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REMOLQUE

EXTRAORDINARIO
POR ELIAN CANDANEDO, JORLIETH RIVERA Y
GUILLERMO TAYLOR
CONCEPTO DE REMOLQUE
Desde los primeros días de la navegación el remolque ha sido parte
de las prácticas marítimas, pero este sólo era realizado a través de
pequeñas embarcaciones propulsadas a remo y era una tarea
realizada simplemente como parte de las maniobras en puerto. El
contrato de remolque como lo conocemos es una práctica que
origina, junto con la propulsión a vapor, la creación de la hélice y
las telecomunicaciones. El desarrollo de la tecnología ha permitido
el uso de la fuerza, tracción continua y controlada, un hecho que
hace posible solicitar el servicio de remolque en el mar y a larga
distancia. El contrato de remolque es considerado por diversos
autores como un elemento de la industria marítima contemporánea.
REGULACIÓN DEL
CONTRATO DE
REMOLQUE
El contrato de remolque se puede
clasificar en dos modalidades: de
transporte y de maniobra. El primer tipo
sucede cuando se presta un servicio de
remolque en altamar y el segundo cuando
se presta en áreas portuarias para atracar.
Se considera que el remolque de
maniobra es el más común. En Panamá,
la asistencia de naves al atracar es una
actividad diaria, la cual se realiza en
aguas territoriales donde arriba la nave, y
razón por la cual los contratos de
remolque están regulados.
EL CONTRATO DE REMOLQUE EN LA LEY DE
COMERCIO MARÍTIMO
1. La Ley de Comercio Marítimo de Panamá lo define como aquel mediante el cual el
propietario u operador del remolcador se obliga a desplazar una nave u objeto por vía
acuática de un lugar a otro y la parte remolcada a pagar el precio por el servicio.
2. Los contratos deben constar por escrito y ha de generar obligaciones como el pago de un
servicio y el desempeño de un servicio de manera diligente.
EL CONTRATO DE REMOLQUE EN LA LEY DE
COMERCIO MARÍTIMO
3. Una peculiaridad de este contrato es que los reclamos por parte del remolcador, en
concepto de sumas adeudadas o indemnización por daños, generan un privilegio sobre el
objeto remolcado.
4. El pago de una posible indemnización corresponde a quien hubiese actuado de manera
culposa o diligente, y en caso de que ambas partes lo hayan hecho, ambas responderán en
proporción a sus debidas culpas.
OBLIGACIONES DEL CONTRATO DE
REMOLQUE
Cuando la parte remolcada no pague el precio u otros gastos razonables acordados, el propietario del
remolcador tendrá un privilegio sobre el objeto remolcado.
En el curso del remolque, si el daño sufrido por el propietario del remolcador o por la parte
remolcada fuera causado por la culpa o negligencia de una de las partes, la parte negligente será
responsable por la compensación. Si el daño fuera causado por la culpa o negligencia de ambas
partes, ambas serán responsables, proporcionalmente, a la extensión de sus respectivas culpas.
No obstante, las disposiciones del párrafo anterior, el propietario del remolcador no será responsable
si prueba que el daño sufrido por la parte remolcada es debido a una de las siguientes causas.
OBLIGACIONES DEL CONTRATO DE
REMOLQUE
1. Culpa del práctico, en los casos que el practicaje sea obligatorio.
2. Culpa o negligencia del remolcador en salvar o intentar salvar vida o propiedad en el mar.
Si durante el remolque un tercero falleciera y sufriera lesiones personales o daños a su
propiedad debido a la culpa o negligencia del propietario del remolcador o de la parte
remolcada, el propietario del remolcador y la parte remolcada serán responsables en
proporción al grado de culpa en que incurrieran.
La parte que haya compensado en suma que exceda la proporción por la que era responsable
tendrá derecho a reclamarla de la otra.
REMOLQUE
EXTRAORDINARIO
En el caso de tránsito por el Canal de Panamá, existen cargos
Extraordinarios de remolque para tránsito y son adicionales a
cualquier cargo que se pueda aplicar a la tarifa ordinaria y abarcan
trabajos de remolque necesarios por deficiencias físicas o de
funcionamiento de la embarcación que surjan al momento de
transitar.
Servicio extraordinario de remolcador:
1. Por cada asistencia de un remolcador a la entrada o salida de
cada juego de esclusas, debido a deficiencia física o de
funcionamiento del buque, o en respuesta a solicitud del buque o de
su agente -$ 1,795.00.
2. Por cada asistencia de un remolcador en el Corte Culebra
(Gaillard) debido a deficiencia física o de funcionamiento del buque,
o en respuesta a solicitud del buque o de su agente - $ 2,690.00
EJECUCIÓN PENAL MARÍTIMA
El procedimiento de ejecución penal marítima puede resumirse de la siguiente manera:
1. La demanda se presenta y con la notificación se entrega copia al demandado para que
conteste en 30 días.
2. Con la contestación de la demanda se puede presentar reconvención, la cual tramitará de
manera simultánea con el proceso principal.
3. En caso de haber errores, se dará un período de corrección. Si el demandante no corrige,
se archiva la demanda.
4. Si no se contesta, se continuará con el proceso, hecho que da indicio a favor del
demandante. El demandado se puede incorporar en cualquier etapa del proceso, mas no se
retrotraerá ninguna actuación.
5. Con la admisión de la demanda se fija fecha para audiencia preliminar, en la cual se traerán
los puntos contemplados.
6. Se realizan los peritajes y se practican pruebas en la fecha establecida en la audiencia
preliminar.
7. Se celebra la audiencia, en la cual las partes presentarán sus alegatos de manera oral. Una
vez finalizado, el juez tendrá un término de 60 días desde la entrega del resumen escritor para
dictar su sentencia
JURISPRUDENCIA
CASO #1: APELACIÓN EN PROCESO DE EJECUCIÓN
DE CRÉDITO MARÍTIMO PRIVILEGIADO

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DOCTRINA
ART 1020: NECESIDAD DE ASISTENCIA /
SEGURO DE NAVES
HTTPS://WWW.SIJUSA.COM/WP-CONTENT/UPLOADS/2022/04/C
OM_ART_1020_NECESIDAD.PDF
ANÁLISIS DE LA DOCTRINA
El remolque en el mar puede ser considerado como un derecho y un deber inherente a las naves.
Consideramos que es un derecho ya que toda nave que se encuentre en peligro o en necesidad de asistencia,
tiene derecho a ser auxiliada por otra, sin autorización previa de terceros. Y, es un deber toda vez que una nave
que esté en condiciones auxiliar a otra que presente condiciones extraordinarias de peligro, deberá asistirle.
Las naves están autorizadas para prestar auxilio y remolcar a los buques o embarcaciones que se encuentren en
situaciones extraordinarias, sin embargo, el operador de la nave deberá hacer un análisis de la situación y
determinar, bajo su criterio y condiciones pactadas a las que la nave esté gravada, si se encuentra bajo una
situación extraordinario o si es un caso que requiera de una celebración de contrato de remolque ordinario que
exija la autorización de un tercero.
DERECHO COMPARADO
CONTRATO DE REMOLQUE EN COSTA RICA
En cuanto a su naturaleza jurídica se dice que es variable. En primer lugar, si se trata de arrastrar una construcción flotante o inerte,
entonces se le ve como un contrato de transporte. En segundo lugar, se le puede ver como un arrendamiento de obra, si el navío
remolcado continúa bajo la dirección de su propio capitán. En tercer lugar, se ve como un arrendamiento de servicio si coloca el navío
transportado bajo la dirección del navío remolcador.

1. El remolque como contrato de transporte.

Es la que cuenta con mayor aceptación en la doctrina. Esta orientación, inspirada en gran medida en una noción mecánica de
transporte, no hace más que potenciar la significación que tiene el desplazamiento del buque mediante la tracción ejercida por el
remolcador. Supone una simplificación de la estructura causal del transporte de cosas, pues hace consistir su contenido en el simple
desplazamiento de la cosa de un lugar a otro. Sin embargo, sobre esta posición se discute que se ha apreciado incorrectamente el
contenido del contrato, pues se ha dicho que en el transporte de cosas la obligación fundamental del porteador consiste en efecto, en el
traslado de la cosa de un lugar a otro, pero ese traslado presupone la entrega de la misma, es decir, que el porteador no sólo desplaza,
sino que lleva las cosas y por tanto, no cabe concebir como contrato de transporte aquellos supuestos de remolque (como el remolque-
maniobra en la entrada de los puertos) en los que falta con toda claridad la entrega de los elementos remolcados al remolcador.
2. El remolque como contrato de fletamento.
Es la posición que considera que el remolque como fletamento se identifica con el transporte marítimo y a su vez, como un
contrato de utilización del buque distinto del transporte, caracterizado porque en él, el fletante se obliga, y sólo se obliga a
realizar uno o varios viajes predeterminados (fletamento por viaje) o los que señale el fletador en el plazo de duración del
contrato (fletamento por tiempo). No obstante, no es fácil entender como el remolque con finalidad de transporte puede ser
subsumido en el fletamento, porque en este caso es obvio que el remolcador no sólo se obliga a navegar, sino también a
transportar. Por ello, debemos convenir que el remolcador no sólo asume simplemente una empresa de navegación, sino una
empresa de transporte en sentido estricto, con toda la trascendencia que esto tiene en orden a las obligaciones de las partes y
especialmente al régimen de responsabilidad aplicable al contrato de remolque.
3. El remolque como contrato de obra.
Esta posición acepta la presencia de los elementos del contrato de transporte en el remolque, pero se detiene en la pura
consideración de la prestación de hacer como prestación de resultado para llegar a aquella conclusión de que se trata de un
contrato de obra. De este modo se llega a un encuadramiento unitario de los distintos supuestos del remolque, pero se
desestiman las diferencias prácticas entre unos u otros tipos de remolque, y especialmente se debilita la significación jurídica
que ofrece la existencia o no de una relación de detentación entre el remolcador y los elementos remolcados, como ingrediente
que lógicamente tiene que operar en la determinación de la naturaleza del contrato y que incide decisivamente en el régimen
de responsabilidad de las partes.
4. El remolque como arrendamiento de servicios.
Buscando los beneficiosos efectos que siguen en orden al riesgo de la operación, se ha dicho
que el negocio concluido corresponde a un contrato de arrendamiento de servicios, perfilando
el sentido de esta calificación con la cláusula por virtud de la cual se entiende que el
remolcador sólo proporciona al remolcado su fuerza motriz, y que, por tanto, el capitán y el
personal a bordo del remolcador quedan bajo su dirección, en calidad de auxiliares durante
toda la operación.
TIPOS DE REMOLQUE
Entre los principales tipos de remolque señalados por la doctrina tenemos:

1. Remolque marítimo

Contrato en el que a cambio de un precio, cierto o pendiente de determinar, una embarcación presta un servicio de tracción o empuje a otra en
condiciones ordinarias de navegación, sin que el barco ni la ejecución de la ayuda puedan concretarse en una situación de peligro.

2. Remolque de fortuna.

Es el remolque concertado en el mar entre dos embarcaciones sin precisión en el precio y las condiciones del servicio. Es un tipo de remolque en el
que no intervienen profesionales del remolque, sino embarcaciones de cualquier tipo y este debe haber sido solicitado por el buque que se
encuentra en el mar en una situación anómala no peligrosa.

3. Remolque de servicio.

Es el remolque que se ofrece en tierra y es un servicio que lo presta el servicio portuario como servicio público. Suele estar gestionado por
empresas privadas previa aprobación de la concesión por parte de la autoridad portuaria.
OPINIÓN DEL GRUPO
La inclusión del contrato de remolque es una de las innovaciones de la Ley de Comercio
Marítimo de Panamá. Anteriormente existía un vacío legal en cuanto a la prestación de un
servicio tan común e importante para una economía como la panameña, la cual se basa
grandemente en la explotación de la actividad marítima. Conocer sobre este tema es muy
importante para poder llevar a cabo transacciones y prestaciones de servicios eficientes,
determinar responsabilidades en casos de accidentes, y sobre todo, agilizar la actividad
marítima comercial.

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