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PERÍODO ENTREGUERRAS

(1918-1939)
Finalizada la Primera Guerra Mundial, el
escenario político y social de Europa se vio
profundamente alterado. En Alemania, el fin de la guerra
puso fin al imperio, permitiendo el nacimiento de la
República. Su Constitución reconocía una serie de
derechos individuales, económicos y sociales, lo que
resultaba muy avanzado para la época. No obstante, la
Constitución contó con la oposición de grupos de extrema
izquierda y de extrema derecha. Estos últimos ganaron
protagonismo, al hacerse cargo del malestar que
experimentaba la población alemana con las condiciones
derivadas del Tratado de Versalles.
Las potencias vencedoras experimentaron
algunas tensiones internas, aunque mantuvieron
sistemas políticos democráticos. Fue en el plano
internacional donde se registraron los mayores
cambios: Europa perdió su rol preponderante,
siendo desplazada por Estados Unidos. Si bien
este país prefirió mantener una situación de
aislacionismo político, marginándose incluso de
la Sociedad de las Naciones, en el ámbito
económico la hegemonía estadounidense era
indudable.
El gobierno estadounidense desempeñó
un rol central en la reconstrucción económica de
Europa, facilitando la entrega de créditos para
reactivar la industria y, de paso, asegurarse la
devolución de los préstamos que había realizado
tras la guerra. La prosperidad económica
alcanzada por Estados Unidos y, en menor
medida, por sus aliados europeos, aumentó la
confianza en una pronta recuperación.
Crisis económica de 1929
Los locos años veinte
Durante los años veinte, la economía
estadounidense experimentó una notable
expansión. El consumo y las compras a crédito
aumentaron considerablemente y la población
buscó el olvido de las privaciones del tiempo de
guerra a través del consumo de diferentes bienes,
lo que se reflejó en el crecimiento de la industria
electrónica y automotriz. Florecieron los
espectáculos de masa, el charlestón y el tango, la
música jazz, el cine y la radio.
La sociedad cambió sus costumbres,
especialmente las mujeres cuya moda y
comportamiento adquirieron un carácter más
liberal. Se acortaron las faldas, se remarcó el
maquillaje y los cortes de pelo se
masculinizaron; también comenzaron a consumir
tabaco y alcohol y a participar de fiestas
nocturnas.
El optimismo reinante impidió ver que las
bases de este crecimiento económico eran frágiles,
pues se fundamentaban en una creciente
especulación financiera. El dinero dejó de ser
invertido en actividades productivas para ir a parar a
las bolsas de valores; el crédito crecía
descontroladamente, generando altas tasas de
endeudamiento. Las empresas, alentadas por la
bonanza, solicitaban créditos a los bancos para
expandir su producción, mientras los particulares
hacían lo propio para adquirir bienes o invertir en la
bolsa. La ausencia de una política estatal clara para
revertir la situación contribuyó a que se
desencadenara una profunda crisis.
La crisis económica de 1929
Una baja en las acciones en la bolsa de
Nueva York sembró la alarma: los inversionistas
salieron a vender sus acciones para recuperar su
dinero, provocando el llamado “jueves negro”. Ese
24 de octubre de 1929 salieron a la venta más de
13 millones de acciones, las que bajaron
dramáticamente sus precios ante la falta de
compradores. Esto provocó el desplome de la
Bolsa de Nueva York, centro financiero del mundo.
Los inversionistas no pudieron cumplir con sus
compromisos económicos, lo que arrastró a los
bancos a la quiebra. A su vez, la
desarticulación del sistema financiero provocó la
pérdida de los ahorros de personas y empresas
y la bancarrota para muchas compañías. El
precio de los productos se desplomó, terminando
de arruinar a productores y comerciantes. El
cierre de las empresas disparó el desempleo, lo
que frenó el consumo y provocó, por tanto, la
paralización de la economía.
El crack de 1929 provocó una reacción en
cadena que traspasó las fronteras de Estados
Unidos, provocando un descalabro en la economía
internacional. Solo la Unión Soviética, cuya
economía tenía escasos vínculos con otros países,
logró sortear bien la crisis. Estados Unidos procuró
rescatar sus capitales en Europa para tratar de
recuperar su economía, lo que provocó la quiebra de
bancos y serios desajustes en las economías
europeas. El comercio internacional descendió
considerablemente, afectando gravemente el precio
de las exportaciones. La cesantía y el pesimismo se
extendieron por el mundo, evidenciando los alcances
de una de las más grandes crisis del capitalismo.
La respuesta a la crisis
Los mecanismos de los distintos países
para enfrentar la crisis fueron diversos, aunque
coincidieron en asignar una mayor intervención
del Estado en la economía. Estados Unidos, bajo
la presidencia de Franklin D. Roosevelt,
emprendió la recuperación económica aplicando
el denominado New Deal (Nuevo Trato), basado
en la intervención del Estado en la generación de
empleo y en la inversión. El New Deal contempló
la rearticulación del sistema financiero, un plan
de obras públicas para absorber la cesantía, la
entrega de subsidios a la agricultura y el
desarrollo de una
política de reactivación industrial basada en la
entrega de subvenciones y la fijación de un salario
mínimo. Pese al esfuerzo invertido, la recuperación
económica fue lenta y el plan de gobierno fue
mirado con desconfianza por las elites económicas
estadounidenses, que cuestionaban el excesivo rol
del Estado.
Gran Bretaña respondió a la crisis
adoptando medidas proteccionistas, replegándose
a su mercado interno y al circuito comercial de sus
colonias. En Francia, el gobierno promovió un
programa de recuperación del poder adquisitivo,
mediante el aumento de salarios, la reducción de
la jornada laboral,
el establecimiento de vacaciones pagadas y la
institucionalización de los acuerdos laborales
colectivos.

Proteccionismo:
proteger la industria interna de un país.
TOTALITARISMOS

Los totalitarismos son gobiernos no democráticos


impuestos a la fuerza que cumplen con cuatro
características:
1. Partido único: los gobiernos totalitarios se distinguen
por permitir la existencia de un solo partido político, el
que gobierna. Prohíbe y persigue cualquier otra
organización que tenga ideas distintas. Durante el
período entreguerras se dieron los siguientes ejemplos:
-Italia Partido Fascista
-Alemania Partido Nacionalsocialista (Nazi)
-Unión Soviética Partido Comunista
2. Líder carismático
Los totalitarismos siempre tienen a la cabeza un
líder que a través de su mensaje llega fácilmente a la
población. Dan largos discursos en los cuales se plantean
como salvadores de la patria, como la única solución. Por
lo general, son líderes populistas, es decir, prometen al
pueblo lo que no cumplirán, con el único objetivo de tener
el apoyo de los ciudadanos. Ejemplos:
-Benito Mussolini en Italia
-Adolf Hitler en Alemania
-Joseph Stalin en la Unión Soviética
3. Control de los medios de comunicación
Los totalitarismos se caracterizan por el completo
control y censura de todos los medios de comunicación
(radio, prensa, revistas, etc…), toda información debía ser
filtrada por el gobierno para promover la ideología
totalitaria, no se podía publicar ideas que fueran contra el
gobierno.
Muchos de los medios de comunicación fueron
utilizados para mostrar propaganda política, líderes
expuestos como salvadores de la patria, juventud enrolada
en el ejército, obras públicas creadas por el gobierno, etc…
4. Utilización de medios represivos
Mantenían policías secretas que se dedicaban a
perseguir a cualquier persona que se opusiera a las ideas
del gobierno. Utilizaban distintos medios represivos como
la persecución, interrogación, diversas torturas, purgas,
asesinatos, entre otros. El miedo siempre reinó en la
población, y este era manejado por el gobierno a través de
sus policías secretas.
-Alemania SS y Gestapo
-Unión Soviética KGB
-Italia Los camisas negras
La crisis a la democracia
La incapacidad de los gobiernos democráticos para
dar una respuesta a la crisis económica de 1929 provocó el
desencanto de la población que comenzó a desconfiar del
sistema. La crisis de la democracia tuvo su máxima
expresión en el desarrollo de los regímenes totalitarios
como el fascismo italiano, el nazismo alemán y el
comunismo estalinista en la URSS.
En Europa el temor al desarrollo de una
revolución al estilo soviético embargó a parte importante de
la sociedad, principalmente a la clase media. Por esta
razón, muchas personas fueron partidarias de la llegada al
poder de gobiernos fuertes, de carácter ultranacionalistas y
anticomunistas.
El fascismo
En Italia, el ascenso de un régimen totalitario se
consolidó con la llegada al poder, en 1922, de Benito
Mussolini. Si bien Italia había formado parte del bloque de
países vencedores de la guerra, el costo económico y humano
superó con creces los resultados del esfuerzo bélico: el país
quedó lleno de deudas, con gran desempleo y con mínimas
ganancias territoriales, en comparación a las que aspiraban los
italianos. El fuerte sentimiento de frustración, sumado a la
inestabilidad social, generó las condiciones propicias para el
ascenso de Mussolini.
En 1919, Mussolini fundó los fasci di combatimento,
organización con resonancias a la Roma imperial, que
comenzó a congregar un gran número de militantes, por lo que
en 1921 se transformaron en Partido Nacional Fascista. Los
grupos fascistas utilizaron la violencia como forma de
Enfrentar la crisis social, la que se expresó en la acción de
sus grupos paramilitares, los “camisas negras”, quienes
actuaban contra militantes y organizaciones de izquierda, sin
sufrir prácticamente ninguna consecuencia por sus actos.
Pronto, la fuerza sería el medio que utilizaría el fascismo
para llegar al poder en Italia.
En octubre de 1922, Mussolini y sus “camisas negras”
realizaron al Marcha sobre Roma, una enorme demostración
de fuerza, que terminó con el llamado realizado por el rey de
Italia, Víctor Manuel III, para que Mussolini se integrara al
gobierno. Poco a poco, los fascistas fueron controlando todo
lo relacionado con el Estado, manteniendo la apariencia de
un régimen democrático, y lograron triunfar en las
elecciones, gracias a la violencia ejercida contra los partidos
de oposición.
En 1925 el gobierno de Mussolini asumió un cariz
claramente autoritario. Mussolini, quien comenzó a hacerse
llamar duce (caudillo, conductor), promulgó una serie de
decretos que transformaron el Estado liberal en un Estado
fascista, caracterizado por la supresión de las libertades
civiles y de los partidos políticos, excepto el fascista.
Características del fascismo
• Fue un régimen antidemocrático, en que la libertad
individual se subordinaba al Estado, dirigido por un líder
todopoderoso y apoyado en un partido único
• El Estado intervenía en la economía, aunque apoyaba la
empresa privada.
• El Estado controlaba la educación, la cultura y los medios
de comunicación, y los utilizaba como herramientas de
control social y de la promoción del culto al líder.
• Desarrolló un culto a la violencia y al militarismo, que se
manifestó en el uso de símbolos y propaganda
• Tuvo un carácter anticomunista, nacionalista y
expansionista.
El nazismo en Alemania

En 1930, Alemania enfrentaba una severa crisis derivada de


la depresión económica de 1929. El desempleo alcanzó a
gran parte de la población y la inflación se disparó,
provocando un empobrecimiento general de la población.
Existieron continuos estallidos de violencia e intentos
golpistas, como uno liderado por el Partido
Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes, o Partido
Nazi, en 1923. En 1930, este partido era la segunda fuerza
política en Alemania, y su apoyo electoral aumentaba en la
medida en que se agudizaba la crisis económica alemana.
El éxito político del partido nazi, sumado a la presión
ejercida a través de actos de masas y acciones callejeras,
llevaron a que su líder, Adolf Hitler, fuera nombrado Canciller
de Alemania en 1933. A partir de este momento, se inició el
giro hacia un régimen totalitario, el III Reich. El primer
objetivo fue dotar a Hitler de poderes extraordinarios, lo que
se logró tras unas elecciones desarrolladas en un clima
enrarecido: el incendio al Reichstag o Parlamento, del que
Hitler acusó a los comunistas, sirvió de excusa para declarar
ilegal a los partidos políticos y organizaciones sindicales.
Solo se permitió la existencia del partido nazi. Al mismo
tiempo, Hitler eliminó la oposición existente en su partido, en
la llamada “noche de los cuchillos largos”.
El régimen comenzó con una política racista, cuya
máxima expresión fue el antisemitismo. Durante el régimen
nazi, se establecieron leyes que discriminaron a la población
judía. También se llevaron a cabo confiscaciones de sus
bienes y acciones violentas contra sus propiedades, como la
“noche de los cristales rotos”(1938), en que se asaltaron
miles de tiendas de propietarios judíos. Los organismos
encargados de llevar a cabo las políticas de intimidación por
motivos raciales o políticos fueron la SS y la Gestapo o
policía secreta.
Características del nazismo
• Fue un régimen ultranacionalista, anticomunista y
antidemocrático. El Estado era dirigido por un líder
todopoderoso, el führer o conductor, y sostenido por un
partido único, el partido nazi.
• El gobierno se basó en ideas racistas que defendían la
superioridad de los arios, encabezados por el pueblo
alemán. También proclamaba la unión de los pueblos de
origen germano en una sola nación; la teoría del espacio
vital, que buscaba disponer de un territorio
suficientemente amplio para satisfacer las necesidades de
la población germana. Esto se tradujo en una política
exterior expansionista.
• Se utilizó de manera sistemática el terror y la violencia
política. Se persiguió, encarceló y eliminó a opositores
políticos y se llevó a cabo una política de limpieza étnica,
que implicó la muerte de judíos, gitanos, discapacitados y
minorías religiosas, étnicas y sexuales.
• El régimen utilizó un aparato de propaganda, que controló
los medios de comunicación y toda la creación cultural y
artística.
El estalinismo soviético
A partir de 1922, Lenin, que había sido líder
indiscutido, comenzó a enfermar, por lo que fue necesario
reemplazarlo. Quien estaba más cerca de sus ideas era
Trotski, que había reorganizado el Ejército Rojo y tenía
prestigio como intelectual. No obstante, el Secretario
General del Partido Comunista, Joseph Stalin, contaba con
mejores redes de apoyo entre los miembros del partido, por
lo que, tras la muerte de Lenin en 1924, este logró quedarse
con el poder. Se iniciaba así, un nuevo régimen político en la
Unión Soviética: el estalinismo, que se extendió entre 1929-
fecha en que Stalin logró eliminar a sus adversarios políticos
al interior del partido- y 1953, año de su muerte.
Durante el gobierno de Stalin se inició una
notable recuperación económica. Se colectivizó la
agricultura a través de una hacienda estatal con
trabajadores asalariados, y una hacienda de propiedad
colectiva controlada por el Estado. Además se potenció la
construcción de ferrocarriles, represas y fábricas,
transformando a la Unión Soviética en una potencia
industrial. El comercio, los bancos y los servicios pasaron a
control del Estado, que establecía lo que debía producirse a
través de planificaciones realizadas cada cinco años,
llamadas planes quinquenales. Esta planificación
centralizada, sumada al aislamiento económico, permitió que
durante la crisis del capitalismo, en 1929, la URSS
mantuviera su crecimiento constante.
El totalitarismo estalinista
Es estalinismo se basó en la supremacía del Partido
Comunista, que controló al Estado y la sociedad. El partido
estaba completamente sometido al poder de Stalin, quien
era considerado su líder indiscutido. Cualquier disensión era
duramente reprimida mediante las purgas, consistentes en la
muerte del disidente o en su reclusión en campos de
prisioneros: los gulags. En algunos casos, pueblos enteros
considerados rebeldes fueron trasladados de manera
forzosa. El control de Stalin respecto del partido favoreció la
formación de un cuerpo de funcionarios completamente
leales.
El gobierno de Stalin es considerado totalitarista porque
en él:
• No existían partidos opositores. El Partido Comunista era
el único legalmente reconocido.
• Se promovió el culto al líder a través de un aparato de
propaganda controlado por el Estado.
• El Estado ejercía un estricto control de la información y de
la creación artística y cultural manejada por los medios de
comunicación.
• El Estado contó con aparatos represivos que controlaban
cualquier disidencia.
Características:
1. Desarrolló una política centralista.
2. Se promovió el culto al líder a través de propaganda
controlada por el Estado.
3. La economía era absolutamente centralizada, bajo el
absoluto control del Estado.
Repaso
Crisis de 1929
1. Mencione los antecedentes de la crisis económica de 1929.
2. ¿Cuál es la principal causa de la cesantía durante la crisis de
1929?
3. ¿Qué significa que la crisis de 1929 haya tenido un efecto
dominó?
4. ¿A qué se le llama el Jueves Negro?
5. ¿Qué países fueron los más afectados por la crisis de 1929?
6. ¿Por qué las instituciones financieras quebraron durante la
crisis de 1929?
7. ¿Qué es el New Deal?
8. ¿Quién fue el creador de el New Deal?
9. Mencione al menos tres medidas del New Deal?
10. ¿Qué significa especulación financiera?
Repaso

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