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Poemario: Escoja un poema para memorizar este Cardo ni ortiga cultivo

semestre. Cultivo la rosa blanca.


EL VIAJE DEFINITIVO La calle
Juan Ramón Jiménez Octavio Paz (México)
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros Es una calle larga y silenciosa.
cantando; Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y se quedará mi huerto con su verde árbol, y me levanto y piso con pies ciegos
y con su pozo blanco.
las piedras mudas y las hojas secas
Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y alguien detrás de mí también las pisa:
y tocarán, como esta tarde están tocando, si me detengo, se detiene;
las campanas del campanario. si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
Se morirán aquellos que me amaron; y doy vueltas y vueltas en esquinas
y el pueblo se hará nuevo cada año; que dan siempre a la calle
y en el rincon de aquel mi huerto florido y donde nadie me espera ni me sigue,
encalado, donde yo sigo a un hombre que tropieza
mi espiritu errará, nostalgico. y se levanta y dice al verme: nadie.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin Rosa divina
árbol
verde, sin pozo blanco, Sor Juana Inés de la Cruz (México)
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando. Rosa divina que en gentil cultura
eres, con tu fragante sutileza,
En Paz magisterio purpúreo en la belleza,
Amado Nervo (México) enseñanza nevada a la hermosura.
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida, Amago de la humana arquitectura,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; ejemplo de la vana gentileza,
en cuyo ser unió naturaleza
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino; la cuna alegre y triste sepultura.

que si extraje la miel o la hiel de las cosas, ¡Cuán altiva en tu pompa, presumida,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: soberbia, el riesgo de morir desdeñas,
cuando planté rosales, coseché siempre rosas. y luego desmayada y encogida
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: de tu caduco ser das mustias señas,
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! con que con docta muerte y necia vida,
Hallé sin duda largas noches de mis penas; viviendo engañas y muriendo enseñas!
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas... Volverán las oscuras golondrinas
Adolfo Béquer (España)
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. Volverán las oscuras golondrinas
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
La rosa blanca
jugando llamarán;
José Martí, Cuba
pero aquéllas que el vuelo refrenaban
Cultivo una rosa blanca tu hermosura y mi dicha al contemplar,
En junio como en enero, aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
Para el amigo sincero ésas... ¡no volverán!
Que me da su mano franca. Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
Mas para el cruel que me arranca y otra vez a la tarde, aún más hermosas,
El corazón con que vivo, sus flores se abrirán;
pero aquéllas, cuajadas de rocío, cantando pasa:
cuyas gotas mirábamos temblar —¡Upa, mi negro,
y caer, como lágrimas del día... que el sol abrasa!
ésas... ¡no volverán! Ya nadie duerme,
Volverán del amor en tus oídos ni está en su casa;
las palabras ardientes a sonar; ni el cocodrilo
tu corazón, de su profundo sueño ni la yaguaza,
tal vez despertará ni la culebra,
pero mudo y absorto y de rodillas, ni la torcaza...
como se adora a Dios ente su altar, Coco, cacao,
como yo te he querido..., desengáñate: cacho, cachaza,
¡así no te querrán! ¡upa, mi negro,
que el sol abrasa!
LO FATAL
Rubén Darío (Nicaragua) Negrazo, venga
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, con su negraza.
y más la piedra dura, porque esa ya no siente, ¡Aire con aire,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser que el sol abrasa!
vivo, Mire la gente,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente. llamando pasa;
gente en la calle,
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, gente en la plaza;
y el temor de haber sido y un futuro terror... ya nadie queda
Y el espanto seguro de estar mañana muerto, que esté en su casa...
y sufrir por la vida y por la sombra y por Coco, cacao,
cacho, cachaza,
lo que no conocemos y apenas sospechamos, ¡upa, mi negro
y la carne que tienta con sus frescos racimos, que el sol abrasa!
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
!y no saber adónde vamos, Negrón, negrito,
ni de dónde venimos...! ciruela y pasa,
salga y despierte,
que el sol abrasa,
PASA Y OLVIDA. diga despierto
Peregrino que vas buscando en vano lo que le pasa...
un camino mejor que tu camino, ¡Que muera el amo,
¿cómo quieres que yo te dé la mano, muera en la brasa!
si mi signo es tu signo, Peregrino? Ya nadie duerme,
No llegarás jamás a tu destino; ni está en su casa:
llevas la muerte en ti como el gusano ¡coco, cacao,
que te roe lo que tienes de humano... cacho, cachaza,
¡lo que tienes de humano y de divino! upa, mi negro,
Sigue tranquilamente, ¡oh, caminante! que el sol abrasa!
Todavía te queda muy distante
ese país incógnito que sueñas...
Y soñar es un mal. Pasa y olvida, Cobardía
pues si te empeñas en soñar, te empeñas
en aventar la llama de tu vida. Amado Nervo
Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza!
Canción de cuna para despertar a un negrito
¡Qué rubios cabellos de trigo garzul!
Nicolás Guillén (cuba) ¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata
realeza
Una paloma de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul...
Pasó con su madre. Volvió la cabeza: luz propia, its own light
¡me clavó muy hondo su mirada azul! majestad benigna... buena
Debemos, por desgracia,
Quedé como en éxtasis... Con febril
premura, unfortunat
ely
«¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al
par.
asesinarlo:
...Pero tuve miedo de amar con locura, se hunde
de abrir mis heridas, que suelen sangrar, el cuchillo
¡y no obstante toda mi sed de ternura, en su pulpa viviente, living pulp

cerrando los ojos, la dejé pasar. es una roja


víscera, entrail
un sol fresco,
profundo,
inagotable, inexhaustible
llena las ensaladas
de Chile...

Pablo Neruda (Chile, 1904-1973) uno de los más


grandes poetas y escritores de la literatura hispana.
Recibió el Premio Nóbel de literatura en 1971.
Escribió, entre otras cosas, Veinte poemas de amor
y una canción desesperada, Odas elementales, Isla
Negra, Confieso que he vivido, etc.

Oda al tomate
Oda a la tormenta
La calle
Anoche
se llenó de tomates,
vino
mediodía, ella,
verano, rabiosa, furiosa
la luz azul, color de noche,
se parte breaks roja, color de vino,
en dos la tempestad storm
mitades halves trajo
de tomate, su cabellera de agua,
corre ojos de frío fuego,
por las calles anoche quiso
el jugo. dormir sobre la tierra.
Llegó pronto...
En diciembre quería dormir
se desata breaks away
y preparó su cama,
el tomate, barrió selvas, caminos,
invade barrió montes, woodlands
las cocinas, lavó piedras de océano,
entra por los almuerzos, y entonces
se sienta como si fueran plumas as if they were feathers
reposado calmado removió los pinares pine trees

en los aparadores sideboards para hacerse su cama.


entre los vasos, Sacó relámpagos lightnings
de su saco de fuego,
las mantequilleras, butter dishes
dejó caer truenos thunder
los saleros azules. como grandes barriles. Barrels
Tiene De pronto
fue silencio: que terminaba el mundo,
una hoja entonces,
iba sola en el aire, lluvia,
como un violín volante, flying lluvia
entonces, sólo lluvia...
antes
de que llegara al suelo, before it hit the ground
tempestad, en tus manos
la tomaste...
y cuando ya creíamos

Metamorfosis
Luis G. Urbina

Era un cautivo beso enamorado


de una mano de nieve que tenía
la apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de un ave en agonía.
Y sucedió que un día,
aquella mano suave
de palidez de cirio,
de languidez de lirio,
de palpitar de ave,
se acercó tanto a la prisión del beso
que ya no pudo más el pobre preso
y se escapó; mas, con voluble giro,
huyó la mano hasta el confín lejano,
y el beso, que volaba tras la mano,
rompiendo el aire, se volvió suspiro.

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