Está en la página 1de 4

Oracion Inicial

El capitulo 65 del libro de Isaías nos da una vislumbre de Io que


será La Tierra Nueva, nos habla a todos nosotros, en lo que a mi
respecta el simple hecho de pensar que, sin miedo, podré acariciar
corderos, lobos, leones y elefantes me hace vibrar, Pero, para ser
sincera, Io que más me atrae allí no es si podremos realizar alguna
actividad o no, ¡Lo que me atrae es Jesús!.

La Tierra Nueva gira en torno a Jesús. Tal vez esa sea Ia razón por la
que muchos personas prefieren seguir viviendo la vida aquí, terminan
por centrarse exageradamente en Io que pueden o no hacer y dejan de
lado con quién estarán allá.
, ni
nces

 
Cuando el apóstol Juan en Apocalipsis Capitulo 21 y 22 intentó
describir La Tierra Nueva, mencionó Io que no habría allí:
 
Ya no habrá necesidad de la luz ni el resplandor, ni el sol dará
su luz, ni tampoco su calor, allí llanto no habrá, ni tristeza ni
dolor, porque entonces Jesús el Rey del Cielo, para siempre
será el Consolador!
Dios no ahorró recursos cuando construyó la ciudad, Las paredes son
de jaspe cristalino, una piedra muy preciosa, Los fundamentos
formados por doce piedras preciosas, Sin embargo, la mayor parte de
la construcción es hecha de “oro puro, semejante a cristal pulido”

Hay otras pinceladas de cómo será La Tierra Nueva. EI apóstol Juan


vio el Trono de Dios en el centro de la ciudad, de donde fluye “un río
de agua de vida, claro como el Cristal, y al otro margen del río está el
árbol de la vida, Sus doce frutos contienen el elemento vital que Ie ha
hecho falta a Ia raza humana, el antídoto para la vejez, el deterioro, el
cansancio y la muerte. Los que comen del fruto de ese árbol no
necesitan descansar a Ia noche porque en La Tierra Nueva no
sentirán cansancio.

En Isaias 65:21 El profeta Isaías adelantó que los redimidos


“construirán casas y las habitarán” Esa afirmación nos dice que
allí serán desarrolladas actividades relacionadas con Ia vida
cotidiana, incluyendo “plantar viñas”.
 
Reinará perfecta armonía en el universo, La paz, Ia alegría y la
plenitud permearán todo en La Tierra Nueva. No será un lugar
estático ni carente de emociones y actividades. “AlIí se
desarrollará toda facultad y toda aptitud aumentará.

Se levantarán nuevas alturas a las cuales llegar, nuevas maravillas


que admirar, nuevas verdades que comprender, nuevos objetos
que despertarán las facultades del cuerpo, la mente y el alma”
Sean cuales sean tus gustos y actividades favoritas, ¡seguramente
en el cielo vas a encontrar algo mayor y mejor! ¡Dios pensó en
todo!. Las palabras son demasiado pobres para intentar una
descripción del cielo.
 

Sintámonos alentados por el pensamiento de que el Señor vendrá


pronto. Alegre nuestro corazón esta esperanza. “Aún un poquito, y
el que ha de venir vendrá, y no tardará”.

 No transcurrirá mucho tiempo antes que veamos a Aquel en quien


ciframos nuestras esperanzas de vida eterna.

En Juan 14: 1-3 Jesús cumplió con un propósito redentivo en este


mundo y dijo que iría a preparar morada para nosotros, No
podemos permitirnos perder el cielo.
Se cuenta la historia de una americana que visitó a un gran
escritor inglés. Dándose cuenta de que todo lo que tenía en su
habitación era una cama, una mesa y una silla, ella preguntó:
“Señor, ¿dónde están sus muebles?” El escritor replicó con otra
pregunta: “¿Dónde están los tuyos?” Pero señor, sólo estoy de
visita”. “Yo también”, fue su respuesta.

Sí, sólo somos peregrinos en esta tierra. Así que, sabiendo esto,
puedo caminar felizmente por esta vida, mirando adelante hacia
una tierra mejor.

Compañeros de peregrinación, estamos todavía entre las sombras


y la agitación de las actividades terrenales; pero pronto aparecerá
nuestro Salvador para traer liberación y descanso. Contemplemos
por la fe el bienaventurado más allá, tal como lo describió la mano
de Dios.

Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para


vosotros desde la fundación del mundo”. ¿Quiénes puestos de pie
Desean también esta bendición? Yo sí, Dios nos ayude para librar
las batallas de esta vida, y al fin estar entre los que arrojarán sus
coronas a los pies de Jesús .

Oración final

También podría gustarte