LOS

SACRAMENTOS
SILVANA FLORES
VILLARREAL
 BAUTISMO
“Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis
dicípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del
Hijo y del Espiritu Santo”. (Mt 28,19) (Cfr. Mc
16,16; Jn 3,5).

Con el bautismo comienza una nueva vida en Dios. Se nos

perdona el pecado original, nos hace participar en la vida
divina Trinitaria mediante la gracia santificante; da la gracia de
la justificacion que nos une a Cristo y al Espiritu Santo.
 CONFIRMACIÓN
“Les impusieron las manos y recibieron
el Espiritu Santo” (He 8,17).

Recibimos al Espiritu Santo grandemente ,

hace crecer la gracia bautismal , nos une mas
fuerte con Cristo y su Iglesia, fortalece nuestra
arma y nuetra fe con los dones del Espiritu
Santo.
EUCARISTÍA
“Después tomó el pan y dando gracias, lo partió y se
lo dió, diciendo: Esto es mi cuerpo, el que es
entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mia.
Después de la cena hizo lo mismo con la copa…”
(Lc 22,19-22).

La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y

de la Sangre del Señor Jesú, el sacrificio de la cruz,
confiando así a la Iglesia memorial de su Muerte y
Resurrección.
 PENITENCIA

“Reciban el Espiritu Santo, a quienes perdonen, queden

perdonados , y a quienes libren de sus pecados queden atados”
(Jn 20, 23).
Con el Bautismo recibimos la vida de gracia, pero no nos quita la
debilidad y la inclinacion al pecado. Por eso Jesús instituyó el
sacramento de la penitencia (reconciliación) para la conversión de los
bautizados que se han alejado de El por el pecado.
UNCIÓN DE ENFERMOS
“El que esté enfermo, que llame a los presbíteros de la
Iglesia para que ruegen por el, ungiéndolo con aceite en
el nombre del Señor, la oración hecha con fe salvará al
enfermo; el Señor lo levantará y, si ha cometido pecados,
le serán perdonados” (Stgo 5,14-15).

Dios concede al enfermo grave un don particular del Espíritu

Santo le da la gracia del consuelo y la paz, esta gracia
renueva la confianza y la fe en Dios y lo fortalece contra la
tentación del desaliento y la angustia ante la muerte.
ORDEN SACERDOTAL
“No descuiden el don espiritual que posees y que
recibiste de mano del profeta cuando el grupo de los
presbíteros te impulso las manos” (1 Tim 4,14).

Con este sacramento la misión confiada a los apostoles

sigue siendo ejercida por siempre atraves de los sacerdotes,
quien recibe este sacramento debe predicar el evangelio,
celebrar la eucaristia, y ser pastor de los fieles.
 MATRIMONIO
“…el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá
con su mujer; y serán los dos uno solo” (Mt 19,5).
Es que hombre y mujer se amen y permanezcan unidos
para siempre. Dios da la gracia para que los esposos
alcancen la santidad en su vida conyugal (de esposos) y al
acoger y educar responsablemente a los hijos.
iiGRACIA
S!!