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Cada año más de 8 millones de personas desarrollan tuberculosis y casi 1.5 millones mueren a causa de ella. La tuberculosis extrapulmonar afecta principalmente los ganglios linfáticos y la pleura, y su diagnóstico suele ser difícil debido a la poca presencia de bacterias y la dificultad de obtener muestras. Aunque las técnicas de amplificación nuclear han facilitado el diagnóstico, su sensibilidad es insuficiente. El tratamiento utiliza las mismas drogas que para la tuberculosis pulmonar pero su dur
Cada año más de 8 millones de personas desarrollan tuberculosis y casi 1.5 millones mueren a causa de ella. La tuberculosis extrapulmonar afecta principalmente los ganglios linfáticos y la pleura, y su diagnóstico suele ser difícil debido a la poca presencia de bacterias y la dificultad de obtener muestras. Aunque las técnicas de amplificación nuclear han facilitado el diagnóstico, su sensibilidad es insuficiente. El tratamiento utiliza las mismas drogas que para la tuberculosis pulmonar pero su dur
Cada año más de 8 millones de personas desarrollan tuberculosis y casi 1.5 millones mueren a causa de ella. La tuberculosis extrapulmonar afecta principalmente los ganglios linfáticos y la pleura, y su diagnóstico suele ser difícil debido a la poca presencia de bacterias y la dificultad de obtener muestras. Aunque las técnicas de amplificación nuclear han facilitado el diagnóstico, su sensibilidad es insuficiente. El tratamiento utiliza las mismas drogas que para la tuberculosis pulmonar pero su dur
GUILLERMO VILLALBA PMID: 25131362 DOI: 10.1016/j.neumo.2014.04.001 Cada año, más de ocho millones de personas desarrollan tuberculosis y casi un millón y medio mueren a causa de ella. La tuberculosis extrapulmonar está experimentando un renovado interés debido a un aumento inexplicable de su frecuencia relativa. Cualquier órgano puede verse afectado, pero los ganglios linfáticos y la pleura son, con diferencia, las localizaciones extrapulmonares más frecuentes. El diagnóstico suele ser difícil y se basa en la clínica, la imagenología y los análisis microbiológicos y anatomopatológicos. Siendo las lesiones paucibacilares y las muestras difíciles de obtener en la mayoría de los casos, el diagnóstico suele ser puramente presuntivo. Técnicas de amplificación nuclear, rápidas y específicas, han facilitado considerablemente el diagnóstico de ciertas formas de tuberculosis extrapulmonar. Sin embargo, su sensibilidad es insuficiente y una prueba negativa no descarta el diagnóstico. El tratamiento utiliza las mismas moléculas que para las formas pulmonares, pero su duración es de nueve a 12 meses para las formas neuromeníngeas. Estos últimos son, con localizaciones pericárdicas, indicación de corticoides. La cirugía complementaria es necesaria en ciertas formas complicadas.