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El monstruo Rígor

Capítulo 1

Erase una vez dos muchachos, uno que se llamaba Prudencio y otro
Calimero. Un día fueron a pescar a un pantano muy grande. Cuando
llegaron al pantano se bajaron de las bicis y empezaron a preparar las
cañas para pescar, al rato de preparar las cañas, le pusieron cebo al
anzuelo y lanzaron la caña al pantano y empezaron a pescar. A los 5
minutos a uno de ellos, a Prudencio, le picó un pez y cuando lo saco
del agua era una carpa de 3 kilogramos, después de pescarla, volvió a
coger cebo, se lo puso otra vez al anzuelo, volvió a lanzar otra vez la
caña y empezó a pescar, pasó un rato y no les picaba nada y ya
estaban empezando a aburrirse de pescar porque no les picaba
ningún pez. Después de pasar un cuarto de hora llamaron a Calimero
por el móvil y eran unos amigos suyos. Sus amigos le dijeron a el que
iban a ir para allá, para pescar también con ellos. Mientras ellos
venían a Calimero se le empezó a hundir la boya y cuando se hundió
entera hacia el fondo del pantano tiró de la caña para arriba y le había
picado un pez muy grande y empezó el pez a moverse muy rápido y
Calimero no era capaz de sacarlo del agua, entonces Prudencio le
dijo a Calimero que lo dejara correr, que no lo sacase todavía porque
era muy grande y tenía que cansarlo para sacarlo del agua porque
tenía mucha fuerza.
Capítulo 2.

Al pasar una hora cogió Calimero la caña otra vez y empezó a sacar al
pez porque ya estaba cansado. Al tiempo de sacar el pez que pesaba
15 kilogramos, llegaron los amigos de Calimero. Uno se llamaba
Ricardo y otro Jacinto, entonces al llegar ellos empezaron también a
pescar. Después, a los 15 minutos, Jacinto vio una cosa muy grande
a lo lejos que estaba dentro del agua y que venía hacia ellos, cuando
esa cosa tan grande se acercó, Calimero y sus amigos se quedaron
alucinados porque era un monstruo muy grande, Calimero y sus
amigos cogieron y se alejaron de la orilla del pantano porque tenían
miedo del monstruo .Al poco tiempo de verlo, Calimero y Prudencio
se acercaron lentamente para que no se fuera, Prudencio acercó la
mano para tocarlo y el monstruo se dejó tocar y no se espantó.
Después Calimero acercó también la mano para tocarlo y también lo
tocó, y los amigos de Calimero hicieron igual hasta que lo tocaron. Al
rato de tocarlo y de coger confianza con él, decidieron ponerle un
nombre y le pusieron Rígor. Después de decidir el nombre, Prudencio
tuvo una idea, su idea era montarse todos encima de Rígor.
Capítulo 3.

Como Rígor era tan grande, cogieron y se subieron a un árbol que


había en la orilla del pantano. Calimero llamó a Rígor y se acercó
poco a poco al árbol. Cuando se acercó Calimero saltó al lomo de
Rígor y no se asustó ni nada, entonces Prudencio hizo lo mismo y
sus otros amigos también. Cuando estaban ya todos encima de
Rígor, el cogió y los llevó al medio del pantano, estaban todos muy
contentos. Pero al rato llegó un cazador y vio a Rígor y también vio a
Calimero, Prudencio y sus amigos, que estaban con Rígor. Al ver a
unos niños con un monstruo, el cazador se creyó que Rígor les
estaba haciendo algo a los niños, y el cazador se asustó y disparó a
Rígor, pero no le dio, Calimero y sus amigos empezaron a dar voces
al cazador para decirle que no le disparara a Rígor, entonces cuando
el cazador oyó a los niños dejó de disparar a Rígor. Entonces
Calimero le dijo a Rígor que se acercase a la orilla para explicarle al
cazador todo sobre cómo habían encontrado a Rígor. Cuando le
contaron todo al cazador, éste decidió que llamaría a un amigo que
trabajaba en una piscifactoría y le pediría que lo tuvieran allí hasta
que hablaran con las autoridades para ver que hacían con él. Los
niños no querían que se llevaran a Rígor, pero pensaron que era lo
mejor para Rígor, y además pensaron que ellos podrían ir a verlo al
lugar donde lo guardaran, para jugar con él.
El cazador averiguó todo lo necesario y consiguió que le buscaran un
sitio a Rígor en un oceanográfico de la ciudad donde vivían los niños.
De esta manera, ellos podían ir a verlo siempre que quisiesen y los
del oceanográfico les dejaban pasar y darle de comer.
Rígor se convirtió en la mejor atracción del oceanográfico.

José Manuel Vivas Cáceres.

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