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CARTA DEL PAPA JUAN PABLO II A LOS MONAGUILLOS

Queridos monaguillos: Vuestro compromiso en el altar no es slo un deber, sino un gran honor, un autntico servicio santo. Quisiera ofreceros algunas reflexiones a propsito de este servicio. La tnica del monaguillo es particular. Recuerda al vestido que lleva quien es acogido en Jesucristo en la comunidad. Me refiero al vestido bautismal cuyo significado profundo explica san Pablo: Todos los bautizados en Cristo os habis revestido de Cristo (Gl 3, 27). Si bien a vosotros, queridos monaguillos, os queda ahora ya muy pequeo el vestido bautismal, os habis revestido con el de los monaguillos. S, el bautismo es el punto de partida de vuestro autntico servicio litrgico, que os pone al lado de vuestros obispos, sacerdotes y diconos (cf. Sacrosanctum Concilium, n. 29). El monaguillo ocupa un puesto privilegiado en las celebraciones litrgicas. Quien ayuda a misa, se presenta ante una comunidad. Experimenta de cerca que en todo acto litrgico Jesucristo est presente y acta. Jess est presente cuando la comunidad se rene para rezar o alabar a Dios. Jess est presente en la Palabra de las sagradas Escrituras. Jess est presente sobre todo en la Eucarista, en los signos del pan y del vino. l acta por medio del sacerdote que in persona Christi celebra la santa misa y administra los sacramentos. De este modo, en la Liturgia sois mucho ms que simples ayudantes del prroco. Sois sobre todo servidores de Jesucristo, del eterno Sumo Sacerdote. As, vosotros, monaguillos, estis llamados en particular a ser jvenes amigos de Jess. Profundizad y cultivad esta amistad con Jess. Descubriris que habis encontrado en Jess un autntico amigo para toda la vida. Con frecuencia el monaguillo lleva en su mano una vela. Recuerda a lo que dijo Jess en el Discurso de la Montaa: Vosotros sois la luz del mundo (Mt 5,14). Vuestro servicio no puede quedar limitado al interior de la Iglesia. Debe irradiarse en la vida de todos los das: en la escuela, en la familia y en los diferentes mbitos de la sociedad. Pues quien quiere servir a Jesucristo dentro de la iglesia tiene que ser su testigo por doquier. Queridos nios! Vuestros contemporneos esperan la autntica luz del mundo (cf. Jn 1,9). No tengis vuestro candelero slo dentro de la iglesia, llevad la llama del Evangelio a todos los que estn en las tinieblas y viven un momento difcil de su existencia.

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