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al diezmo
La biblia menciona dos casos en los que se ofrecieron diezmos antes de que se
instituyera como ley.
“Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo
será consagrado a Jehová” (Levítico 27. 32).
11
El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy
gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo
lo que gano. Lucas 18:11-12
Antiguo pacto vs nuevo pacto
EL MANDAMIENTO BAJO EL ANTIGUO PACTO
1° La obligación humana: “Traed todos los diezmos al alfolí (al granero, no al arca
de las ofrendas) y haya alimento (no-dinero) en mi casa;...”. Malaquías 3:10
2° La bendición divina: “...y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si
no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta
que sobreabunde.
Antiguo pacto vs nuevo pacto
EL MANDAMIENTO BAJO EL NUEVO PACTO
1° La bendición divina: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
2° La obligación humana: “... Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2. 8-10).
EL DIEZMO, ¿ES UN MANDAMIENTO PARA LA IGLESIA
COMO LO FUE PARA ISRAEL?
Evidentemente el diezmo fue una ley ordenada únicamente para el pueblo de
Israel. La Iglesia pertenece a otra dispensación, la de la Gracia,
“EL NUEVO PACTO”
“Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues
escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas
en el libro de la ley, para hacerlas” (Gálatas 3. 10).
“En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera
que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de
vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que
cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas” (1 Corintios 16. 1-2 y ss.).
A la iglesia se le pide ofrendar como acción de gracias
“El que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará
vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis
enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros
acción de gracias a Dios.
“Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son
el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmo 51.
16-17)