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DIÁCONOS Y DIACONISAS

El cuidado de los enfermos


estaba a cargo del clero el cual
estaba obligado a visitar al
enfermo aunque no fuera de la
familia, a un viajero por ejemplo
o quienes carecían de un hogar
eran recibidos en casa del obispo
y muchos de los trabajos del
cuidado eran realizados por
diáconos y las diaconisas.
Las diaconisas eran mujeres
maduras, viudas o vírgenes que sin
tener votos religiosos se ofrecían
voluntariamente a prestar servicios
al clero en la asistencia del pobre o
el desvalido, la edad exigida de una
diaconisa para su desarrollo era de
60 años edad en la cual la mayor
parte de las mujeres ya habían
enviudado siendo este requisito
anulado a mitad del siglo IV.
Febe una viuda que se hizo
diaconisa dedicando su vida
al servicio de la iglesia
tomando como misión el
cuidado de los enfermos;
Considerada como la
primera diaconisa y la
primera visitadora sanitaria.
MATRONAS RAMONAS
Entre las primeras mujeres
cristianas de Roma se
encuentran Fabiola, Paula y
Marcela, matronas que se
consagraron al cuidado de los
enfermos y a otras importantes
obras, como la de impartir
enseñanza a los aspirantes,
educándolos e instruyéndolos en
el método de cuidar enfermos.
Fabiola miembro de una familia
fabulosamente rica, se casó en
dos ocasiones; después de
divorciarse del primer marido y
enviudado del segundo, abrazó
el cristianismo, se enlistó en los
rangos de los penitentes,
abandonó sus vanidades y sus
lujos y encarnó el modelo de las
matronas cristianas.
Con el dinero obtenido de la
venta de sus riquezas, que
dispuso totalmente al
beneficio de los pobres fundó
el primer hospital general en
Roma. En este hospital
reclutó a todos los enfermos
miserables que encontró en
las calles, dando amorosos
cuidados

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