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1er día | Sábado

LA CURA DE
UN LEPROSO
“Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha
gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él,
diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús
extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio.
Y al instante su lepra desapareció”
(Mateo 8:1-3).
INTRODUCCIÓN:

•La historia de hoy dice que había un


leproso que se aproximó al Señor
Jesús. Este hombre estaba aislado,
era rechazado por la sociedad, sus
amigos y hasta propia familia, su
única salida y esperanza estaba en
Jesús.
I. SEGUIR A JESÚS
NO ES FÁCIL (v. 2)

•Pero la recompensa es grandiosa.

• La expresión: “Señor, si
quieres, puedes limpiarme”,
no dice. “Señor purifícame,
cúrame. Dice. “Si quieres”.

• Jesús enseñó en el sermón del


monte cuando oremos
debemos decir: “Hágase tu
voluntad”.
I. JESÚS CONOCE EL
FIN DESDE EL
PRINCIPIO (v. 3)

• Jesús quiere lo mejor para ti.


• La voluntad de Dios es soberana.
• Lo mejor es aquello que Dios
quiere para nosotros.
• El texto dice: ”Jesús extendió la
mano y le tocó”.
• Jesús extiende la mano para
darte:
• Sanación
• Bendición
• Transformarte.
III. JESÚS ESTÁ A TU
LADO, AUNQUE NO LO
PUEDAS VER.

•“El leproso creyó que Jesús podía hacer algo en su


vida. Venciendo las dificultades, se aproximó a Él, y
Dios hizo maravillas en la vida del leproso”
“SEÑOR, SI
QUIERES,
PUEDES
PURIFICARME

Si crees en Jesús, ya hiciste la mitad del
camino, pero aún no llegaste; tienes que
entregar tu vida a Jesús.

Marcos 16:16
“ El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será
condenado.”
Entrega hoy tu
vida a Jesús

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