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ZONA

TEMPORALMENTE
AUTóNOMA
HAKIM BEY

Marina Maíllo Palma

3º Idea y Concepto
ZONA TEMPORALMENTE AUTÓNOMA. Hakim bey.

Hakim Bey -Peter Lamborn Wilson- (Nueva York, 1945).


Escritor, ensayista y poeta estadounidense. Hakim Bey significa "El Señor Juez" en turco. Su
obra “Zona temporalmente autónoma”(1990), de la que se ha escrito la siguiente recensión, es
la más conocida. A través de su eclecticismo teórico es considerado por muchos, como el
padre ideológico de los hackers.

Bey ha estudiado y escrito ensayos sobre las tradiciones de las sociedades secretas
chinas(Tong), las utopías piratas, el sufismo, la antigua cultura celta, así como sobre teóricos
tales como Friedrich Nietzsche o Charles Fourier. También hay que considerar la importante
influencia en sus escritos del situacionismo, actualizado de algún modo al nuevo siglo.

ZONA TEMPORALMENTE AUTÓNOMA: Este ensayo de Hakim Bey, recopila, a mi parecer,


una de las teorías analíticas más coherentes e interesantes sobre la civilización y su desarrollo
en la ciudad. Descuartiza el presente y abre un nuevo camino hacia un futuro que poco tiene
que ver con ideologías, sistemas o movimientos, y mucho que ver con una conexión global
hacia la que podemos estar tendiendo más rápido de lo que creemos: una intensificación
positiva de las bases que conforman la civilización, y así, la ciudad de este nuevo siglo.

Bey comienza hablando sobre una “red de información” creada por los piratas y corsarios del
siglo XVIII, dedicada a negocios que se repartían por todo el globo de forma casi clandestina.
Ésta funcionaba perfectamente y satisfacía toda clase de lujos y necesidades a través del
pillaje que realizaban. Se crearon mini-sociedades que se mantenían fuera de la ley y que a
pesar de su corta existencia, eran realmente productivas y fructíferas. A estas, Hakim Bey los
llama “utopías piratas”.

Bey menciona a Bruce Sterling -máximo exponente de la ciencia ficción cyberpunk- quien en su
relato “Islas en la Red”, describe un futuro cercano en el que los sistemas políticos llegan a su
total decadencia, y se crea una red de mega corporaciones formadas por distintos grupos de
distinta índole; no como una división nacional sino ideológica. Esto se considera hoy en día
como un sueño romántico, sin embargo Bey nos da las claves para encontrar las raíces de
dicha red en nuestra propia sociedad, en nuestro propio entorno.
Para el entendimiento de estas claves, Bey recalca que debemos empezar por olvidar frases
míticas como “no seré libre hasta que todos los seres vivos lo sean”, pues esto nos lleva a
concluir en que todo está perdido, y nos condena a una especie de nirvana autovictimista.
Realmente, en el contexto del mundo contemporáneo, de las mega ciudades, el concepto de
TAZ (Zona temporalmente Autónoma), puede ser entendido sin dificultad, no tanto en la idea,
sino en la acción; y es a eso a lo que Bey se dedica a explicar a lo largo de su ensayo.

Una revolución hoy en día, no significa cambio, significa vuelta de la tortilla, significa que
cuando acabe, volvemos a encontrarnos atrapados en una falsa utopía que a través del tiempo
deriva en pesadilla. Es hora de deconstruir dicha idea, de continuar lo que los situacionistas
empezaron en las ciudades de Europa.
Definiendo nuestra era como el Estado del Espectáculo y la Simulación, Bey desconfía de
cualquier intento de cambio brusco intencionado, pues nuestras fuerzas se ven disueltas por “el
Ojo absorbente de la pantalla televisiva”, cual fantasma que se alimenta de cada chispa que
surge de nuestra exasperación al identificarnos dentro del estado de la megacorporación y de
su oscura globalización total.

Hakim Bey nos explica la teoría de cómo resurgen las TAZ en nuestra era sin necesidad de ser
piratas ni corsarios: El TAZ libera un área –de tiempo, de tierra, de imaginación- y cuando
cumple su función de cambio alternativo al enganche del Sistema(cual Gran Hermano), se
autodisuelve para reconstruirse en cualquier otro lugar o tiempo antes de verse dentro del
juego del Espectáculo.
Para el desarrollo de un TAZ, buscamos espacios –geográficos, sociales, culturales- con fuerza
potencial para florecer como zonas autónomas.
El cambio se produce no tanto en las instituciones, estructuras o corporaciones físicas sino en
las ideas que pueblan nuestra civilización. La mejor defensa hoy en día es la invisibilidad y la
invulnerabilidad (como se enseña en las artes marciales). Surge así el nomadismo como
conquista antes de ser notada. Antes de que el mapa pueda ser reajustado ya ha
desaparecido.

Pasando a analizar el concepto de mapa y su recreación física, Bey nos muestra y así nos
damos cuenta, de que el último pedazo de Tierra sin reclamar por una u otra nación fue
engullido hace más de dos siglos, en 1899. El nuestro, es el primer siglo sin tierra incógnita, sin
última frontera.
Como Bey menciona: “vivimos en la apoteosis del gangsterismo territorial. Ni un solo
centímetro cuadrado de tierra está liberado de vigilancia o impuestos…-y matiza-: en teoría.”

Hasta ahora Bey solo ha analizado las fuentes negativas del TAZ, a continuación se dedica a
resaltar las más positivas y refrescantes.

Por un lado está la antropología natural del TAZ, que se basa en bandas, en grupos. Como
ocurría en las sociedades tribales mayores, encontrábamos clanes, sociedades de caza, de
guerra, de género e incluso de edades(repúblicas infantiles). La banda resulta en abundancia y
es pródiga. La familia nuclear es cerrada, machista y jerárquica. La banda sigue modelos
horizontales que promueven patrones formados por la urbanización del espacio y las ideas. En
nuestra sociedad encontramos fuerzas que actúan –incluso invisiblemente- para desfasar la
familia nuclear y traer de vuelta la banda: ahora, las bandas de cada cual incluyen amigos,
amantes, seminarios, compañeros de trabajo, redes de intereses especializados, grupos de
afinidad, de orientación sexual, incluso de marginaciones comunes. La familia nuclear cada vez
tiene menos cabida en el contexto actual, y surge un redescubrimiento inconsciente de la
posibilidad d la banda.

Por otro lado se describe el TAZ como festividad: Pearl Andrews tenía razón cuando dijo que la
fiesta nocturna es ya “la semilla de una nueva sociedad tomando forma en la cáscara anterior”.
Las reuniones tribales de los 60’s, las grandes conferencias políticas, los cónclaves de los
ecologistas, los night-clubs, las convenciones temáticas…son todas ya “zonas liberadas”, son
TAZs potenciales. La fiesta está siempre abierta, no está sometida a orden y sucede por sí
misma: el factor espontaneidad es crucial en la bulla de la ciudad.

Finalmente, encontramos como algo fundamental dar forma al TAZ en un nomadismo psíquico.
La “muerte de dios” abrió una visión multiperspectiva y postideológica capaz de abarcar desde
la filosofía hasta el mito tribal. El hecho de vivir en una época de velocidad, fetichismo de la
mercancía y difuminación de las diferencias culturales, ha creado un espíritu nómada, viajeros
psíquicos que se mueven por curiosidad y deseo de una ciudad a otra, no ligados a ningún
tiempo ni lugar. Esa descripción no abarca sólo al artista o intelectual bohemio, sino a un
amplio espectro como son los inmigrantes, los refugiados, los vagabundos, los turistas, los
backpackers, incluso la gente que viaja por la red; y como añadido y culminando esta
explicación, nos incluimos todos nosotros, los que viajamos en automóvil, en vacaciones,
usamos nuestros teléfonos, nuestras televisiones, libros y películas, religiones, trabajos, dietas,
etc.

LA RED Y LA WEB: Este apartado es más detallado pero sigue formando parte de las claves
positivas del TAZ.
La red, el Web y el antired son todos parte del mismo complejo y se funden entre sí en unos
patrones de evolución y cambio constantes de objetos(datos) y sujetos(usuarios). La Web la
consideraremos como estructura horizontal alternativa al sistema de intercambio de
informaciones que forma la red jerárquica de Internet. Al decir antired nos referiremos a los
usos clandestinos, ilegales y subversivos del Web, como pueden ser la piratería y otras formas
de autosabotajes de la propia red.
La clave para la formación de TAZs en estos niveles está en la apertura y horizontalidad de su
estructura. Bey explica que “los patrones de fuerza que hacen brotar a un TAZ tienen algo que
ver con atractores extraños que aparecen en distintas dimensiones”(entendiéndose la red
virtual, la red ideal y la red física). El TAZ es y está siempre en algún sitio, se adapta a
cualquier medio sin tener en cuenta el cómo ni el dónde, y no busca la perfección que
supondría su inmovilidad final.
Centrándonos en uno de los provocadores clave de los TAZs en la red, los hackers,
encontramos como a través de la entropía, se sacarán ventajas de los problemas y caídas que
provoquen estos en la red o que ellos mismos consigan solucionar. Usan un elemento común
para crear algo clandestino y temporal, pero necesario para la evolución de los sistemas en que
se basa nuestra anticuada sociedad de ciudad postindustrial. Si esto sigue en desarrollo, se
podría alcanzar -y es muy probable que así sea- una red autónoma y alternativa, libre, no
parasitaria y que sirva como base para una sociedad “naciente de la cáscara de la anterior”.

NOS VAMOS A CROATAN: Tras sentar las bases de la teoría del TAZ, Hakim Bey repasa
antecedentes y hechos presentes que promuevan o se asienten sobre dichos esquemas y
especula sobre sus manifestaciones futuras.

En cuanto al pasado, existen informes que especulan sobre la posibilidad de colonos ingleses
que habiéndose creído fulminados por los habitantes de los asentamientos Roanoke, cabe la
fuerte posibilidad de que se hubieran unido a dichas tribus e integrado en ellas, descolgándose
de “las roñosas miserias de la servidumbre plutócrata e intelectual de Londres” y convirtiéndose
en “nativos”. Otro ejemplo son los incidentes de Hawthorne en que los extremistas decidieron
renunciar al cristianismo y retornar al paganismo, según relatan los informes históricos de The
Maypole of Merry Mount.
Volviendo al ambiente de bucaneros y corsarios, encontramos casos como los de Barbados,
Jamaica o la isla Tortuga. Gracias a Exquemelin encontramos un detallado estudio sobre cómo
bucaneros del imperialismo hallaron en el “Nuevo Mundo” formas de vida indias,
emparejándose con los caribeños, aceptando a negros e hispanos como iguales, rechazando
nacionalidades e incluso formándose tripulaciones enteras de mujeres como la deCalicó Jack
Rackham, esclavos, siervos fugitivos, criminales(es decir, pobres), bandidos, etc. Además,
estas bandas, eligieron democráticamente a sus capitanes y volvieron a un “estado de
naturaleza” en el que los botines se repartían por igual, los castigos estaban prohibidos y las
peleas se resolvían por votación o duelos. Así surgían y desaparecían(no pretendían perdurar)
comunidades enteras, hasta llegar a la “edad de oro” de la piratería(1660-1790) ocupando
desde Belize, hasta derivar en Madagascar, aún sin ser reclamada por ninguna potencia
imperial, donde la utopía pirata alcanzó su máxima expresión.
Antes de pasar a otro tema, Hakim Bey nos remite a Nietzsche y su entusiasmo en “la mezcla
de razas”: el filósofo propuso la miscegenación como una solución al problema racial, así como
una premonición de lo que denomina Bey al principio del ensayo como “nómada psíquico”. Las
historias de bucaneros del pasado aún perduran, y es a lo que, según el sueño de Nietzsche,
deberiamos volver, abandonando el sistema urbano en el que estamos sumergidos; Bey
concluye reclamando que debemos buscar una “voluntad de poder desaparecer”.

Centrándonos más en hechos recientes, encontramos principios organizativos que siguen los
modelos de la TAZ. Un claro ejemplo son las comunas de Paris, Lyon y Marsella, las cuales no
sobrevivieron para tomar la característica de permanencia, y sin embargo, nos podemos
preguntar si en algún momento se lo propusieron. Su espíritu nómada revolucionario,
desplazándose de sublevación en sublevación por todo el continente, se llega a considerar un
fin en sí mismo, una forma de estar siempre creando zonas autónomas.
Por otro lado encontramos personajes como Gabriele D’Annunzio, cuyo ejército (Los Arditi)
formado por artistas, bohemios, aventureros, fugitivos, homosexuales, dandis militares, o
reformistas chalados se presentaron en Fiume bajo sus órdenes con el fin de capturar la
ciudad. Así empezó una de las mayores fiestas artísticas que jamás habrán existido y que
recoge en menos de tres años los mismos aspectos que las utopías piratas, como TAZ, como,
posiblemente, único ejemplo histórico moderno.
LA VOLUNTAD DE PODER DESAPARECER: Hoy día, en el cansino mundo del Espectáculo,
la apatía mantiene al ciudadano apartado, sin ir más lejos, de los actos electorales. Sin
embargo, a partir de este hecho se crean niveles en la sociedad organizados de forma no
jerárquica que funcionan perfectamente, véase el caso de Earth First o de los Alcohólicos
Anónimos sin ir más lejos.

Basándonos en el rechazo, se encuentran formas alternativas que van surgiendo y que se


están implantando fortuitamente en nuestra sociedad. Bey lo explica de la siguiente manera:
El rechazo negativo del hogar es “la falta de hogar”, considerado como una victimización; pero
puede verse en muchos casos como una aventura virtuosa, como puede ser la de los okupas.
El rechazo negativo de la familia, es el divorcio; síntoma de avería y cuya alternativa positiva se
encuentra en las formas de familias no nucleares desde la maternidad soltera al matrimonio en
grupo.
El rechazo del arte lo encontramos en el aburrimiento que se crea con la sola mención de LA
palabra. Así, el gesto positivo debemos encontrarlo en la desaparición del artista, en la
“superación y realización del arte” en términos situacionistas. Bey sugiere la creatividad
inmediata como una especie de realidad alternativa que hasta ahora no hemos aprendido a
percibir pero que existe. Debemos encontrar las grietas entre las que hacer florecer dicha
superación, y vivirlo como nuestro. Así, el TAZ nuevamente parece la clave como “tiempo” y
“lugar” posible en el que ocurra arte por el puro placer de la acción creativa, dejar atrás la
mercancía del arte, y hacer de éste una condición de vida. Así se llegará a un punto en que
como A.K. Coomaraswamy ha descrito: “el artista no es un tipo determinado de persona, sino
cada persona es un tipo determinado de artista”.

Volviendo a la desaparición en sí, se haya una forma de ir más allá del Control, más allá de la
esclavitud del Espectáculo y la Simulación. Ocurre una catástrofe en el sentido positivo de
“cambio repentino”.

RATONERAS EN LA BABILONIA DE LA INFORMACIÓN

Finalmente, como resumen de lo explicado de forma concentrada, Bey proyecta la táctica


consciente(pues todo lo anterior se considera que ocurre de forma subconsciente) en los
siguientes puntos:
- Liberación psicológica: Hacer reales los momentos y espacios en que la libertad es electiva.
Debemos liberarnos, en efecto, del control que ha ejercido hasta ahora el sistema cívico y la
forma en que se ha desarrollado éste en el territorio.
- La anti-red debe expandirse. No usar como fin una vida en el ciberespacio, sino entender la
TAZ dentro de un espacio físico sabiendo que estamos en ella o no.
- El Control ejercido por la ciudad, por el Estado, ha de continuar hasta que su curso
desemboque en el abismo de poder y desaparezca, dando a nuestra voluntad de poder el
impulso hacia la desaparición como componentes de este sistema

De este modo se puede decir que tendemos hacia una liberación a través de la autosuperación
que Nietzsche precursó, así como el sentido de la deriva a niveles aún demasiado parciales.
La TAZ comprende una reeducación que va desde la domesticación a lo salvaje, como
“retorno” que es a la vez un paso adelante. Exige una especie de entropía del caos
abordándose como arte de vida en continuo alzamiento, algo salvaje y dulce, como seductor y
no violador.

Hakim Bey concluye su ensayo con las siguientes palabras, a mi entender, esperanzadoras
como impulso estimulante en lugar de sedante:

“¿Es esto algo que merezca la pena imaginar, por lo que merezca la pena luchar?
Estudiemos la invisibilidad, el tramaje, el nomadismo psíquico;
y ¿;quién sabe lo que hemos de conseguir?”
Una breve crítica

Como breve conclusión, creo que este ensayo da una visión totalmente refrescante y nueva en
cuanto a la evolución de las sociedades que habitan la ciudad. Me parece interesante resaltar
el hecho que menciona Hakim Bey de volver a un estado salvaje significando paradójicamente
un paso adelante, pues dicha afirmación conlleva una visión de la evolución de las
civilizaciones y su historia cual movimiento pendular que viene y va entre distintos estadios y
que cada vez alcanza puntos más altos. Ésta visión casi sinestésica comulga con mi visión
propia del mundo y su desarrollo en el tiempo y espacio.
Otra característica remarcable de este autor es su eclecticismo ideológico y la forma en que
consigue unir o cuanto menos, conectar conceptos aparentemente contrarios; así como su
capacidad de relatar ideas analíticas sin que llegue a convertirse en dogma.

Me ha parecido un texto excepcionalmente revelador, y cuya información está perfectamente


entrelazada aún siendo tan espesa y abundante en conceptos e ideas. Su lectura requiere no
más que conocimientos básicos sobre el mundo en que vivimos día a día y tener los ojos y la
mente abierta a cualquier nuevo impulso que ponga en duda y analice todo lo que hemos
tenido como inamovible o hemos dado por batalla perdida en cualquier intento de cambio que
hayamos experimentado a lo largo de nuestra existencia.

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