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y Nagasaki
6 y 9 de agosto de 1945
Un 7 de mayo de 1945, el general Alfred
Jodl, Jefe del Estado Mayor del Alto
Mando de las Fuerzas Armadas
Alemanas, firmaría en el Cuartel General
Supremo de la Fuerza Expedicionaria
Aliada, en Reims, Francia, el Acta de
Rendición Incondicional de la
Alemania Nacionalsocialista ante las
fuerzas aliadas. Sin embargo, la rendición
de los alemanes no pondría fin a la mayor
guerra de la historia de la humanidad, la
Segunda Guerra Mundial. La contienda
se trasladaría exclusivamente al Pacífico,
donde la Segunda Guerra Sino-Japonesa
se venía librando desde 1937.
Esta comenzaría el 7 de julio de 1937 con la invasión por Japón del noreste de China. Con este acto
bélico los nipones darían comienzo a una guerra particular en la que pronto se verían involucradas
varias naciones. Es desde este momento que Japón trataría - con éxito- de expandirse por el
continente asiático.
La aplastante superioridad militar de los japoneses respecto a sus vecinos pronto dio sus frutos. Las
ambiciones japonesas crecieron paulatinamente hasta que, unos años después, continuando con su
política bélica expansionista, firmarían con Alemania e Italia el Tratado Tripartito, mediante el cual
quedaba alineado con las potencias del eje.
En julio de 1941, con el objetivo de conformar en la zona una coalición de naciones asiáticas libres de la
influencia europea y lideradas por Japón, lo que los japoneses conceptualizaron bajo el término de "la Esfera
de Coprosperidad de la Gran Asia", los nipones decidieron dirigir su ejército hacia el sur de Indochina, territorio
controlado por Francia.
Ante este acto de beligerancia la respuesta de algunos países europeos, así como de los Estados Unidos, -con
intereses económicos en la zona- no se hizo de esperar. El resultado fue una serie de embargos comerciales y
una disminución del 90% en el suministro de petróleo en detrimento del país del sol naciente.
Entre otras razones, la situación alcanzada por Japón tras los embargos, sería uno de los detonantes del
ataque de la Armada Imperial Japonesa contra la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor, Hawai, el
7 de diciembre de 1941. La maniobra estuvo destinada a evitar la intervención de la Flota del Pacífico de los
Estados Unidos en los planes de Japón para el sureste asiático contra las posesiones ultramarinas del Reino
Unido, Francia, Países Bajos y los mismos americanos.
El ataque sorpresa a Pearl Harbor fue el acicate definitivo para que, tan solo un dia después, el 8 de
diciembre de 1941, los Estados Unidos, hasta el momento en una posición no beligerante, tomaran
partido de forma activa y definitiva en la Segunda Guerra Mundial declarando la guerra a Japón.
Durante los 4 años siguientes, los estadounidenses librarían una dura contienda con los japoneses en
territorio Chino y en las aguas del Pacífico, donde la conquista de cada isla se convertiría en una guerra
a pequeña escala.
Si bien es cierto que la disputa entre japoneses y estadounidenses estuvo muy equilibrada, la caída de
Alemania pondría las cosas mucho más difíciles a los asiáticos. Sin embargo, lo que finalmente
decantaría la balanza a favor de los aliados, sería el arma que en secreto, bajo el nombre en clave de "el
Proyecto Manhattan", seria desarrollada por los Estados Unidos con la ayuda de Reino Unido y Canadá.
El proyecto, que agrupó a una gran cantidad de eminencias científicas como Robert Oppenheimer, Niels
Böhr y Enrico Fermi, tenía el objetivo de desarrollar la primera bomba atómica antes que lo hicieran sus
enemigos los alemanes.
La bomba atómica se gestó en el ámbito de la comunidad científica. Expertos en física
nuclear estaban convencidos de las posibilidades reales de fabricar una nueva bomba,
partiendo de los grandes avances experimentados en torno a la fisión del átomo.
Henry L. Stimson
- Nagasaki
Fat man
Segunda bomba
(Plutonio)
El 9 de agosto de 1945, cayó sobre Nagasaki Fat man explotando
con una energía de aproximadamente 20 kilotones de TNT.
Detonado a una altitud de 550 metros sobre la ciudad, el dispositivo
de 3,25 metros de longitud por 1,52 de diámetro, pesaba 4.630
kilogramos y poseía una potencia de 25 kilotones. Los ataques
provocaron la rendición incondicional de Japón.
Consecuencias
15 de agosto de 1845, el emperador Hiroito II leyó
por radio el Rescrito Imperial sobre la terminación de
la Guerra. Dos semanas después, el 2 de septiembre,
finaliza oficialmente la Segunda Guerra Mundial.