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CELEBREMOS LA

RESTAURACIÓN OTRA
VEZ

Salmo 51
Arrepentimiento, y plegaria
pidiendo purificación. Al músico
principal. Salmo de David,
cuando después que se llegó a
Betsabé, vino a él Natán el
profeta.
Y dijo David a Urías: ¿No has venido de
camino? ¿por qué, pues, no descendiste a
tu casa? 11 Y Urías respondió a David: El
arca e Israel y Judá están bajo tiendas, y
mi señor Joab, y los siervos de mi señor,
en el campo; ¿y yo había de entrar en mi
casa para comer y beber. y a dormir con
mi mujer? Por vida Tuya, y por vida de tu
alma, que yo no haré tal cosa. 2 de Samuel
12.10b-11
Crea en mí, oh Dios, un corazón
limpio, Y renueva un espíritu
recto delante de mí. Salmo 51:10
Si confesamos nuestros pecados,
él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos
de toda maldad. Si decimos que
10

no hemos pecado, le hacemos a


él mentiroso, y su palabra no
está en nosotros. 1 de Juan 1:9-10
 ¿Tenemos que irnos de rodillas
hasta cierto lugar de adoración?

 ¿Debemos someternos a algún


tipo de auto castigo para purgar
nuestro pecado?
 ¿Necesitamos apartarnos de la
gente y convertirnos en
Ermitaños?
 ¿Es indispensable hacer algún ritual
religioso: poner velas, repetir rezos,
dar ofrendas, hacer cancelaciones,
decir conjuros, etc.?
Venid luego, dice Jehová, y
estemos a cuenta: si vuestros
pecados fueren como la Grana,
como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos
como el carmesí, vendrán a ser
como Blanca lana. Isaías 1:18
Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo Os
haré descansar. Mateo 11:28
I. CELEBREMOS NUESTRA
RESTAURACIÓN OTRA VEZ POR
EL CARÁCTER DE DIOS

Nuestra restauración se basa en


quien es Dios
1
Ten piedad de mí, oh Dios
conforme a tu misericordia;
conforme a la multitud de tus
Piedades borra mis rebeliones.
2
Lávame más y más de mi maldad y
límpiame de mi pecado. Salmos
51:1-2
“La triple realidad”
Piedad, misericordia, piedades,
son atributos de Dios podríamos
traducirlo por Gracia amor y
ternura
 La Gracias de Dios
 El amor del Salvador, y la
 Ternura del Santo Espíritu
Rebeliones, maldad, pecado,
describe nuestro carácter, No
el de Dios.
 Somos malos
 Somos una raza caída
 Estamos lejos de Dios
Borra mis rebeliones, lávame
más y más de mi maldad, y
límpiame de mi pecado
Borrar una deuda acumulada de
manera radical y eterna. ¡Cuenta
saldada!
Lavar por fricción,
concienzudamente hasta lograr
una limpieza profunda
Enjuagar hasta la renovación
total integral
He aquí una perfecta descripción
de lo que necesitamos que Dios
haga en nosotros
El salmista se acerca a Dios,
porque sabe quién es Dios, y pide
ser tratado de acuerdo con sus
atributos
También reconoce quién es él
como humano, y pide ser
limpiado por completo
El fariseo, puesto en pie, oraba
consigo mismo de esta manera:
Dios te doy gracias porque no soy
como los otros hombres, ladrones,
injustos, adúlteros, Ni aún como
este publicano; ayuno dos veces a
12

la semana, doy diezmos de todo lo


que gano
Más el publicano, estando lejos,
no quería ni aún alzar los ojos al
cielo, sino que se golpeaba el
pecho, diciendo: Dios sé propicio
a mí, pecador
Os digo que este descendió a su
14

casa justificado antes que el


otro; porque cualquiera que se
enaltece, será humillado; y el
que se humilla será exaltado.
Lucas 18:11-14
 No nos comparemos con otros.
 No minimicemos nuestro
pecado
 No le echemos la culpa a lo
enorme de la tentación.
No nos ha sobrevenido ninguna
tentación que no sea humana;
pero fiel es Dios, que nos dejará
ser tentados más de lo que podrá
resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la
salida para que podáis soportar. 1ª
de Corintios 10:13
 No le echemos la culpa a nadie
más.
 Si vamos a experimentar la
restauración total debemos ser
honestos.
 Además, con Dios, no hay manera
de fingir ocultar nada.
El perdón no se basa en
nosotros, se basa en Dios en su
carácter
No es cuestión de si mis
pecados son pequeños, (no
hay pequeños) se basa en el
hecho de que su misericordia
es grande.
No tenemos que darnos baños
de pureza: “no soy tan malo”,
“Se me chispoteó” debemos
apelar a su gracia que nos
purifica y nos limpia.
¡Lávame!
Así que, no esperemos ser
perdonados por quien somos
nosotros, esperemos ser
perdonados por quién es Dios.
II. CELEBREMOS NUESTRA
RESTAURACIÓN RECONOCIENDO
NUESTRA CONDICIÓN

Necesitamos reconocer nuestro


pecado.
3 Porque yo reconozco mis
rebeliones, y mi pecado está
siempre delante de mí.
4 Contra ti contra ti solo el
pecado, y hecho lo malo delante
de tus ojos; Para que sea
reconocido justo en tu palabra;
Y he tenido por puro en tu
juicio.
Todo pecado es principalmente
una ofensa a Dios

5 He aquí, en maldad he sido


formado, y en pecado me
concibió mi madre.
Alguien que no reconoce su
pecado será esclavo del pecado
toda su vida

 No hay pecados chicos todos son


enormes y mortales.
 No hay pecadillos
Salmo 32:3 Mientras calle se
envejecieron mis huesos en mi
gemir todo el día.
Reconocer el pecado No es cosa
sencilla pero su beneficio son
extraordinarios.

• Significa que reconocemos el


derecho de Dios de establecer
su orden moral.
Isaías 5:20-24

Ahora resulta que matar niños


antes de que nazcan es un
derecho y no un crimen
Ahora resulta que destruir el
plan de Dios para el hombre y
para la mujer, torciendo la
sexualidad es una preferencia y
no un pecado destructivo como
dice la palabra
Ahora resulta que enseñar la
palabra procurar ayudar a las
personas a encontrar el buen
camino es intolerancia y somos
perseguidos por ello.

¡Sí que estamos chuecos!


 Significa reconocer nuestra
naturaleza

 Significa aceptar que hay un


camino del bien que debemos
seguir
.
La más grande y peligrosa maldad
de la sociedad de nuestro tiempo,
es defender lo malo pretendiendo
hacer lo bueno.
O sea que, más grave que el
aborto, es defenderlo.

Más grave que el


homosexualismo es ser parte de
una campaña mundial para
defender el ese estilo de vida.
Más grave que el ateísmo, es ser
parte de una agenda mundial
para negar la veracidad de la
palabra de Dios.
Es grave porque al no reconocer
el mal y al tratar de hacerlo
convertirlo en bien, condenamos
a las personas y al mundo entero
a la imposibilidad de redención.
Así que, reconocer el pecado,
como hace el salmista, es
extraordinario
Reconocernos pecadores es
buena cosa

Reconocer que somos pecadores


y confesar a Dios nuestro pecado
es el primer paso para la
restauración
III. CELEBREMOS NUESTRA
RESTAURACIÓN ANHELÁNDOLA.

Necesitamos anhelar nuestra


restauración
6. He aquí, tú amas la verdad en
lo íntimo, y en los secretos me
has hecho comprender sabiduría.

7. Purifícame con hisopo y seré


limpio más blanco que la nieve
8 Hazme a oír gozo y alegría y se
recrearán los huesos que has
abatido
9 Esconde tu rostro de mis
pecados Y borra todas mis
maldades.
Hay un deseo por estar de nuevo
en la intimidad con Dios. Anhelar
la experiencia de limpieza.
Existe una directa y proporcional
relación entre el pecado y la
infelicidad.

Pecamos y caminamos hacia la


infelicidad.
Experimentamos el perdón y
tenemos la posibilidad de
experimentar felicidad.
Borra todas mis maldades

No te fijes en ellas no te
acuerdes de ellas nunca más
El pecado no hace sentir sucios

La restauración total de
nuestra vida incluye, de parte
nuestra, un anhelo profundo
por el perdón.
DESAFÍO. a Celebrar nuestra
restauración otra vez
CELEBREMOS LA
RESTAURACIÓN OTRA VEZ

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