Está en la página 1de 1

AMOR EN SILENCIO

Como un león corría por la playa, cuyo color azul se confundía con el cielo diáfano.
Descalzo en la arena dejando grabadas mis huellas, todos los veranos llegaba yo con el
deseo de verte, mas tu ausencia era lo único que encontraba.
Tú, mi dulce compañera de escuela primaria, y luego en nuestra adolescencia, de tardes
literarias.
Cada noche, escondido detrás del eucaliptus fragoso y fuerte, que tu abuelo Noño había
plantado cuarenta años atrás, veía como otra gente transitaba sin imaginarse el
sufrimiento que me causabas. No sabía que hacer, tan largo viaje para no verte, me
sentía perdido, solo y sin razón de ser.
Cómo hubiera querido poder tomar y sentir el candor de tu piel joven y hermosa que me
subyugó hasta el dolor más profundo. Vivo imaginando como hubiera sido ese
encuentro, el poder mirarte a los ojos y decirte que te amaba desde siempre.
Hoy he vuelto a la playa de este rincón del sur, embriagador y excitante, ella hubiera
sido testigo de nuestros encuentros, de nuestro amor. Las olas en suave movimiento
mojan mis pies, siento helarse mis rodillas, tiembla mi cuerpo y la mirada se pierde en
este atardecer que te reclama y no te encuentra.

GRACIELA SILVA

También podría gustarte