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Índice
1. Introducción.................................................................................................................. 1
2. El enfoque de sistema. .................................................................................................. 2
2.1. Estilos agrarios. ..................................................................................................... 4
3. La jerarquía y la escala en Agroecología...................................................................... 5
3.1. La jerarquía............................................................................................................ 5
3.2. La escala ................................................................................................................ 7
4. La Investigación Agroecológica................................................................................... 8
4.1. La perspectiva distributiva..................................................................................... 9
4.1.1. La tipificación................................................................................................. 9
4.1.2. El diseño de la investigación. ....................................................................... 11
4.2. Perspectiva estructural y dialéctica...................................................................... 12
4.2.1. Investigación-Acción-Participativa. ............................................................. 12
5. Bibliografía................................................................................................................. 14
1. Introducción
2. El enfoque de sistema.
El FSR abrió en el campo agrario los estudios con enfoque de sistema la incorporación
del componente social, algunos métodos rápidos de obtener información (DRR), sin
embargo su metodología trata de desarrollar modelos homogéneos que deben ser
imitados por otros agricultores, muchos de ellos basados en modelos experimentales
probados en granjas específica, sin considerar la gran heterogeneidad de los sistemas
agrarios, la realidad de los agricultores y su cosmovisión de la cultura local (Chambers,
1997). Por otro lado la metodología del FSR requiere de largos procesos de
experimentación y extensión, lo cual dilata las respuestas necesarias para emprender
procesos de cambios.
Como parte de la crítica al FSR han surgido variantes de estos con el fin de aproximarse
a los problemas existentes y sobre todo resolver el problema de la participación como es
el llamado Agroecosystems Analisis, Farm Participatory Research (FPR), que se
distingue porque considera el conocimiento como un proceso social y un sistema en si
(Boden, 1997).
Remmers, (2000), señala que el concepto de estilos agrarios, desarrollado en los años 80
en los Países Bajos, es interesante debido a que, por un lado, toma como punto de
partida la capacidad estratégica de los actores locales para desarrollar sistemas de
producción o sea lo que es la capacidad endógena de desarrollo y por otro intenta
explicar la coherencia en el trabajo diario que realizan los diferentes grupos que actúan
en el medio agrario desde el agricultor familiar hasta el latifundista. Continua Remmers
señalando que “el estilo agrario es una expresión del saber local, un saber de cómo ha
de trabajarse la tierra, como ha de organizarse el hogar, quién (hombre mujer, hijos)
trabaja y en que cosa, como han de relacionarse con el exterior y con el mercado y con
la tecnología disponible”.
Van der Ploeg, en Holanda empleo las variables tecnologías y vinculación al mercado
para estudiar los procesos de desarrollo y toma de decisión de los agricultores. Según
este autor, “el mercado y tecnología juntos crean el espacio de maniobra. Ellos no
determinan la agricultura como actividad específica, pero si constituyen el contexto en
el cual posiciones diferenciadas son posibles. Los agricultores son capaces, como
actores sociales, de definir y por lo tanto de influir en la manera en que la actividad
agrícola está relacionada con los mercados y la tecnología. El distanciamiento y/o la
integración a los mercados y a la tecnología no se basan en decisiones caprichosas,
estas son objeto de un razonamiento estratégico encarnado en la historia, la ecología,
las relaciones socio-políticas que prevalecen, etc. Simultáneamente, es a través de este
razonamiento que las posiciones particulares son creadas, o sea que estas relaciones
sociales de producción específicas son producidas y/o reproducidas y que, por lo tanto,
las decisiones futuras de desarrollo vienen a ser condicionadas”.
Por otro lado Toledo (1990) desarrolló una metodología para estudiar el proceso de
“modernización rural” fenómeno por el cual el modo campesino de apropiación se ve
transformado o sustituido por el modo agroindustrial. Para Toledo todo proceso de
apropiación/producción es realizado por un segmento periférico de la sociedad (los
productores rurales), quienes son los encargados de “internalizar” al organismo social
diversos materiales y energías de la naturaleza. Para realizar esta apropiación cada
unidad de producción, ubicada en la membrana o periferia social establece dos tipos de
intercambios materiales: con los ecosistemas (intercambios ecológicos) y con el resto de
la sociedad a través de diferentes circuitos y mercados (intercambios económicos).
Este entendimiento de los sistemas agrarios desarrollados por los autores antes
señalados dan una herramienta muy importante a la Agroecología para entender en la
gran heterogeneidad de los sistema agrarios, cuales son las semejanzas y diferencias que
subyacen en ellos y especialmente entender cuales son las fuerzas endógenas y
exógenas que actúan en su evolución.
3.1. La jerarquía
Animales Rebaños
Las relaciones e interacciones entre los diferentes niveles jerárquicos moldean los
sistemas y subsistema. La presencia de determinados cultivos, animales o sistemas de
manejo puede venir dado por decisiones que se toman en niveles superiores como es el
caso de las ayudas de la PAC a los cultivos y los animales y los problemas surgidos a
niveles bajos pueden incidir en los niveles superiores sean estos de tipos naturales o
sociales.
Desde el punto de vista social en los sistemas agrarios también se pueden identificar
niveles jerárquicos como el individuo, la familia, la comunidad local, la sociedad local y
la sociedad mayor, independientemente de que pueden existir otras formas de
agrupaciones sociales según intereses de los diferentes miembros de la sociedad como
son los relacionados con el género (jóvenes, mujeres), la actividad que desempeñen
(jornaleros, campesinos) y su grado de integración en organizaciones sociales como
(asociaciones, sindicatos, cooperativas, etc.), todas ellas presente en los sistemas de
sociedades locales y sociedades mayores, y constituyendo espacios de intercambio y
desarrollo.
Sociedad mayor, es el espacio social y ecológico que abarca varias tato varias unidades
comarcales o sociedades rurales como sus respectivas comunidades urbanas, que
comparten un número significativo de elementos culturales, constituyendo una región,
país o nación cultural. Esta unidad de análisis tienen generalmente un sentido de “telón
de fondo” de los estudios de caso que sirven para reseñar experiencias productivas que
aparecen como propuestas de carácter expansivos o sea que desean ser diseminadas.
Este nivel de análisis permite considerar las relaciones entre la sociedad rural y urbana,
los puentes de comunicación entre ellos, también permite contemplar los procesos de
degradación global de los recursos naturales así como aquellos de tipo políticos y
económico que establecen las formas de dependencias.
3.2. La escala
4. La investigación agroecológica
1
Para escalar el gasto de petróleo medido en las parcelas de cultivo a nivel de granja se puede asumir que
el gasto de petróleo total (Pt) esta en función lineal de la superficie de terreno (S), de aquí que el modelo
empleado será Pt=Pn Sn. Esto implica que P es constante independiente de la superficie, pero si esto no es
así, o sea a mayor superficie P es menor, entonces el modelo debe ser no lineal y este se describe como
Pt=∑ Pn Sn donde F es diferente para diferentes tamaño de campos (ejemplo, P> 100l/ha para S< 5 ha;
P< de 100 l/ha para S> 5 ha); pero el modelo puede ser tipo jerárquico o sea donde Pn de un campo dado
Sn esta en función de la distancia del campo al lugar donde está la maquinaria (D), en cuyo caso aumenta
el gasto de petróleo en función de la distancia adaptándose esta condición al modelo ∑ Pn Sn + Dn (1+
Sn). El empleo de estos tres modelos para analizar el gasto de petróleo para granjas de diferente
dimensión puede tener hasta un 15% de diferencia (ver Dalgaard, et al. 2003.
4.1. La perspectiva distributiva
4.1.1. La tipificación
La tipificación es básica para poder elegir la muestra adecuada con la cual se trabajará
obre todo cuando e trabaja en sistema complejos. La característica de este análisis varía
si se desea estudiar componentes del sistema, sistemas agrarios o comunidades. En los
dos primeros casos, la tipificación se realiza buscando en la información secundaria
existente la mayor cantidad de datos que nos sirvan para describir los subsistemas o
sistemas, mientras que cuando trabajamos con comunidades, la mejor forma de elegir
las comunidades adecuadas para iniciar un proceso investigativo es la entrevistas con
informantes claves y personas líderes de cada comunidad, lo cual nos permitirá conocer
el grado de disposición de iniciar procesos de investigación agroecológica.
Cuando estudiamos componentes o sistemas se nos puede dar dos casos para su
tipificación, que tengamos una sola variable de cada sistema (tamaño de los rebaños,
tamaño de las explotaciones, tipo de cultivo o actividad principal, etc.), o disponer de
varios datos de cada sistema que es lo más común. En el primer caso con un análisis de
dispersión (histograma), es suficiente para conocer las características de la población
(Figura 1), y poder seleccionar la muestra y/o la sub-población a estudiar. En el caso
que tengamos varios indicadores, por lo general se emplean sistemas de clasificación
conocidos como análisis de conglomerados (Pardo y Ruiz, 2005), lo cual nos permite
identificar los grupos existentes en una población caracterizada con diferentes variables.
Figura 1. Distribución del número de ovinos/caprino por rebaño de la población total en la comarca
Alhama-Temple en Granada
60
50
No. de rebaños
40
30
20
20
40 0 0
60
80 0 0
10
12 110
14
1 6 150
1 8 1 70
2 0 1 90
-1
00
00
0
00
00
00
00
-5
-7
-9
-3
00
-1
-
-
-2
00
00
30
10
0
0
Animales totales por rebaño
6 6 50 (1)
Medianas
9 3 28 (8)
Grandes 25 3 0 (5)
La información obtenida puede ser sometida a diferentes análisis estadísticos como son
los de frecuencia, tendencia central (media, mediana, moda, suma), dispersión
(desviación típica, varianza, amplitud, valores mínimo y máximo, error típico de la
media), Distribución (asimetría, curtosis), relaciones entre variables, comparación de
medias, etc., lo cuales nos permitirán describir la información obtenida encontrar
relaciones entre variables o diferencias entre medias representativa de situaciones
similares encontrada, sin embargo, en las investigaciones no experimentales los análisis
estadísticos más fuertes para explicar el comportamiento de las variables de respuestas
(variables dependientes) son las técnicas multivariadas (ver a Catena et al., 2003), las
cuales nos permiten reducir el error de tipo I (declarar diferencias cuando realmente no
las hay) a niveles aceptables (< 0,05) e integrar un grupo importantes de variables en
los análisis.
Estas tratan de captar los discursos desarrollados por los actores sobre los aspectos o
fenómenos analizados, pero a su vez y es lo más importante involucran a los actores en
la generación de conocimientos y en la toma de decisiones, estableciéndose una nueva
relación entre investigador y los actores sociales o la parte investigada, lo cual pasa del
distanciamiento, el no compromiso y la “imparcialidad” del investigador convencional,
al investigador comprometido que da y propicia la participación, que estimula la
creatividad, el empoderamiento de los grupos locales y los acompaña en los procesos de
desarrollo, defensa de sus recursos, modos de producción, cultura, etc. Según Toledo
(1993), la perspectiva estructural y dialéctica de la agroecología pretende dar la palabra
a lo investigado, al reconocer la lógica ecológica de la producción campesina, tratando
de elaborar metodologías que trasformen al campesino/agricultor de “objeto” de la
investigación en “sujeto” de la misma.
4.2.1. Investigación-Acción-Participativa.
Las fases de un proyecto IAP según Geilfus (1997) son cuatro y se describen como:
• Diagnóstico participativo
• Análisis de problemas y soluciones
• Planificación de las acciones a desarrollar
• Monitoreo y evaluación
5. Bibliografía.
Ibáñez, J. 1979. Más allá de la Sociología. El grupo de discusión. Siglo XXI, Madrid.
Pardo. A. y Ruiz. M. A. (2005). SPSS 13 Guía para el análisis de datos. Mc Graw Hill