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TRIBUTO

Era una cantidad, en dinero o en especie, que pagaban los


indígenas a los conquistadores o colonizadores españoles dos
veces al año -en Navidad y en el Día de San Juan Bautista-, por
ser súbditos del Rey de España. El gravamen se pagaba desde
que los afectados contraían matrimonio o alcanzaban los 18 años
de edad y hasta que cumplían los 50.
En Guatemala, aunque era un impuesto personal, muchas
veces se tasó colectivamente. La primera tasación de
tributos la realizó, en 1536, el Obispo Francisco
Marroquín. En 1548, el presidente Alonso López de
Cerrato ordenó una nueva tasación, en la cual disminuyó,
sustancialmente, el monto de los tributos individuales
La primera época de la conquista en Guatemala fue
sumamente violenta. Al despojo abierto y al terror se
agregó un tributo tasado arbitrariamente, es decir, que
se impuso una tributación conforme al interés
inmediato de los conquistadores en enriquecerse
rápidamente y no de los indígenas dominados.
Además, en lo que sería el Reino de Guatemala, durante
varios años el tributo exagerado fue apropiado por los
conquistadores, mientras que muy poco del mismo llegaba a
las arcas reales, que solo recibían los ingresos del
denominado quinto real. En ésta época -de 1524 a 1555- el
tributo es exigido a los conquistadores ya sea en especie –oro,
plumas, piedras, jade, mantas, productos agrícolas, etcétera-
puesto que no existe aún moneda, problema que ha de
perdurar durante toda la colonia.
Con las Leyes Nuevas, se reorganizó la tributación
indígena. En Guatemala el sistema de tributación de los
indios a la Corona -que perduró con ciertas
características fundamentales hasta la Independencia-,
fue organizado entre 1549 y 1554 por Alonso López de
Cerrato, segundo Presidente de la Real Audiencia de
Guatemala.
El tributo fue pues, desde el comienzo, una carga específica
para los indios, por ser vasallos del rey, consistente en un
valor que cada contribuyente debía entregar en un monto
independiente de cuales fueran sus ingresos. Como todo,
existieron excepciones legales o de hecho.
La tributación era fijada o tasada
específica y globalmente para cada
pueblo por la Junta Superior de la Real
Hacienda, y era revisada cada cierto
tiempo. Se atendía para esa tasación a la
mayor o menor riqueza de cada pueblo
de indios y al número de indios inscritos
en a matrícula, padrón o censo.
La tasación era para que la cantidad se
pagara anualmente, pero en realidad se
cobraba en dos partes, es decir dos veces
al año: en junio y en diciembre
En los dos siglos iniciales del período colonial,
los indios pagaron el tributo en especie –en
frutos de la tierra, según expresión de la época-.
En 1747 la junta superior ordenó que el tributo
se pagara solo en moneda, disposición que tardó
muchos años en cumplirse por las dificultades
que planteaba la ausencia o escasez del
circulante metálico

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