Manual AHNO

del discipulado
Un recurso
para miembros de la Iglesia Adventista
del Séptimo Día
 AHNO
CAPÍTULO 9

CONVOCATORIAS SAGRADAS
Texto Bíblico:
Juan 15:5

Fecha 29de Agosto

En una ocasión en la carrera
de los cien metros con
obstáculos de las olimpiadas
de 1980, salieron los ocho
competidores. El número
cinco brinco el primer
obstáculo, luego el segundo
y el tercero; su
desesperación fue tanta que
no pudo saltar totalmente el
cuarto y tropezó con él,
cayendo pesadamente
Desde el suelo vio a los demás
alejarse, sin embargo, se puso en
pie y continuó la carrera; se dio
cuenta de que su rodilla sangraba
y que su pierna no tenía la fuerza
necesaria por el golpe, pero aún
continuó; tropezando más adelante
con otro obstáculo y cayendo
nuevamente.
En ese punto ya los otros
competidores habían pasado la
meta y los que estaban alrededor
de la pista le decían que saliera de
la pista pues estaba sangrando y
de todas formas ya no iba a ganar
la carrera, pero este atleta no les
hizo caso, se levantó y siguió
adelante, su objetivo era llegar a
la meta, y lo iba a lograr sin
importar lo que pasara.
La gente en las graderías estaba
atónita al ver la persistencia de
aquel hombre. Finalmente llegó al
final de la pista, en ese momento
todo el estadio olímpico se puso de
pie, y estalló en una ovación al
hombre que había demostrado que
era lo más importante en una
carrera.
Muchos en la actualidad:
corren la carrera de la fe.
Avanzan, luchan, oran,
cantan, asisten a la
iglesia, perseveran a
pesar de los obstáculos
que puedan enfrentar.
Mientras que otros se
quedan en el camino,
desanimados,
lastimados, dejan de ir a
la iglesia, miran los
defectos de los demás,
critican
• Pero debemos de
entender, que solo hay
dos opciones, primero, te
vuelves al mismo lugar,
al mismo pasado, al
mismo fracaso o
segundo, perseveras
hasta el final sin
importar los tropiezos.
Te preguntaras: Como persevero.
Como me mantengo firme si a
veces no tengo ganas de ir a la
iglesia, no tengo ganas de orar, no
tengo ganas de hacer obra
misionera.
 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el
que permanece en mí, y yo en él, este
lleva mucho fruto; porque separados de
mí nada podéis hacer..”
Enfatiza
“En pocas palabras separado de Cristo, nada
podemos hacer. Estamos condenados, estamos
fracasados.”

Juan 15:5
• Sin duda, necesitamos
formar parte del cuerpo de
Cristo 1 Cor 12:27.
• No solo cuando nos
bautizamos,
• cuando asistimos a la
iglesia una vez por semana,
• o cuando oramos, cuando
nos acordamos,
• sino ser parte del cuerpo
de Cristo en todo
momento, desde que me
levanto, desde el
momento que voy al
baño, al trabajo, a la
cocina, a la escuela o
cuando asisto a la iglesia
de forma regular.

En todo tiempo debo de permanecer en Cristo, de tal

manera que pueda llevar muchos frutos.
El resultado de permanecer en Cristo:

• Tengo vida en él. Juan 6:47

• Tengo la verdad. Juan 8:32
• Tengo el amor por los otros. Juan 13:35
• Es amado por Dios. Juan 15:21
• Tengo al Espíritu Santo. Juan 15:26
• Tengo paz. 15:27
Jesús Dijo; Por sus frutos los conoceréis. Mateo7:16.
Los muchos frutos, nos trae grandes bendiciones.
En primer lugar, ser bendecidos por el mismo Dios.
En segundo lugar, ser una fuente de bendición para
otros.
Elena White Comenta:
La iglesia ha sido establecida para
servir; y en una vida de servicio a
Cristo formar parte de la iglesia es
unos de los primeros pasos que es
preciso dar. La lealtad a Jesús
exige la ejecución fiel de los
deberes determinados por la
iglesia. La educación. Pág. 242-
”
Ahora que hago

• He escuchado a miembros quejarse de la iglesia, que no

crece, que son los mismo, que el mal testimonio, que están en
desunión. Que la gente no quiere nada con Dios. y al ver
están cuestiones, muchos están tentados a preguntase, si en
realidad vale la pena asistir a las reuniones cuando tan solo
unos pocos parecen adjudicar algún valor a la iglesia y a su
misión.
Elena White comenta:
La asistencia a la iglesia es tan relevante
que podríamos denominarla el ministerio
de la asistencia. Al desarrollar el habito
de asistir en forma regular a las reuniones
de la iglesia nos convertimos en una
valiosa bendición para nuestra
congregación. Con un corazón
enternecido por el amor de Jesús, vaya a
la iglesia si entiendo que es
personalmente responsable de su éxito. Si
son pocos los que asisten, usted debe
sentir con una doble responsabilidad. El
ministerio pastoral pág. 32”
Por lo tanto, su mirada tiene
que estar puesta en Jesús.
Como el único autor y
consumador de nuestra de
fe. De tal manera, que los
problemas que pasan a mi
alrededor, me motiven a
buscar mas de Dios. a
perseverar. Jesús dijo: Mas el
que persevere hasta el fin,
este será salvo. Mateo 24:13.
Actividades dentro de la
iglesia

• Como hemos visto, nuestro trabajo no es

salirnos de la iglesia, cuestionar a la iglesia,
señalar al caído, al líder etc. Nuestro trabajo es
permanecer firmes dentro de la iglesia.
Orando, alabando, estudiando, testificando y
ayunando
Tres cosas que nos pueden ayudar a dar un paso en
nuestro crecimiento espiritual:
a. La asistencia a la escuela sabática
b.El culto de adoración en sábado
c. La reunión de oración y estudio de la Biblia a
mitad de semana.
Razones por la que debo de asistir a estas tres actividades
dentro de la iglesia:

• En primer lugar, Dios desea que interactuemos con nuestros

hermanos creyentes, no solo para recibir estimulo de grupo, sino
porque también viviremos juntos toda la eternidad.
• Lo segundo, el culto de adoración debería de ser el punto culmínate
de cada semana para el cristiano.
• Tercero, la oración y el estudio de la palabra de Dios son la fuente de
nuestra fortaleza.
• Conclusión
• Durante el estudio de este tema, hemos aprendió algunas
lecciones prácticas para nuestra vida, que nos ayudara a
estar mas unido a Dios, por medio de su iglesia y su
servicio:
• Hemos aprendido, que debemos de permanecer en Cristo,
a pesar de todas las adversidades que podamos enfrentar.
• Cuando estoy en Cristo, permanezco en su palabra, en su
iglesia.
• Que cuando estoy en Cristo, debo de asistir a la iglesia
regularmente
El verdadero discípulo, ora,
lee la Biblia, testifica, anima,
instruye y sobre todo asiste
a la iglesia.
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