Árbol filogenético que muestra los tres Dominios en que
se clasifica a los seres vivos propuesto por Carl Woese.
Bacterias en la punta de un alfiler, con diferentes
ampliaciones. Microfotografía tomada con un
microscopio electrónico de barrido.
Las bacterias se caracterizan por su tamaño diminuto y su
elevado metabolismo. El alto ritmo de crecimiento y de
reproducción, su gran diversidad y adaptabilidad son
ventajas adaptativas importantes a la hora de colonizar
nuevos ambientes, lo que les permite ocupar casi toda la
superficie de la Tierra. Estas propiedades son también
valoradas en la manipulación en laboratorio y aprovechadas
por los sectores agropecuario e industrial, aunque en el caso
de los microorganismos patógenos puedan ser consideradas
desventajas.
Los células bacterianas son procariotas. Su tamaño va
desde 0,5μ a 10μ (1μ=1micra o micrómetro, es la milésima
parte de un milímetro o la millonésima parte de un metro). El
tamaño de los microorganismos incide en su forma,
actividad, diversidad y flexibilidad en el metabolismo. La alta
relación superficie/volumen es la causante de la alta tasa
metabólica que presentan, y está en relación con su rápido
ritmo de crecimiento y de división celular.
En condiciones apropiadas, una bacteria puede dividirse
cada 30 minutos, y en 16 horas su número puede ascender
a unos 5.000 millones (aproximadamente el número de
personas que habitan la Tierra). Hay típicamente 40 millones
de células bacterianas en un gramo de tierra y un millón de
células bacterianas en un mililitro de agua dulce. Hay
aproximadamente 10 veces más células bacterianas que
células humanas en el cuerpo humano. En total, hay
aproximadamente 5x1030 bacterias en el mundo
(5.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000). Las bacte-
rias son imprescindibles para el reciclaje de los nutrientes, y
muchos pasos importantes de los ciclos de los nutrientes
dependen de bacterias, tales como la fijación del nitrógeno
de la atmósfera. Sin embargo, una gran parte de las
especies de bacterias existentes todavía no ha sido descrita.
Las bacterias consisten en una única célula procariota, pero
no son todas iguales. Se conocen cerca de 10.300
especies
agrupadas en 2 Dominios. Un Dominio es una categoría
taxonómica superior a la de Reino. Actualmente se
reconocen tres Dominios: Arquea (bacterias primitivas),
Bacteria (bacterias verdaderas) y Eucariota. Se piensa que
los tres grupos derivan de un organismo ancestral común, "el
ancestro universal”. Las Bacterias y las Arqueas se
clasificaban dentro del Reino Protista, pero estudios
recientes, basados en el análisis comparativo de secuencias
del ARN ribosomal, han demostrado que son tan distintas
entre sí que merecen figurar en diferentes categorías. Se
hecho, las Arqueas están más próximas a los Eucariotas que
a las Bacterias. Los linajes se habrían separado entre 2,5 y
3,2 millones de años atrás.
Las bacterias más conocidas por nosotros son las Bacterias
o bacterias verdaderas. De aquí en más, cada vez que
hablemos de bacterias nos referiremos al Dominio Bacteria,
a menos que se especifique lo contrario.
Las células procarióticas se caracterizan porque no tienen
un núcleo definido y su ADN está disperso en el citoplasma.
La zona ocupada por el único cromosoma se llama zona
nucleoide. Todos los cromosomas de los procariotas
consisten en una sola molécula circular de ADN que puede
estar asociada con una pequeña cantidad de ARN y
proteínas. También, puede haber uno o más plásmidos
(fragmentos libres de ADN).
El citoplasma de los procariotas carece de citoesqueleto.
Presenta muchos ribosomas, algo más pequeños que los de
los eucariotas. El citoplasma no contiene organelos
(mitocondrias, cloroplastos, retículo endoplasmático, aparato
de Golgi, etc.) y no está dividido en compartimientos,
excepto en las cianobacterias que contienen un extenso
sistema de membranas donde se hallan los pigmentos
fotosintéticos.
Casi todos los procariotas están rodeados por una pared
celular que les da su forma característica. En algunos casos
es flexible, pero en general es rígida. La mayoría de las
bacterias son hipertónicas en relación con su ambiente. Esto
quiere decir que la concentración de solutos en su interior es
mayor que en el medio externo, lo que hace que el agua
tienda a ingresar a la célula. Si no tuviesen pared celular, las
bacterias estallarían.
 péptidoglicanos
citoplasma fimbrias

Gram positiva membrana

plasmática
cápsula
membrana externa

pared periplasma
celular péptidoglicanos
Gram negativa membrana
membrana
plasmática plasmática

Pared celular de una bacteria Gram+ y una Gram -

ribosomas
Algunas bacterias tienen extensiones largas y delgadas
llamadas flagelos. Se trata de pelos de composición y
ADN
función diferentes. Los flagelos producen movimiento.
flagelo Pueden aparecer como penachos de número variable, en
zona nucleoide uno o en los dos polos de la célula; también pueden estar
distribuidos en toda su superficie. Se encuentran más a
Estructura típica de una célula procariota menudo en las bacterias Gram negativas .

Las paredes celulares se presentas en dos configuraciones Formas más comunes de bacterias
diferentes, que se distinguen por el modo en que se tiñen
con ciertos colorantes. Las que se tiñen de azul o violeta
se llaman Gram positivas (G+), y las que no, Gram
negativas (G-).
La pared de las G+ tiene una sola capa gruesa de
peptidoglicano, de 10 a 80 nm de espesor (1nm=1
nanómetro, es la millonésima parte de un milímetro). La
pared de las G– tiene una capa de peptidoglicano de 2 a 3
nm de espesor, un espacio llamado periplasma, y una
membrana externa de 7 a 8 nm de espesor con
lipoproteínas y lipopolisacáridos de estructura similar a la
membrana plasmática.

Algunas bacterias secretan una cápsula viscosa por fuera

de la pared celular, que sirve de protección contra la
desecación y los materiales tóxicos, promueve la
concentración de nutrientes en la superficie de la célula y
participa en la adherencia celular. Aunque no es vital para
la bacteria, durante una infección la puede proteger del
sistema inmunitario de la víctima y aumentar así su
virulencia.
La membrana plasmática es similar a la de los eucariotas,
aunque cuenta con sistemas de enzimas que permiten la
respiración y/o la fotosíntesis. La membrana contiene sitios
de unión específicos para las moléculas de ADN que
aseguran la separación de los cromosomas durante la
división celular. Existen diferencias químicas entre las
membranas de las Arqueas y de las Bacterias.
La forma de las células es característica de cada especie
bacteriana, con pocas excepciones. Las formas más
comunes son los cocos (forma de esfera), los bacilos
(bastones de extremos redondeados), y los espirilos
(helicoidales). También hay vibriones (con forma de coma).
Otra característica es la disposición que adoptan las células,
de acuerdo a los patrones de crecimiento de cada especie.
Los cocos pueden quedar dispuestos en pares ("diplo-
cocos"), racimos ("estafilococos") o cadenas ("estrept-
ococos"). Los bacilos pueden formar filamentos. Este tipo de
asociaciones no significa que haya bacterias pluricelulares:
todas las células son completamente viables e
independientes.
Otro tipo de extensiones son las fimbrias, apéndices con
aspecto de pelos que están presentes en las Gram
negativas. Participan en la conjugación y sirven de sitio de
adhesión de virus bacterianos.
En cuanto a la nutrición y aprovechamiento de energía,
encontramos todas las alternativas posibles: algunos
organismos utilizan la energía proveniente de reacciones
químicas mientras que otros realizan fotosíntesis. Como
fuente de carbono utilizan compuestos orgánicos o CO2.
El oxígeno puede ser vital o letal según el metabolismo de
cada bacteria; ciertas especies, incluso, pueden existir con
o sin él. Por ello, los procariotas pueden sobrevivir en
muchos ambientes que no toleran otras formas de vida.
La fuente de energía utilizada puede ser la luz (fotótrofos) o
puede provenir de la oxidación de compuestos químicos
(quimiótrofos).
La reproducción de los procariotas es asexual por fisión
binaria. La variabilidad genética se debe principalmente a
las mutaciones . También se producen intercambios y
recombinaciones genéticas, incluso entre diferentes
especies.
En la fisión binaria, una célula madre duplica su material
genético y lo reparte equitativamente entre dos células hijas,
idénticas entre sí y a la célula madre. Luego de numerosas
multiplicaciones a partir de una célula, se obtiene un clon o
colonia de células iguales. En este caso, los genes se
transfirieron verticalmente, de generación en generación de
la célula madre a las células hijas.
Este esquema puede alterarse si se producen mutaciones
que constituye la mayor fuente de variabilidad genética de
los procariotas. Una mutación es un error en la duplicación
del ADN. Las mutaciones y el corto tiempo entre una
generación y generación, son en gran medida responsables
de su extraordinaria capacidad de adaptación y diversidad.
Otras fuentes adicionales de variabilidad genética son la
conjugación, la transformación y la transducción. Aunque
permiten la transferencia y la recombinación genética, no
son un ejemplo de reproducción sexual. En los tres
mecanismos mencionados, se trata de una transferencia
horizontal (o lateral) de genes que habitualmente se
produce entre organismos de una misma especie.
Aunque existen barreras para la entrada de ADN extraño y
para evitar que éste se recombine con el ADN propio, a
veces se producen fallas que permiten intercambios
genéticos entre especies distintas.
Fisión binaria
La transformación es la forma más simple de intercambio de
ADN. Las células bacterianas toman ADN ajeno del medio
en el que viven y lo incorporan a su propio ADN. El ADN del
medio puede proceder de células muertas. Cuanto más
parecido sea este ADN al de la célula bacteriana más
sencilla es su incorporación.
La transducción es un proceso en el que un agente
transmisor (generalmente un virus) transporta fragmentos de
ADN de una bacteria a otra.
En la conjugación una célula actúa como donante y otra
como receptora. Se les llama masculina y femenina
respectivamente. Se forma un fino puente citoplasmático
entre ellas (llamado pili) que permite el paso de ADN de la
donante a la receptora.
El intercambio de ADN permite, por ejemplo, que la bacteria
que ha desarrollado genes de resistencia a cierto antibiótico,
pueda propagar con rapidez su resistencia a otras bacterias.
Muchas bacterias forman esporas duras y resistentes que
les permiten sobrevivir en estado latente durante largos años
a condiciones adversas. Tienen una gran resistencia al calor,
la desecación, las radiaciones, los ácidos y los
desinfectantes químicos.
Aunque muchas bacterias son importantes agentes de
enfermedades, la mayoría no son patógenas y ejercen una
acción benéfica para muchos seres vivos. Su presencia es
indispensable en el mantenimiento del equilibrio ecológico
de la Tierra. Nuestro tracto digestivo y vaginal contienen
bacterias que nos protegen de infecciones; otras se usan en
la producción de lácteos y otras viven en relación estrecha
con plantas leguminosas, y les permiten fijar nitrógeno.
Transformación bacteriana
ADN libre
Bacteria muerta Una nueva bacteria incorpora el
ADN de la anterior
Transducción bacteriana
Virus infectando Virus infectando otra bacteria,
una bacteria que incorpora ADN de la anterior
Conjugación bacteriana