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HUBIRAMOS QUERIDO TENER EN NUESTRAS MANOS

hubiramos querido tener en nuestras manos la eternidad de nuestras vidas pero slo nos era permitido ocupar el cuarto por tres horas. la vieja cama rechin hiriendo nuestros odos, para entonces ya nada importaba. con las precauciones del caso cara - a - cara intentamos recuperar nuestro destino y nos amamos desesperadamente. yo todava conservo una mata de tu pelo entre mis piernas.

envueltos en las sbanas de tu cama, esa cama tuya cargada de pesares descubrimos las mil formas del amor; mis senos como palomas alimentaron tus angustias y tus pasos se perdan locos en la llanura de mi vientre, oh! fauno enamorado cabalgabas sobre m desesperadamente. tus labios tomaron posesin de mi sexo

y una lluvia de estrellas ba nuestros cuerpos y tu semen vino a m curando todas mis penas. al final fumamos y nos quejamos del viejo colchn de paja limpiamos nuestros sexos hurgamos en viejos poemas la definicin de lo nuestro volvimos a fumar y las cuatro paredes de tu cuarto se hicieron evidentes tan claras y evidentes. yo te dije adis y t prometiste llamarme.

entro lentamente por tus venas hasta inundar todos los rincones de tu cuerpo rescato tu nombre milenario en cada arteria te pierdo y me encuentro en la profundidad de tu mirada sin compaa alguna invado tus pulmones y vivo y me recreo con el aire que respiras avanzo por debajo de tu piel y organizo con exactitud

el metabolismo de tus penas y tu cuerpo se convierte en la zona sagrada de mi vida. sin embargo, hoy es maana y maana ser nunca.

siempre supe que te encontrara en alguna vieja calle de Lima. desde entonces preparo cuidadosamente nuestro encuentro.

MARA EMILIA CORNEJO

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