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• La discriminación entre ambos lados está presente así que ninguno de los bandos puede dar

queja alguna; pero el racismo en el proceso electoral no está presente, la anulación de votos se
está dando para los 2 candidatos y las campañas que realizaron no se basó en el racismo, pero
el candidato Pedro Castillo si utilizó el odio para jugarlo a su favor, y no es para menos, claro
está, el resentimiento formado a lo largo de los años es perfectamente entendible y no se
debería minimizar, sin embargo ese resentimiento que va hacia el mal manejo de los recursos
de racismo es vergonzoso y debería ser frenado.
• La discriminación entre ambos lados está presente así que ninguno de los bandos puede dar
queja alguna; pero el racismo en el proceso electoral no está presente, la anulación de votos se
está dando para los 2 candidatos y las campañas que realizaron no se basó en el racismo, pero
el candidato Pedro Castillo si utilizó el odio para jugarlo a su favor, y no es para menos, claro
está, el resentimiento formado a lo largo de los años es perfectamente entendible y no se
debería minimizar, sin embargo ese resentimiento que va hacia el mal manejo de los recursos
de racismo es vergonzoso y debería ser frenado.
• La crispada coyuntura electoral que vive Perú sacó a flote un sentimiento latente en su sociedad: el racismo, una herencia colonial que se ha expresado
sin filtros y usado como estrategia para infravalorar el voto indígena y campesino, donde arrasó el virtual presidente electo, Pedro Castillo.
• "Gane o no gane Castillo deberíamos poner a sus votantes en campos de concentración", "toca volver a quemar el Amazonas", "que vuelvan las
esterilizaciones", dicen algunos de los innumerables mensajes que colmaron de discriminación la recta final del proceso electoral peruano.
• Si bien este tipo de manifestaciones no son insólitas en el Perú, la fractura social que suscitó el polarizado balotaje del pasado 6 de junio desató una
campaña de odio contra los votantes de Castillo, por parte de un sector social blanco y de clase alta que ve en la victoria del maestro rural el apocalipsis
para sus privilegios.
• Así lo expresó a Efe la activista indígena Tarcila Rivera, presidenta del Centro de Culturas Indígenas del Perú (Chirapaq), quien lamentó que esa "pelea
por el poder" encauce a algunos a "perder toda cordura, toda noción de derechos y respeto".
• "En este contexto, donde por primera vez participa un candidato no apoyado por la derecha, el racismo es utilizado como una estrategia para
descalificar el voto rural que, en el imaginario social, vale menos que el voto extranjero o limeño", completó a Efe Marco Lovón, estudioso del uso
racista del lenguaje en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
• METRALLETA DE INSULTOS
• Las redes sociales han sido el entorno más usado para descargar la metralleta de insultos que tildan de ignorantes a los electores de Castillo e incitan al
"genocidio" de las comunidades rurales que votaron contra el continuismo económico de la candidata derechista Keiko Fujimori.

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