Valores de la

Semana Santa
Prof. Natividad Morinigo
Semana Santa
La Semana Santa será siempre una memoria perenne que se celebra en la
Iglesia, y que se celebrará hasta el fin de los tiempos. La Pasi ón, la Muerte y la
Resurrección de Jesucristo ser á, también hasta que se concluya la historia del hombre en la
tierra, la noticia más importante que jamás ha existido, ni existirá.

En estos días la Iglesia está viviendo el sufrimiento del Hijo de Dios hecho
hombre, Jesucristo, que carga con el pecado del mundo, con el pecado de cada uno de
nosotros. Vence y nos invita, con su amor que lo sostiene clavado en la Cruz, a que le
pidamos perdón, arrepentidos de nuestro pecado, para que Él tenga la alegría de
perdonarnos y de decirnos, ahora y cuando concluya nuestro caminar en la tierra, las
palabras que salieron de sus labios ante la petición del buen ladrón: “Hoy estarás conmigo
en el Paraíso”.

En compañía de la Virgen Santísima, y en recogido silencio al pie de la Cruz,

escuchamos de los labios de Cristo: “Tengo sed”. Juan estaba allí, y nos lo narra después de
recibir de Cristo el encargo de cuidar de María, Su Madre.

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 “Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba
consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese:
‘‘Tengo Sed’’. Y estaba allí una vasija llena de vinagre;
entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y
poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca.
Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo:
“Consumado es”. Y habiendo inclinado la cabeza,
entregó el espíritu.”

—Juan 19; 28-30.

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Son las penúltimas palabras dichas por Dios Hijo con su boca
mortal. Son las palabras con las que concluye, exhausto y abatido, su
caminar en la tierra. “Tengo sed”.

¿De qué tiene sed Cristo? ¿Es la sed de todos los crucificados,
de todos los que padecen tormentos semejantes, la sed originada por la
pérdida de sangre? No. Jesucristo, Dios y hombre verdadero, vive la sed
que Dios tiene de los hombres. Tiene sed de la conversión de los pecadores
para que abran el corazón en arrepentimiento, y puedan llegar a vislumbrar
el amor que Dios les tiene. Cristo vive la pena y el dolor de las almas que
rechazan el Amor de Dios, escogen el infierno de sí mismos, y desprecian
el Cielo que Dios les ofrece.

Tiene sed de darnos vida, para que nuestro vivir se injerte en

la vida de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tiene sed del amor de los
hombres, a quienes, clavado en la Cruz, está mostrando todo el Amor de
Dios.

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Semana Santa
Clavado en la Cruz, Cristo ha consumado el plan
divino de la creación, redención y santificación del hombre. Su
misión no se concluirá hasta que el último hombre deje la
tierra, y hasta el final de los tiempos permanecerá clavado en la
Cruz con los brazos abiertos, mostrándonos el Amor divino que
nos ha liberado del pecado, que nos hace fuertes para vencer
todas las “insidias del diablo”, y que quiere acogernos en su
Amor, para que también nosotros tengamos esa sed, y saciemos
su sed.

José y María contemplando la Cruz consideraba

que Cristo, clavado, sujeto a los maderos de la Cruz, espera de
cada uno de nosotros una “limosna de amor”. La omnipotencia
divina pide a los hombres una limosna de amor. ¿Es posible
dársela?.

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Semana Santa
¿Podemos nosotros, criaturas mortales, saciar el hambre, la
sed, del Hijo de Dios, por Quien fueron hechas todas las cosas, en el cielo y
en la Tierra?

Una “limosna de amor” ante Cristo en la agonía de la Cruz,

unidos al llanto y al estupor de las santas mujeres que acompañaron a la
Virgen María al pie de la Cruz, calma la sed de Cristo y abre nuestro
espíritu a la luz, al calor del Amor de Dios; y nos prepara para vivir con Él,
y en Él, la Resurrección.

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Guía de
Trabajo
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 Arrepentimiento y Perdón

● La Semana Santa es un tiempo propicio para

reflexionar sobre nuestros propios pecados, arrepentirnos
de ellos y pedir perdón a Dios. Se puede realizar una
reflexión personal sobre las acciones que nos alejan de
Dios y buscar la reconciliación a través del sacramento de
la confesión.

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 Sed de Concesión y Salvación
● El texto nos invita a reflexionar
sobre la sed de Cristo de la
conversión de los pecadores y de la
salvación de todas las almas. Se
puede realizar una oración pidiendo
a Dios la gracia de la conversión y la
salvación de todas las personas que
aún no conocen su amor.

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 Dar una Limosna de Amor
● El texto nos invita a dar una
"limosna de amor" a Cristo en su
agonía en la Cruz. Se puede
reflexionar sobre cómo podemos
demostrar nuestro amor a Dios a
través de nuestros actos diarios y
ofrecerle nuestra vida como una
ofrenda de amor.

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 Vivir la Resurrección
● La Semana Santa culmina con la
celebración de la Resurrección de
Jesucristo, donde se nos muestra la
victoria sobre el pecado y la muerte.
Se puede reflexionar sobre la
importancia de vivir la Resurrección
en nuestra propia vida, llevando la
luz y la esperanza de Cristo a todos
los que nos rodean.

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 Oración y Contemplación
● Se puede finalizar la guía de trabajo
con un momento de oración y
contemplación, agradeciendo a Dios
por su amor incondicional
manifestado en la Semana Santa y
pidiendo la gracia de vivir conforme
a sus enseñanzas.

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 Competencias Educativas
● Comprensión del significado y la importancia de la Semana
Santa en la Iglesia.
● Reconocimiento y valoración de la Pasión, la Muerte y la
Resurrección de Jesucristo como la noticia más importante
de la historia.
● Reflexión sobre el sufrimiento de Jesucristo como carga
con el pecado del mundo y la invitación a pedir perdón y
arrepentirse.
● Desarrollo de la empatía y la compasión hacia el sacrificio
de Cristo en la Cruz.
● Conciencia de la sed de conversión de los pecadores y la
importancia de abrir el corazón en arrepentimiento.

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 Competencias Educativas
● Valoración de la sed de Jesucristo como sed de amor hacia los
hombres y deseo de que todos se salven.
● Comprensión de la misión de Cristo de redimir y santificar al
hombre a través de su sacrificio en la Cruz.
● Fomento de la entrega y el servicio a Dios a través de la limosna
de amor en respuesta a la sed de Cristo.
● Promoción del amor, la fidelidad, la lealtad y el servicio como
medios para calmar la sed de Cristo.
● Preparación para vivir la Resurrección de Cristo a través del
encuentro con su Pasión y Muerte en la Semana Santa.

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 Reflexión sobre el Amor de Dios
● El texto nos invita a reflexionar sobre el amor de Dios
manifestado a través de la Pasión, Muerte y Resurrección
de Jesucristo. Se sugiere realizar una meditación sobre el
sacrificio de Jesús en la Cruz como muestra máxima de
amor y misericordia hacia la humanidad.

Prof. Natividad Morinigo

Muchas Gracias
Prof. Natividad Morinigo