Roberto Aizenberg (1928, Entre Ríos, 1996, Buenos aires)

 Aizenberg fue alumno de Antonio Berni y Juan Batlle Planas, de éste último fue
de quien recibió mayor influencia que lo marcaría en toda su carrera artística.
 Exposiciones e: Londres, Suiza, Hannover, Italia, Nueva York y Estocolmo
 Influenciado por el misticismo, la metafísica y el automatismo psiquíco buscó
crear una convicción estética ajena a la moda.
 Creo un método de investigación visual que usaría toda su vida basado en una
fuerte investigación visual, experimentación, puestas a prueba hasta conseguir el
estilo estético que buscaba.
 Sus cuadros fueron categorizados como arte metafísica, muy cercana al
surrealismo, pero con una distinta óptica.
 Incendio del colegio Jasidista de Minsk en 1713, 1954,
29x20 cms.
 En este cuadro el fuego, el humo y los colores son los
elementos principales, como Aizenberg indicó “rojos
nefastos” que hacen del fuego un elemento destructivo pero
también purificador.
 También desde sus primeras pinturas se inician los patrones
que continuaría en sus demás obras, un paisaje desolado, el
equilibrio entre el cielo y la tierra haciendo igual de
imponente lo que se tiene cerca como el paisaje lejano, así
como la permanencia y protagonismo de los edificios o
formas.
 Padre y niño contemplando la sombre de un día, 1962,
óleo sobre tela, 45x 35 cms.
 Uno de sus cuadros más famosos, una luz fría y un clima
onírico, surrealista, hay una proporcionalidad entre el cielo
y la tierra que va tomando tonos más oscuros hasta llegar a
los dos espectadores.
 La sombra que se va haciendo más fuerte muestra lo
efímero del presente, el cual siempre está constantemente
muriendo, dando paso a un nuevo momento.
 Aizenberg se declaró siempre un surrealista equis distante
es decir que aunque usaba las mismas herramientas que
estos y la esencia de sus cuadros eran parecidos,
pesadillas, el inconsciente, sus métodos eran distintos,
Aizenberg elimina lo accesorio, cualquier rastro de duda, y
pule cada elemento que deja en sus obras.
 Arlequin, 1985, óleo sobre madera, 86x 57 cms.

Aizenberg va hacer uso de las figuras geométricas en edificios,

construcciones o como en esta pintura en formas planas con un color
puro y negros plenos, la composición geométrica, la reducción a lo
esencial, los contornos precisos y los colores puros son lo que constituyen
la mayoría de los protagonistas de sus cuadros.

El segundo protagonista, el paisaje, va estar constantemente marcado por

un ambiente onírico o lúgubre, principalmente en los cuadros de torres o
edificios, en este sentido Aizenberg crea una ambivalencia
despersonalizando los objetos o edificios pero a la vez dotándolos de un
aura de soledad o de elevación metafísica ya sea por lo impactante de su
arquitectura, por lo solitario que se inserta en el paisaje o por la síntesis
de colores y formas geométricas sumado a un manejo completo de las
proporciones.
 Ciudad engalanada para recibir a los príncipes de la baja Sajonia, 1962, óleo sobre madera, 36x74 cms