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OÍDO Y

EQUILIBRIO
SE DIVIDE EN 3 REGIONES
PRINCIPALES
 Oído externo: recoge
las ondas sonoras y
las canaliza hacia el
interior.
 Oído medio:
transmite vibraciones
sonoras a la ventana
oval
 Oído interno: aloja
los receptores de la
audición y el equilibrio
TÍMPANO O MEMBRANA
TIMPÁNICA
 Es un tabique fino
y semitransparente
interpuesto entre el
conducto auditivo
externo y el oído
medio.
 Su ruptura o infección
generalmente se cura
en un mes.
 Se puede examinar
con un OTOSCOPIO.
 Contiene algunos
pelos y glándulas
sudoríparas
especializadas: LAS
GLÁNDULAS
CERUMINOSAS, que
secretan CERUMEN.
 Su combinación ayuda
a impedir el ingreso de
polvo y cuerpos
extraños.
 EL MÚSCULO ESTAPEDIO: es el
músculo más pequeño del cuerpo
humano. Atenúa las vibraciones muy
pronunciadas que se producen en el
estribo por los ruidos de gran
intensidad protegiendo a la ventana
oval y disminuyendo la sensibilidad
auditiva.
EQUILIBRIO Y EL OIDO
¿Cual es la parte del oído que controla
el equilibrio?
Para entender mejor la relación oído y equilibrio podemos describir los siguiente
El oído se divide en tres zonas:

•La externa que está compuesta por el pabellón de la oreja y el canal auditivo
externo

•La media, que se encarga de conducir las ondas sonoras hacia el interior del oído.

•La interna que contiene los elementos responsables de que exista una importante
relación entre oído y equilibrio.
La zona interna del oído se encuentra dentro del hueso temporal y guarda los
órganos encargados de la audición y del equilibrio.
Los órganos fundamentales para el equilibrio son tres canales semicirculares
conectados entre sí; en los que se almacena la endolinfa, un líquido gelatinoso.
En su interior, la endolinfa se mueve cada vez que movemos la cabeza, siguiendo
las leyes físicas de cualquier líquido, y provoca el movimiento de unos pelitos que
mandan señales al cerebro. El cerebro interpreta estas señales y envía órdenes a
los músculos para que nuestro cuerpo mantenga el equilibrio.

Cuando realizamos movimientos circulares, como al girar sobre nosotros


mismos, la endolinfa sigue moviéndose por unos momentos, aunque ya estemos
quietos. El cerebro recibe la información de que los músculos están quietos, pero
el oído indica que seguimos en movimiento, provocando esa sensación de mareo y
pérdida del equilibrio, que se pasa en un momento si permanecemos erguidos y
firmes hasta que la endolinfa se detenga.
El oído humano se muestra a continuación (Figura abajo). Al leer sobre ello, traza
el camino de las ondas sonoras a través del oído. Supongamos que una bocina de
auto sopla en la distancia. Las ondas sonoras se propagan por el aire desde la
bocina. Algunas de las ondas sonoras llegan a tu oído. Los pasos a continuación
muestran lo que sucede a continuación. Te explican cómo tus oídos perciben el
sonido.
1.Las ondas sonoras viajan al canal auditivo (canal auditivo externo en la
figura). Se trata de una abertura en forma de tubo en la oreja.
2.Al final del canal auditivo, las ondas sonoras golpean
el tímpano (membrana timpánica). Se trata de una membrana delgada que
vibra como la cabeza de un tambor cuando las ondas sonoras lo golpean.
3.Las vibraciones pasan del tímpano al martillo (maleo). Este es el primero
de tres huesos diminutos que pasan vibraciones a través de la oreja.
4.El martillo pasa las vibraciones al yunque (incus), el segundo hueso
diminuto que pasa las vibraciones a través de la oreja.
5.El yunque pasa las vibraciones al estribo (estribo), el tercer hueso
diminuto que pasa las vibraciones a través de la oreja.
6.Desde el estribo, las vibraciones pasan a la ventana ovalada. Esta es otra
membrana como el tímpano.
7.La ventana ovalada pasa las vibraciones a la cóclea. La cóclea se llena de 
líquido que se mueve cuando pasan las vibraciones, como las olas en el agua
 cuando dejas caer un guijarro en un estanque. Las pequeñas células ciliadas
 recubren la cóclea y se doblan cuando el líquido se mueve Cuando las
células ciliadas se doblan, liberan neurotransmisores.
8.Los neurotransmisores desencadenan impulsos nerviosos que viajan al
cerebro a través del nervio auditivo (nervio coclear). El cerebro lee el sonido y
te “dice” lo que estás escuchando.

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