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PEREGRINACIÓN DE SECUNDARIA
ROSARIO
GUADALUPANO
¿NO ESTOY
YO AQUÍ
QUE SOY
TU
MADRE?
Se la rosa que atestigüe el milagro….
ROSARIO:
Por la Señal de la Santa Cruz…
Acto de contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, me pesa de todo corazón de
haber pecado, porque te ofendí a ti, que eres tan bueno y que tanto me amas, y, a quien yo quiero
amar sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia, enmendarme y alejarme de las
ocasiones de pecar, confesarme y cumplir la penitencia. Confío en que me perdonarás por tu
infinita misericordia. Amén
1er. MISTERIO:
La Virgen María "Madre del Dios verdadero por quien se vive", se le aparece a Juan Diego en el
Tepeyac y lo manda ante el Obispo para que le edifique un templo.
Pidamos a María de Guadalupe nos conceda la gracia tener un corazón siempre dispuesto a ser un
templo del amor y la ternura de Dios.
Canto: LA MORENITA.
2do. MISTERIO:
“Te ruego encarecidamente, Señora y niña mía, que alguno de los principales, conocido, respetado
y estimado, le encargues que lleve tu mensaje para que le crean, porque yo soy un hombrecillo,
soy un cordel, soy una escalerilla de tablas, soy cola, soy hoja, soy gente menuda.”
Pidamos a la virgen que siempre estemos dispuestos a ser mensajeros del amor, la justicia y la
verdad en medio de nuestra gente.
3er. MISTERIO:
Madre de los mexicanos, te suplicamos que así como brotaron rosas frescas y fragantes en el árido
Tepeyac te dignes hacer florecer en nuestra alma el amor la alegría y la esperanza para los que
más lo necesiten.
Canto: LA GUADALUPANA
4to. MISTERIO:
Juan Diego camina hacia Tlatelolco a llevar la prueba de la presencia de María al Obispo Fray Juan
de Zumárraga.
Te pedimos Señora que así como Juan Diego cuido de esas flores, signos del milagro, nosotros
podamos cuidar el corazón de cada hermano, donde tú has de plasmar tu bella imagen.
5to. MISTERIO:
María ayúdanos a creer en los milagros y pedir con ardiente fe por quienes más lo necesiten, los
pobres, los enfermos, los migrantes, las familias, los niños y los jóvenes, pues para ellos has
venido.
Canto: A TI VIRGENCITA
Aves Marías
V. Dios te salve María santísima, Estrella de la mañana, faro resplandeciente que nos conduce al
puerto de salvación, luz divina que ilumina a los bienaventurados. Dios te salve María Santísima,
hija de Dios Padre, virgen purísima y castísima antes del parto, en tus manos encomendamos
nuestra fe para que la ilumines. Llena eres de gracia…
V. Dios te salve María Santísima, vida de los santos, alegría de los ángeles, esperanza de los
hombres, nube luminosa a cuyo seno bajó el Hijo de Dios. Dios te salve María Santísima, Madre de
Dios Hijo, virgen purísima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la
alientes. Llena eres de gracia, el Señor es contigo…
V. Dios te salve María Santísima, modelo de amor, lirio de pureza, imagen viva de castidad. Dios te
salve María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, virgen purísima después del parto, en tus
manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames, nuestras necesidades para que las
remedies, nuestras almas para que las salves. Llena eres de gracia…
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura y esperanza nuestra: Dios te salve…
Ruega por nosotros santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y
promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
De tus divinos ojos, oh María penden nuestras felicidades ¡Míranos, Señora, y no nos
desampares!
LETANIA GUADALUPANA
ORACIÓN FINAL:
Préstame Madre tus ojos, para con ellos poder mirar, porque si con ellos miro, nunca volveré a
pecar.
Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar, porque si con ellos rezo, Jesús me podrá
escuchar.
Préstame Madre tu lengua, para poder comulgar, pues es tu lengua patena de amor y santidad.
Préstame Madre tus brazos, para poder trabajar, que así rendirá el trabajo una y mil veces más.
Préstame Madre tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierta con tu manto al Cielo he de
llegar.
Préstame Madre a tu Hijo, para poder yo amar. Si tu me das a Jesús, qué más puedo yo desear y
ésta será mi dicha por toda la eternidad. Amén.