DIEZ NUEVAS COMPETENCIAS PARA ENSEÑAR

PHILIPPE PERRENOUD
El libro esta dividido en introducción y diez capítulos, cada capítulo
desarrolla una de las competencias propuestas por Perrenoud, es necesario
revisarlas a la luz de los cambios constantes en el trabajo docente. Considero de
suma importancia para mejorar el trabajo docente conocerlas e intentar desarrollar
aquellas en que nos consideremos débiles.
En la introducción se desarrolla el concepto de competencia como una
capacidad de movilizar varios recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de
situaciones. Esta definición se refiere a cuatro aspectos:
1. Las competencias no son en si mismas conocimientos, habilidades o
actitudes, aunque movilizan, integran, orquestan tales recursos.
2. Esta movilización sólo resulta pertinente en situación, y cada situación
es única, aunque se le puede tratar por analogía con otras, ya
conocidas.
3. El ejercicio de la competencia para por operaciones mentales complejas,
sostenidas por esquemas de pensamiento, los cuales permiten
determinar (más o menos de un modo consciente y rápido) y realizar
(más o menos de un modo eficaz) una acción relativamente adaptada a
la situación.
4. Las competencias profesionales se crean, en formación, pero también a
merced de la navegación cotidiana del practicante, de una situación de
trabajo a otra.
Por lo tanto, describir una competencia vuelve, en larga medida, a
representar tres elementos complementarios:
- Los tipos de situaciones de las que da un cierto control.
- Los recursos que moviliza, conocimientos teóricos y metodológicos,
actitudes, habilidades y competencias más específicas, esquemas
motores, esquemas de percepción, evaluación, anticipación y decisión.

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 - La naturaleza de los esquemas del pensamiento que permiten la
solicitación, la movilización y la orquestación de los recursos pertinentes,
en situación compleja y en tiempo real
Lo cual vuelve difícil el asunto por que no es posible observar los esquemas
de pensamiento que se utilizan en el momento y quizás puedan ser inferidos por
las acciones que se realizan, pero resulta importante remitirse al actor para que
nos aclare su esquema de pensamiento.
Las diez nuevas competencias que se desarrollaran en la presente reseña
son:
1. Organizar y animar situaciones de aprendizaje.
2. Gestionar las progresiones de los aprendizajes.
3. Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación.
4. Implicar a los alumnos en su aprendizaje y en su trabajo.
5. Trabajar en equipo.
6. Participar en la gestión de la escuela.
7. Informar e implicar a los padres.
8. Utilizar las nuevas tecnologías.
9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión.
10. Organizar la propia formación continua.
1. Así pues, iniciemos con la primera, organizar y animar situaciones de
aprendizaje, esta competencia global moviliza varias competencias más
específicas: conocer, a través de una disciplina determinada los contenidos que
enseñar y su traducción en objetivos de aprendizaje; trabajar a partir de las
representaciones de los alumnos; trabajar a partir de los errores y los obstáculos
al aprendizaje; construir y planificar dispositivos y secuencias didácticas; y
comprometer a los alumnos en actividades de investigación, en proyectos de
conocimiento.
A continuación se desarrolla cada uno de las competencias específicas
señaladas. Conocer, a través de una disciplina determinada, los contenidos que
hay que enseñar y su traducción en objetivos de aprendizaje: conocer los
contenidos que se han de enseñar es lo mínimo que se le debe requerir al

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docente, pero hoy se necesita ir más allá, es necesario identificar cuales son los
conceptos más importantes, sobre los cuales se aglutinan otros, para dar la
importancia debida a cada concepto tratado, pero además debemos identificar
cuales son las actividades o situaciones posibles para lograr que los alumnos
comprendan dichos conocimientos.
Trabajar a partir de las representaciones de los alumnos: actualmente los
alumnos no se presentan a la escuela como una tabla rasa, una mente vacía, al
contrario sabe “un montón de cosas”, de tal suerte que la enseñanza a veces
choca con las concepciones de los alumnos. Debemos conocer cuales son las
concepciones de los alumnos, para hacerlas evolucionar a conocimientos cultos.
Trabajar a partir de los errores y de los obstáculos en el aprendizaje: esta
competencia se basa en el simple postulado de que aprender no es primero
memorizar, almacenar las informaciones, sino más bien reestructurar su sistema
de comprensión del mundo. Esta reestructuración requiere de un importante
trabajo cognitivo. Por otra parte el error debe servir como un instrumento para
enseñar, un revelador de los mecanismos de pensamiento del alumno, por lo tanto
el maestro debe ver el error como una etapa del esfuerzo por comprender, debe
dar al alumno los medios para tomar conciencia de ello, identificar su origen y
superarlos.
Construir y planificar dispositivos y secuencias didácticas: se hace hincapié
en el hecho de que una situación de aprendizaje no se produce al azar, sino que la
genera un dispositivo que sitúa a los alumnos ante una tarea que cumplir, un
proyecto que realizar, un problema que resolver. La construcción del conocimiento
es un progreso colectivo que el profesor orienta creando situaciones y aportando
ayuda, sin convertirse en el experto que transmite el saber, ni el guía que
proporciona la solución del problema.
Implicar a los alumnos en actividades de investigación, en proyectos de
conocimiento: ya no se trata en los alumnos de trece años de despertar la
curiosidad insaciable de un niño de tres años, en este punto de los estudios los
adolescentes ya han aprendido durante ocho o diez años las triquiñuelas del oficio
del alumno y también algunas del oficio de profesor. Hay que implicarlos en una

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actividad de una cierta importancia y una cierta duración, que garantice una
progresión visible y cambios en el paisaje, para todos los que no tienen la voluntad
obsesiva de trabajar durante días en un problema que se resiste. La dinámica de
una investigación siempre es a la vez intelectual, emocional y relacional. En un
método de proyecto, el motor principal al que el profesor puede recurrir es el
desafío del éxito de una tarea que pierde su sentido si ésta no conduce a un
producto.
2. Gestionar la progresión de los aprendizajes. Los planes y programas de
estudio están organizados para que se de la progresión de los aprendizajes, pero
en la realidad esto se complica por la diversidad de estudiantes y su conocimiento
previo de cada tema, por otro lado esta competencia moviliza algunas más
específicas: concebir y controlar las situaciones problema ajustadas al nivel y a las
posibilidades de los alumnos; adquirir una visión longitudinal de los objetivos de la
enseñanza; establecer vínculos entre las teorías subyacentes y las actividades de
aprendizaje; observar y evaluar a los alumnos en situaciones y las actividades de
aprendizaje; observar y evaluar a los alumnos en situaciones de aprendizaje,
según un enfoque formativo; y establecer controles periódicos de competencias y
tomar decisiones de progresión.
Continuamos explicitando cada una de ellas. Concebir y controlar las
situaciones problema ajustada al nivel y a las posibilidades de los alumnos: los
alumnos no abordan las situaciones con los mismos medios y no se encuentran
con los mismos obstáculos. Es necesario llevar a los alumnos poco a poco a un
mejor nivel de conocimiento, se trata de explotar como diría VIgotsky, su zona de
desarrollo próximo. Es necesario que el problema se presente Interesante, ofrezca
cierta resistencia, la validación de la solución y su sanción no la aporta el profesor,
sino que es el resultado de estructuración de la situación misma, reexaminar de
forma colectiva para que ayude a la metacognición.
Adquirir una visión longitudinal de los objetivos de la enseñanza: la
especialización de los profesores se da por ciclos, lo que hace que algunas veces
desconozcan los objetivos que se persiguen en cada nivel educativo, así los de
preescolar desconocen que se persigue en primaria y viceversa, las cosas se

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complican en secundaria por que a veces los docentes se concentran en su
materia y se olvidan de lo que se persigue en el ciclo escolar o en ese tramo de
educación. Es necesario que los docentes conozcan lo que se persigue en cada
nivel y que se pueda realizar un seguimiento de varios años a los alumnos.
Establecer vínculos con las teorías que sostienen las actividades de
aprendizaje: Se podría pensar que todas las actividades de aprendizaje están
pensadas para lograr un aprendizaje y tienen un sustento en alguna teoría, pero
en la realidad esto no sucede con frecuencia, los docentes realizamos actividades
de rutina sin considerar si son o no educativas y mucho menos tratamos de
sustentarlas en la teoría, es necesario que el profesor empiece a cuestionar sus
propias actividades.
Observar y evaluar a los alumnos en situaciones de aprendizaje: Es
necesario tener un control del progreso de los alumnos, el maestro puede
auxiliarse de una libreta para tomar notas, la idea es que sea una actividad
formativa que ayude a los maestros a detectar los alumnos que necesitan más
ayuda así como quienes son los más avanzados, su objetivo es ayudar a cada
alumno a aprender.
Establecer controles periódicos de competencias y tomar decisiones de
progresión: es necesario establecer un itinerario para cada alumno y hacerlo
explícito con ellos, con la finalidad de hacerlos corresponsables de su propio
aprendizaje, además el docente debe tener muy claro como se realizará la
evaluación, esto resulta difícil por la heterogeneidad de los alumnos y por las
propias resistencias que ellos pueden ofrecer al trabajo.
3. Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación. Las
competencias específicas que moviliza son: hacer frente a la heterogeneidad en el
mismo grupo clase; compartimentar, ampliar la gestión de la clase a un espacio
más amplio; practicar el apoyo integrado, trabajar con alumnos con grandes
dificultades; y desarrollar la cooperación entre alumnos y algunas formas simples
de enseñanza mutua.
Ahora revisemos cada competencia específica. Hacer frente a la
heterogeneidad en el mismo grupo clase: es necesario no tratar de hacer grupos

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homogéneos (los mejores o los peores de la clase), lo grupos deben de quedar
equilibrados, se requiere utilizar la creatividad del profesor para utilizar los
recursos didácticos y organizativos que el considere pertinentes, en definitiva no
existe una solución mágica.
Compartimentar, extender la gestión de la clase a un espacio más amplio:
es decir tener la capacidad de dar seguimiento a los alumnos durante varios años,
algo que hoy todavía parece complicado, lo cual generará nuevos problemas de
organización y coordinación entre los docentes.
Practicar el apoyo integrado, trabajar con alumnos con grandes dificultades:
Es necesario detectar oportunamente a los alumnos que requieren de apoyos
especiales para comprender los contenidos, si es necesario se debe buscar ayuda
externa (clases de apoyo, ayuda del psicólogo, etc.), pero no excluirlos de la clase,
debemos integrarlos.
Desarrollar la cooperación entre alumnos y algunas formas simples de
enseñanza mutua: el profesor debe buscar el aprendizaje cooperativo para que los
alumnos se involucren en su propio aprendizaje. El desafió didáctico es inventar
tareas que impongan una verdadera cooperación y que no sea un alumno el que
realice todo el trabajo, que sea una construcción colectiva.
4. Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y su trabajo. En las escuelas
encontramos varios alumnos niños y adolescentes que no han elegido libremente
aprender y a los que no se les puede enviar de regreso a casa. Por eso esta
competencia tiene suma importancia, se agrupan aquí las siguientes
competencias específicas: suscitar el deseo de aprender, explicitar la relación con
el conocimiento, el sentido del trabajo escolar y desarrollar la capacidad de
autoevaluación en el niño; instituir y hacer funcionar el consejo de los alumnos
(consejo de clase o de escuela) y negociar con los alumnos varias clases de
reglas y obligaciones; ofrecer actividades de formación opcionales “a la carta”; y
favorecer la definición de un proyecto personal del alumno. A continuación se
desarrolla cada una de las competencias.
Suscitar el deseo de aprender, explicitar la relación con el conocimiento, el
sentido del trabajo escolar y desarrollar la capacidad de autoevaluación en el niño:

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Algunas personas disfrutan aprendiendo a aprender, el maestro solo tiene que
asignar las tareas específicas, por otro lado la mayoría de la gente es susceptible
de introducirse en el juego del aprendizaje. El placer de aprender es una cosa, el
deseo de saber es otra. El docente debe buscar estrategias para intensificar, crear
o diversificar el deseo de saber y favorecer o reforzar la decisión de aprender.
Instituir un consejo de alumnos y negociar con ellos varios tipos de reglas y
de obligaciones: los poderes del grupo clase pueden representar un papel de
mediación para involucrar y comprometer al alumno al cumplimiento de tareas
específicas.
Ofrecer actividades de formación con opciones: No debemos olvidar que
trabajamos con grupos heterogéneos, pero algunas veces el docente por
comodidad solo realiza una actividad para que todos la cumplan, debemos
procurar plantear varias opciones para que el alumno pueda cumplir con el
propósito de la clase.
Favorecer la definición de un proyecto personal del alumno: esto no debe
ser imperativo, debemos otorgar la libertad para que el alumno que así lo desee
pueda construir su propio proyecto y trabajar en él, respetando sus ideas sin
imponer una lógica de adulto, pero al que no lo quiera realizar debemos
respetarlo sin hacerlo sentir menos que los demás.
5. Trabajar en equipo. La evolución de las escuelas va en el sentido de la
cooperación profesional. Trabajar en equipo es una competencia, pero presume
también la convicción de que la cooperación es un valor profesional. Las
competencias precisas que se deben desarrollar son: elaborar un proyecto de
equipo, representaciones comunes; impulsar un grupo de trabajo, dirigir
reuniones; formar y renovar un equipo pedagógico; confrontar y analizar
conjuntamente situaciones complejas, prácticas y problemas profesionales; y
hacer frente a crisis o conflictos profesionales.
Elaborar un proyecto de equipo, representaciones comunes: la cooperación
no implica siempre un proyecto común. Es necesario en primer lugar saber
elaborar un proyecto y que los involucrados puedan tener representaciones
compartidas para poder establecer metas, algunas veces esto puede resultar

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complicado por la gran cantidad de intereses que predominan en los centros de
trabajo.

Impulsar un grupo de trabajo, dirigir reuniones: todos los miembros del

grupo son colectivamente responsables de su funcionamiento. Sin embargo si
resulta importante elegir un animador que se encargue de dirigir las reuniones, y
esto gesta liderazgos que pueden causar tensión en el grupo, el animador debe de
estar atento para lidiar con varias situaciones y lograr impulsar el trabajo.
Formar y renovar un equipo pedagógico: Alguien debe iniciar a formar
equipos para lograr impulsar a los compañeros a agruparse entorno a la
resolución de problemáticas comunes, en varias instituciones es el organigrama
administrativo el que establece liderazgos para formar equipos y esto en algunas
ocasiones puede generar algunos vicios. También el equipo debe estar preparado
para aceptar las salidas y llegadas de nuevos elementos, y buscar la rápida
adaptación de los que se integran.
Confrontar y analizar conjuntamente situaciones complejas, prácticas y
problemas profesionales: es importante que el equipo no pierda de vista cuales
son los objetivos que persigue y buscar la manera de involucrar a todos los
miembros, que se puedan analizar todo tipo de situaciones de una manera
respetuosa y aportando ideas prácticas y teóricas, y en la medida de lo posible
que todos se involucren en la solución de los problemas.
Hacer frente a crisis o conflictos entre personas: no debemos olvidar que el
conflicto forma parte de la vida, es necesario aceptar que existen expresiones de
rechazar o divergir, y que esto tiene que ver con nuestra individualidad, pero todo
esto debe darse en un marco de respeto a las personas. Debemos considerar que
siempre se va a dar el conflicto cuando se trabaja en equipo.
6. Participar en la gestión de la escuela. Los cuatro componentes en esta
competencia son: elaborar, negociar un proyecto institucional; administrar los
recursos de la escuela; coordinar, fomentar una escuela con todos sus
componentes (servicios extraescolares, barrio, asociaciones de padres, profesores

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de lengua y cultura de origen); y organizar y hacer evolucionar, en la misma
escuela, la participación de los alumnos.
Elaborar, negociar un proyecto institucional: es necesario que el proyecto
surja del cuerpo docente, para de esta manera lograr involucrar al colectivo en su
solución y en las estrategias que deben llevarse a cabo considerando las
condiciones propias de la escuela y la comunidad.
Coordinar, fomentar una escuela con todos sus componentes: esta debe
ser la labor del director, de poder coordinar todos los trabajadores de la escuela de
manera eficiente y buscando sobre todo el impacto en lo educativo, para que los
prefectos, los maestros y el personal administrativo puedan desempeñar sus
funciones en un buen ambiente de trabajo, respetando y coadyuvando al
desarrollo de todas las actividades.
Organizar y hacer evolucionar, en la misma escuela, la participación de los
alumnos: la participación de los alumnos se justifica como un derecho del ser
humano y como una forma de educación a la ciudadanía. La clase tiene que ser el
primer lugar donde se lleven a cabo decisiones democráticas y de educación de la
ciudadanía.
7. Informar e implicar a los padres. Esta competencia implica: fomentar
reuniones informativas y de debate; conducir reuniones; e implicar a los padres en
la construcción de los conocimientos.
Fomentar reuniones informativas y de debate: Es necesario planificar
reuniones y considerar que existe una gran diversidad en los padres de familia,
algunos estarán de acuerdo con lo que hace el profesor mientras que otros
pueden criticar algunas acciones que realiza, el maestro debe entender esta
diversidad y prepararse para enfrentarla.
Conducir reuniones: Es necesario no culpar a los padres de las conductas
de los hijos, se debe negociar, escuchar y comprender lo que los padres tienen
que decir, sin por ello renunciar a defender sus propias convicciones.
Implicar a los padres en la construcción de los conocimientos: esto no se
limita a invitarlos a que nos apoyen con las tareas y los trabajos en casa, es

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necesario buscar convencerlos con el trabajo cotidiano, para que lo que se realice
en el aula pueda ser reforzado en la casa.
8. Utilizar las nuevas tecnologías. Esta competencia se conforma de las
siguientes: utilizar programas de edición de documentos; explotar los potenciales
didácticos de los programas en relación con los objetivos de la enseñanza;
comunicar a distancia mediante la telemática; y utilizar los instrumentos
multimedia en su enseñanza.
Utilizar programas de edición de documentos: Tradicionalmente la
educación se basa en documentos, pero hoy en día se pueden utilizar programas
que nos permiten insertar dibujos, música y animaciones, lo cual puede ser un
buen recurso para el profesor y motivación para los alumnos, así que los maestros
que no deseen actualizarse en el uso de la tecnología empezaran a rezagarse en
el conocimiento.
Explotar los potenciales didácticos de los programas en relación con los
objetivos de la enseñanza: es necesario revisar los sofwars educativos que
pueden ser útiles e incluso algunos programas que sin ser orientados al
aprendizaje puedan utilizarse como apoyo, no es necesario convertirse en un
experto, cada vez los programas son más accesibles a cualquier usuario, aunque
por supuesto si se requieren algunos conocimientos de computación, el maestro
debe prepararse para aprovechar y sacar ventaja a los programas que el
considere pertinentes,
Comunicar a distancia mediante la telemática: la comunicación vía correo
electrónico en la actualidad es muy útil y permite comunicarse con varias personas
en cualquier parte del mundo, siempre y cuando cuenten con conexión a la red. Es
necesario además sacar provecho de algunas páginas web, que pueden ayudar a
mejorar las competencias de los docentes y a intercambiar puntos de vista.
Utilizar los instrumentos multimedia en su enseñanza: Es necesario que el
profesor utilice ya algunos programas que le faciliten la enseñanza desde el cd-
rom, hasta presentaciones con otro tipo de programas, los docentes deben
incorporar las nuevas tecnologías a su favor para mejorar la enseñanza.

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 9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión. Las cinco
competencias específicas son: prevenir la violencia en la escuela y en la ciudad;
luchar contra los prejuicios y las discriminaciones sexuales, étnicas y sociales;
participar en la aplicación de reglas de vida en común, referentes a la disciplina en
la escuela, las sanciones y la apreciación de la conducta; analizar la relación
pedagógica, la autoridad y la comunicación en clase; y desarrollar el sentido de la
responsabilidad, la solidaridad y el sentimiento de justicia.
Prevenir la violencia en la escuela y en la ciudad: nadie puede aprender si
teme por su seguridad, es necesario que las escuelas sean espacios libres del
bullying, un fenómeno complejo que afecta a todas las sociedades, el profesor
debe entender además que no debe emplear las amenazas o los castigos para
prevenir la violencia, debe ser coherente, por lo cual es necesario que los
profesores se enseñen a negociar y a convencer a sus alumnos de las reglas que
se deben seguir en clase y del respeto a los demás.
Luchar contra los prejuicios y las discriminaciones sexuales, étnicas y
sociales: el maestro debe emprender una lucha frontal contra los prejuicios y las
discriminaciones, por convicción propia y además por que forma parte de los
programas de estudio, la lucha será dura, por que no ofrece resultados
inmediatos, pero la escuela y los docentes deben de comprometerse en realizar
todo lo que este a su alcance.
Participar en la aplicación de reglas de vida en común, referentes a la
disciplina en la escuela, las sanciones y la apreciación de la conducta: es
necesario negociar e involucrar a los alumnos para que participen en crear reglas
para vida en común, la disciplina y las sanciones, esto genera un mayor
compromiso y conduce a mejores resultados.
Analizar la relación pedagógica, la autoridad y la comunicación en clase: el
maestro debe ser consiente de que él es la autoridad en la clase y algunas veces
puede equivocarse, debe entender que se dan varias relaciones intersubjetivas
con los alumnos lo cual hace que el vinculo educativo sea complejo, el maestro no
debe de perder de vista esta complejidad y reflexionar al respecto.

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 Desarrollar el sentido de la responsabilidad, la solidaridad y el sentimiento
de justicia: el profesor es el encargado de hacer justicia en el aula, así que debe
tratar de mantener la ecuanimidad, y actuar de la mejor manera posible, buscando
que cada uno asuma su responsabilidad en lo ocurrido.
10. Organizar la propia formación continua. Los componentes de esta última
competencia son: saber explicitar sus prácticas; establecer un balance de
competencias y un programa personal de formación continua propios; negociar un
proyecto de formación común con los compañeros (equipo, escuela, red);
implicarse en las tareas a nivel general de la enseñanza o del sistema educativo; y
acoger y participar en la formación de los compañeros.
Saber explicitar sus prácticas: es necesario que el profesor sepa explicar el
por qué de las decisiones que toma en clases, esto lo obligara a reflexionar, la
práctica reflexiva es una fuente de aprendizaje y regulación.
Establecer un balance de competencias y un programa personal de
formación continua propios: el análisis y la reflexión sobre la práctica a veces
conduce a descubrir que hay cosas que no sabemos hacer, y se puede recurrir a
expertos, a la lectura, a buscar cursos de formación, pero debemos
autoevaluarnos constantemente.
Negociar un proyecto de formación común con los compañeros (equipo,
escuela, red): debemos impulsar en los centros la creación de proyectos comunes
que permitan establecer rutas de formación, esto no siempre es posible en todos
los centros, por lo que algunas veces se debe buscar ayuda fuera de la escuela.
Implicarse en las tareas a nivel general de la enseñanza o del sistema
educativo: es necesario comprender que el sistema también debe recibir apoyos
y/o críticas que lo ayuden a mejorar, si nos implicamos podemos participar en ese
proceso y no permanecer al margen de él.
Acoger y participar en la formación de los compañeros: esto ayuda a la
propia formación, el coaching, ayuda a los profesores a cuestionar su habitus
profesional y a tratar de cuestionarse y superar las posibles desviaciones.

BIBLIOGRAFIA

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PERRENOUD, PHILIPPE
DIEZ NUEVAS COMPETENCIAS PARA ENSEÑAR
EDITORIAL GRAO, ESPAÑA, 2005
PP. 1-168

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