros? (Reflexión en Silencio).

Guía: OREMOS. Señor J esús, concédenos llevar nuestr a cr uz con paciencia y fidelidad En vez del padre nuestro se dice:
hasta la muerte.
“Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo y la
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos, Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadí-
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén. simo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como
propiciación por nuestros pecados y los del
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto)
4 mundo entero”. 13
 CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORIDIA
Palabras de Jesús a Santa Faustina
“Me queman las llamas de la Misericordia, deseo derra-
marlas sobre las almas de los hombres. Oh, qué dolor
me dan cuando no quieren aceptarlas (...) Dile a la hu-
manidad doliente que se abrace a mi Corazón misericor-
dioso y Yo la llenaré de paz”.
“La humanidad no encontrará la paz hasta que no se
dirija con confianza a mi Misericordia”.
“El alma que confíe en mi Misericordia no perecerá, ya
que todos sus asuntos son míos. El alma más feliz es la
que confía en mi Misericordia, pues Yo mismo la cuido”.
“Yo soy el Amor y la Misericordia. Quien se acerque a
Mí con confianza recibe mi gracia con tal sobreabundan-
cia, que no la puede contener y la irradia sobre los
otros”.
“Ningún pecado, aunque sea un abismo de corrupción agotará mi Misericordia. Aunque
el alma sea como un cadáver en plena putrefacción, y no tenga humanamente ningún
remedio, ante Dios sí lo tiene”.
“Por los pecadores bajé a la tierra y derramé toda mi Sangre”.
“Yo soy Santo, y el menor pecado me horroriza. Pero cuando los pecadores se arre-
pienten, mi Misericordia no tiene límites. Cuanto mayor es su pecado tanto mayor es
su derecho a mi Misericordia”.
“Los mayores pecadores podrían convertirse en grandes santos si confiaran en mi Mi-
sericordia. Encuentro mis delicias santificando a las almas. Los mayores pecadores
tienen particular derecho a mi Misericordia. Es para Mí una alegría cuando acuden a
mi Misericordia. Les colmo por encima de su esperanza”.
“Di a mis Sacerdotes que los pecadores empedernidos se derretirán a causa de sus
palabras, cuando hablen sobre mi insondable Misericordia y sobre la compasión que
mi Corazón tiene para con ellos”.
“Las almas que acudan al Tribunal de la Misericordia encontrarán los más sorprenden-
tes milagros, pues cuando te acerques a confesar, debes saber que Yo mismo te espe-
ro en el confesionario, oculto en el Sacerdote”.
“Yo no puedo castigar al que confía en mi Misericordia. Castigo cuando se me obliga.
Pero antes de venir como Juez el Día de la Justicia, Yo abro las puertas de mi Amor
y concedo el tiempo de la Misericordia”.
12
Tercera Estación
JESÚS CAE
POR PRIMERA VEZ
Lee: Isaías 50, 6-7
Guía: Cr isto no puede seguir adelante, car gando la cr uz por mucho r ato, ya
se acabaron sus fuerzas: la agonía en el Getsemaní, la noche pasada entre los
insultos de los jefes del pueblo, la flagelación y la coronación de espinas, lo han
destruido, y cae agotado.
Los soldados se le acercan y le pegan sin compasión. Jesús reúne todas sus fuer-
zas, se levanta otra vez y sigue su camino, sin decir una palabra. (Reflexión en
Silencio).
Guía: OREMOS. Señor J esús, enséñanos a sufr ir . Que no nos desanimemos
en la prueba. Danos la fuerza para levantarnos, cuando caemos en el pecado.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto)
Cuarta Estación
JESÚS
ENCUENTRA
A SU MADRE
Lee: Lc. 2, 34-35
Guía: Al ver a J esús car gando la cr uz y lleno de sangr e, entr e los insultos de
la gente, María siente en su corazón un profundo dolor y se acuerda de la profe-
cía de Simeón. Conociendo las Escrituras, María sabe que mediante el sufri-
miento Cristo nos va a salvar. Por eso se une íntimamente al sacrificio de su
Hijo, sufriendo con Él por nuestra Salvación. (Reflexión en Silencio).
Guía: OREMOS. Oh, Mar ía, madr e de J esús y madr e nuestr a, enséñanos a sufr ir
con Jesús por la salvación del mundo entero.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto) 5

Quinta Estación
EL CIRINEO AYUDA
A JESÚS A LLEVAR
LA CRUZ
Lee: Lc. 10, 2-3
Guía: J esús ya no puede seguir con la cr uz, está tan acabado. Entonces, los soldados
obligan a un hombre de Cirene para que lo ayude a llevar la cruz.
Es un ejemplo para nosotros. También nosotros tenemos que ayudar a Jesús para que su
sangre no sea inútil para mucha gente. En realidad, todavía hay muchos hermanos que no
conocen a Cristo. Nosotros tenemos que preocuparnos por ellos y hacer algo. Pidamos al
Señor continuamente por las vocaciones misioneras, catequistas, delegados, ministros que
tengan el valor de predicar el mensaje de Cristo con mucha libertad y valentía. (Reflexión
en silencio)
Guía: OREMOS. Señor J esús, per dónanos si muchas veces no te hemos ayudado a
llevar la cruz. Tal vez por culpa nuestra muchos se echaron a perder. Ayúdanos a vivir el
compromiso que tomamos el día de nuestra Confirmación, de ser soldados tuyos en el mun-
do.
Decimoquinta Estación
JESUCRISTO
RESUCITA
VICTORIOSO
Lee: Col. 2, 12-13; 3, 1 -4
Guía: San Pablo, escr ibiendo a Timoteo, dice: “Acuérdate de Jesucristo, resucitado
de entre los muertos. Si hemos muerto con Él, con El también viviremos. Si sufrimos con
El, también reinaremos con Él” (2 Tim 2,8.11-12a).
Para nosotros, Cristo tiene que ser todo; su vida tiene que ser nuestra vida. (Reflexión en
Silencio).
Guía: OREMOS. Señor J esús, enséñanos a vivir pensando siempr e en Ti, que estás
victorioso a la diestra del Padre. Qué después de haberte acompañado hasta el Calvario,
podemos alcanzarte en la gloria.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto)
ORACIÓN COMUNITARIA

Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos, Guía: Her manos, hemos visto cuánto Dios
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén. hizo por nosotros. Acerquémonos, pues, a Él con
toda confianza, pidiéndole sinceramente perdón
por todos los pecados que hayamos cometido y
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto) renovándole la entrega total de nuestra vida. Él
nos amó y entregó su vida por nosotros; también
nosotros, de ahora en adelante, tratemos de
Lector: Por los cr istianos compr ometidos,
para que entiendan que su vida es inútil si no
están llenos del Espíritu Santo.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.
Lector: Por el Papa, los obispos, los sacer do-
tes y los diáconos, para que no se cansen nunca

Sexta Estación amarlo sobre todas las cosas y de vivir conduci-

dos por su mismo Espíritu.
de predicar a Cristo, muerto y resucitado por
nosotros.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.
A cada intención, contestemos todos:
LA VERÓNICA ENJUGA TE ROGAMOS, SEÑOR. Oración conclusiva

EL ROSTRO DE JESÚS Lector: Por todos nosotros, para sintamos un

verdadero horror al pecado.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.
Lee: Col. 3, 5-10 Lector: Par a que compr endamos que nues-
tros pecados han sido la causa de los sufrimien-
Guía: Mientr as J esús tr ata de seguir adelante, una mujer se le acer ca y le enjuga el tos de Cristo.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.
rostro con una toalla, quedando en ella la imagen de su cara.
Cada cristiano tiene que imitar a la Verónica, procurando trasformar su misma vida en una
imagen de Cristo. (Reflexión en Silencio). Lector: Par a que de ahor a en adelante, nunca
nos separemos de Cristo, nuestro hermano y
salvador.
Guía: OREMOS. Señor J esús, gr aba en nuestr os cor azones la imagen de tu r ostr o. Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.
Que nunca nos olvidemos de ti.
Lector: Por las misiones, par a que Dios au-
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos, mente el número de los catequistas, delegados,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén. ministros y misioneros.
6 Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto)
Guía: Oh, Padr e Celestial, te damos gr acias y te
alabamos por el grande amor que has manifestado
hacia nosotros. Por amor nos creaste y por amor nos
redimiste, entregando a tu mismo Hijo, que derramo
toda su sangre para pagar nuestra libertad y conseguir-
nos el perdón de los pecados.
Y para que nuestra vida, desde ahora fuera una ofren-
da agradable para ti, nos enviaste al Espíritu Santo
como primicia de la nueva vida que tendremos un día
en la gloria. No permitas que nunca volvamos al
pecado; más bien, ayúdanos a tener siempre una vida
santa, alabándote ahora y por os siglos de los siglos.
AMÉN.
Guía: Que el Señor nos bendiga,
nos guarde de todo mal
y nos lleve a la vida eterna.
Pueblo: Amén.
Canto
11
 Decimotercera Estación
BAJAN A JESÚS
DE LA CRUZ
Lee: Jn 19, 32-37
Guía: ¿Qué más hubier a podido hacer J esús por nosotr os, y no lo hizo?
“Contemplarán al que traspasaron”, dice San Juan, concluyendo el relato de la Pasión
de Cristo. Es lo que nosotros estamos haciendo ahora: contemplar, meditar, pensar
seriamente en Cristo, muerto por nosotros. En realidad, sabemos que “en ningún otro
nombre se encuentra la salvación, ya que no se ha dado a los hombres sobre toda la
tierra, otro nombre por el cual podemos ser salvador” (Hech. 4,12) (Reflexión en silen-
cio)
Guía: OREMOS. Gr acias, oh Señor J esús, por haber nos amado tanto. Que nunca
nos cansemos de alabarte y bendecirte.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto).
Decimocuarta Estación
JESÚS ES SEPULTADO
Lee: Fil. 2, 2-8
Guía: Después de haber lo bajado de la cr uz, lo llevan al sepulcr o. He aquí el
ejemplo más grande de la humillación.
Aquí vemos todo lo contrario de la actitud de Adán y Eva, nuestros padres en la
desobediencia. Siendo hombres, quisieron ser iguales a Dios. Jesús, siendo Dios se
hizo igual a nosotros, para salvarnos. El silencio del sepulcro tiene mucho que ense-
ñarnos . (Reflexión en silencio)
Guía: OREMOS. Señor J esús enséñanos a ser humildes. Que nunca busquemos
los honores de este mundo.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
10 Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto).
Séptima Estación
JESÚS CAE POR
SEGUNDA VEZ
Lee: 1 Ped 1, 14-25
Guía: Nuestr as r ecaídas en el pecado fuer on la causa de las numer osas caídas
de Jesús en su doloroso camino hacia el Calvario. Es necesario que tomemos en
serio nuestro compromiso cristiano, recordando que hemos sido salvados por la
sangre de Cristo, el hijo de Dios. (Reflexión en Silencio).
Guía: OREMOS. Señor J esús, per dónanos por nuestr as r ecaídas en el pecado.
Danos la fuerza de tu Espíritu, para que podamos resistir a los ataques del demonio.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto)
Octava Estación
JESÚS HABLA CON
LAS PIADOSAS
MUJERES
Lee: Lc 23, 27-31
Guía: Ahor a J esús como a las piadosas mujer es nos dice: “No lloren por mí, yo
ya hice lo que pude para salvarlos. Lloren más bien por ustedes mismos. Porque, si
no se arrepienten de veras y no dejan el pecado de una vez, recibirán tremendos
castigos, como les pasó a los habitantes de Jerusalén, por no haber hecho caso a mis
palabras. Y sufrirán más, porque se trata de un castigo eterno”. (Reflexión en Silen-
cio).
Guía: OREMOS. Señor J esús, concédenos un ver dader o ar r epentimiento de
nuestros pecados y un firme propósito de no volver a pecar.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto) 7

Novena Estación
JESÚS CAE POR
TERCERA VEZ
Lee: Ez 36, 25-27
Guía: A pesar de hacer todo el esfuer zo posible par a seguir adelante, J esús ya no
aguanta y cae por tercera vez. Así es cuando uno es débil. Así pasa con nosotros, cuando
volvemos a caer en el pecado. Es necesario que Dios mismo intervenga en nuestra vida, puri-
ficándonos del pecado y dándonos un nuevo corazón.
Si seguimos pecando, es que no hemos tenido la fe suficiente en las promesas de nuestro
Padre Dios. Pidámosle a Dios que aumente nuestra fe y cumpla en nosotros su promesa.
(Reflexión en silencio).
Guía: OREMOS. Oh, Padre Celestial, en el nombre de Jesús, te pedimos que nos quites de
una vez este corazón de piedra y nos concedas un corazón de carne, que sepa amar de veras a
Ti y a los hermanos.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto).
Décima Estación
JESÚS ES
DESPOJADO DE
SUS VESTIDURAS
Lee: (Sal. 22, 7.15.19)
Guía: Mientr as J esús es despojado de las vestidur as, nosotr os seguimos teniendo nues-
tro corazón apegado al dinero y a los honores. Se ve que no hemos entendido nada del men-
saje de Cristo. Es necesario que de una vez tomemos una decisión clara: o con Cristo o contra
Cristo, ya que es imposible servir a dos amos. (Reflexión en silencio)
Guía: OREMOS. Señor J esús, ayúdanos a despojar nos de nuestr as malas costumbr es.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto).
8 Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto).
Undécima Estación
JESÚS
ES
CRUCIFICADO
Guía: Empezando su pr edicación, J esús había dicho: “Por que tanto amó
Dios al mundo que le dio su Hijo único, para que todo el que crea en Él, no se
pierda, sino que tenga la vida eterna” (Jn. 3,16)
¿Cuánta gente hay todavía en el mundo que no conoce este mor de Dios?
¿Qué estoy haciendo yo para que la Sangre de Cristo no sea inútil para mí y
para mis hermanos? (Reflexión en Silencio).
Guía: OREMOS. Señor J esús, ayúdanos a ser tus testigos en el mundo.
Que todos los hombres conozcan tu amor y se acerquen a Ti.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador ,
amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre… (Canto).
Duodécima Estación
JESÚS
MUERE
EN LA CRUZ
Lee: Ap 9,10.12
Guía: Después de tr es hor as de penosísima agonía, J esús muer e, entr e los
insultos y las burlas del pueblo. Es el nuevo Cordero Pascual. En su sangre se
establece el Nuevo Compromiso, o Alianza, entre Dios y el nuevo Pueblo de
Israel, que es la Iglesia, representado por María, San Juan y unas cuantas mu-
jeres. Es el momento más importante de toda la historia de la humanidad.
Alabemos a Cristo y démosle gracias por el grande amor nos ha manifestado.
(Reflexión en Silencio).
Guía: OREMOS. Gr acias, oh Señor J esús, por haber nos amado tanto.
Que nunca nos cansemos de alabarte y bendecirte.
Guía: Te ador amos, Oh Cr isto y te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cr uz r edimiste al mundo y a mí pecador , amén.
9