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Contradicción

y crisis
👫´TÉCNICA PARA TERAPIA DE PAREJA 💑
I. FUNDAMENTOS DE LA C.C.
■ Todo fenómeno, hecho o proceso de la realidad presenta en su interior un auto-movimiento generado por los
componentes esenciales que en su interrelación constante, contradictoria y en determinados momentos crítica,
determinan la evolución del fenómeno u objeto tratado.
■ Esta constante contradicción y crisis en la realidad, es la que determina los cambios positivos o negativos,
acelerados o lentos, simples o complejos, etc.; de los fenómenos o procesos.

■ A nivel subjetivo, de la vida psíquica de las personas, también obedecen


a la dinámica arriba planteada, pero que siendo un reflejo de la realidad,
su condición contradictoria y crítica está determinada por la naturaleza
contradictoria y de crisis de la realidad social concreta.
■ La realidad subjetiva y psicológica es más inestable y poco susceptible de
ser captada por el mismo individuo que la vivencia.
■ Es factible de visualizarse desafortunadamente, y casi en la mayoría de
casos, cuando el individuo ha evolucionado a situaciones conflictivas y
de crisis, de inestabilidad de su vida personal, de pareja y social.
FUNDAMENTOS DE LA CC

■ Igualmente, el proceso de la alteración de un fenómeno


psíquico y de la personalidad, transcurre por la vía intrincada
de contradicciones y crisis, las cuales al no resolverse pueden
profundizarse y con ello alterar y desequilibrar en todas sus
dimensiones la vida de aquélla.

■ Las diferentes instancias o componentes de una situación social específica pueden ser: la relación
esposo-esposa, maestro-alumno, jefe-subalterno, padre-hijo, etc., las cuales llevan inherente la
dimensión contradicción-crisis que pueden dar lugar a procesos alterados.
■ La psicología tiene que ahondar más en esta realidad externa e interna de movimiento,
contradicción y crisis de los fenómenos y procesos, para poder interpretar más cabalmente las causales
y consecuencias de los problemas psicológicos grupales e individuales.
■ La tarea central es resolver la contradicción esencial en unidad, esto implica orientar la relación
individuo-realidad social; así como también actuar sobre las consecuencias o manifestaciones
(“síntomas”) que aquella situación alterada genera.
FUNDAMENTOS DE LA CC
:
 
■ Ante todo proceso interno alterado, existe un correlato exterior también
alterado; correlato que se traduce en condiciones, clima, factores, vínculos, relaciones, etc.,
provocadores objetivos de la dinámica interna alterada de las partes involucradas.

■ La situación externa-interna alterada tiene sus causas y sus consecuencias. Los factores causales o
premisas iniciales, tienen su base en:
– La realidad externa u objetiva y en la forma en que la unidad de oponentes o partes (esposo-
esposa, etc.) se relacionan con la realidad,
– La forma en que actúan y activan en ella y con ella;
– Así como la manera en que aquellos se inter-relacionan entre sí.

■ Las consecuencias, resultados o efectos de esa interacción adecuada o defectuosa, se materializará en


la conducta, en el sentir y pensar, en los conflictos de pareja, en la relación interpersonal desarrollada
entre los oponentes, entre éstos y los otros congéneres y en la interpretación que cada uno tenga de la
relación.
FUNDAMENTOS…
■ Las premisas y consecuencias aludidas, tienen su proceso,
en el que la alteración de las primeras conduce a
dificultades, trastornos y síntomas como consecuencia; y
éstas a su vez pueden generar mayores alteraciones en la
relación que los oponentes o partes tengan con la realidad.
■ Es un círculo vicioso en el que la dificultad es cada vez
más compleja y más profunda; se vuelve incontrolable por
parte de los oponentes, aunque traten de poner buena parte
de su voluntad.

■ Los oponentes lejos de afrontar la realidad y sus contradicciones y crisis, se reducen a enfrentarse uno
al otro, identificando solamente los problemas personificados en el oponente y viceversa.
■ La dinámica de contradicción y crisis se desenvuelve entre las partes como algo ‘natural’ generado
única y fundamentalmente por las particularidades de la otra parte, las cuales se extrañan y se vuelven
contra el primero, sin considerar que las particularidades de uno y otro han sido conformadas en la
misma fuente: la realidad, y bajo el mismo techo: la relación de pares
FUNDAMENTOS…

■ A este proceso objetivo de desarrollo de los fenómenos (externos y subjetivos) debe


anteponérsele un procedimiento que rastree aquél, tratando de encontrar los momentos
claves o nudos que han permitido crear las dificultades de la actividad, los vínculos
afectivos e interrelaciones humanas comprometidos y los alcances conscientes que las
personas poseen del proceso en cuestión en un momento determinado.

■ Ese proceso de investigación va acompañado del instrumental técnico que le permita al


psicólogo/a desentrañar los factores causales esenciales y sus efectos, como también
aquellas acciones terapéuticas que hagan más consciente el problema o dificultad en la
persona, pareja y/o el grupo, le procuren alivio, cierta estabilidad y bienestar espiritual,
e igualmente recupere de modo gradual la integridad o recomposición de su
personalidad.
II. DESARROLLO DEL MÉTODO

■ El método de contradicción y crisis, en resumen, se basa en el hecho


de que todo fenómeno y proceso psicológico y de la personalidad alterados, o
cualquier dificultad de la vida entre las personas o grupos, pueden ser
abordados en la confrontación directa y franca entre las partes en conflicto,
para que en unidad contradictoria y hacia la provocación de la crisis de
solución, se descubra y ponga en evidencia la causa objetiva del conflicto
subjetivo y la gama de manifestaciones que esto último produce en las parejas
o grupos y en cada integrante.

De esa manera y en unidad se buscan fórmulas factibles que atenúen, reorienten


y alivien la dificultad, sufrimiento, intranquilidad, malestar y perturbación de
quienes la padecen directamente.
DESARROLLO DEL MÉTODO:
MOMENTOS

■ 1º . Generalmente el-la psicoterapeuta es abordado/a


por la persona o parte más afectada, o por aquella que a
nivel subjetivo se sienta más dañada o perjudicada, o que
tiene más dificultad para controlar la situación. La
condición para el inicio del proceso de aplicación del
método, es la aceptación de las partes involucradas en el
problema, para participar en la experiencia terapéutica.

■ 2º . El o la psicóloga va enfocando y ordenando con una de las partes primero, los datos o componentes de la
problemática que a juicio de esa persona le afectan. Por ejemplo:
– Si es un problema familiar relativo a la relación y entendimiento entre los cónyuges, el profesional se ubica en
la relación de pareja en su desarrollo histórico, desde que se iniciaron las primeras dificultades, las
características que fue adquiriendo –positivas y negativas- el fenómeno, los aportes particulares que cada uno
de los oponentes le fue proporcionando, las reacciones que cada persona fue teniendo en la problemática, etc.
Esta información ubica claramente al psicólogo sobre la dimensión del problema, la vivencia de cada uno y
los cambios que ha sufrido en el proceso histórico.
El psicoterapeuta procede igualmente con la otra contraparte o persona de idéntica manera; en ambos casos se actúa con
la apertura e imparcialidad necesaria.
MOMENTOS…
■ 3º . Se invita a ambas partes a un diálogo sobre el problema. El
psicólogo evalúa si existe el clima apropiado o se han creado las condiciones
convenientes para dar inicio al proceso de confrontación. Se preparan las
condiciones compartiendo los propósitos y expectativas que el proceso ha
generado, se establecen las reglas de participación o compromiso de diálogo
abierto entre ambas partes a fin de darle curso a una experiencia que
busque resolver la situación.
El desarrollo de la contradicción y crisis puede prolongarse hasta 3 sesiones,
deberá operativizarse con material que ayude a visualizar los aportes entre
ambas partes, que permita el intercambio y el conocimiento de los aspectos
centrales y nudos esenciales de la situación. 

■ 4º . La confrontación y su curso, dependerá del acto y la habilidad con que la/el psicólogo desarrolla la
experiencia con las personas involucradas. El proceso contiene técnicamente una diagnosis-terapia; es decir, al mismo
tiempo que se identifican los factores de causa-efecto del problema, se activan acciones terapéuticas que contribuyen a
aclarar el decurso de la situación conflictiva. El método va generando condiciones que favorecen el conocimiento y
profundización de la situación, la relación e intimidad entre la pareja de oponentes.
Se comparten cuáles son las áreas o aspectos de la pareja y de la familia en la que ellos quisieran incursionar para
identificar aquellos elementos que sirvan de pista para identificar los factores y los efectos que se presentan en la situación
de la pareja. Cualidades y defectos personales, responsabilidad de cada uno dentro de la familia, vida afectiva y
de intimidad como pareja (lo que facilita y lo que dificulta), la crianza de hijos/as (aportes y vacíos),
relaciones parentales y su efecto en la pareja, y otros.
MOMENTOS…

■ 5º . Se selecciona un área. Por ejemplo, a veces se comienza con una exposición de cada parte expresando las características
(cualidades y luego debilidades) de su pareja; la forma en que la otra persona participa, incide o provoca el problema o conflicto; y la
manera en que se han construido las barreras de comunicación, afectivas, psicológicas y de la voluntad en la relación de la pareja.
A cada persona o parte se le da el margen de reflexión y rectificación necesaria, ante los elementos vertidos por sí misma y por la otra
parte. Esto es, puede agregar, quitar, modificar lo expresado; también se pueden externar elementos de análisis, valorados y aprobados por
ambas partes.
El orden de la exposición de los oponentes deberá ser libre y espontánea; sin embargo, el/la psicólog@ debe valorar el hecho de partir de
la parte más ‘débil’, en virtud de la ventaja que casi siempre asume la parte fuerte en el proceso de confrontación. El psicólogo trata de
facilitar la primera profundización o aproximación de las contradicciones, solicitando de cada parte la autovaloración de las cualidades y
debilidades suyas y de la contraparte, y de cómo inciden en la situación conflictiva. Acá el/la psicólogo/a debe mostrar imparcialidad y
madurez profesional para no sesgar o cambiar, debido a su influencia, la balanza de la contradicción.

■ 6º . Luego, se presenta la etapa de priorizar las características, responsabilidades o compromisos de participación en el conflicto
y la barrera que la situación problemática ha ido generando. Las prioridades las establece la primera persona o parte sobre la segunda
y viceversa. Las valoraciones sobre las prioridades de cada parte, abre más la herida del conflicto o problema, puesto que este nivel
de la crisis es identificado como provocada por la otra parte. El/la psicóloga abre el espacio para que ambas partes profundicen en la
valoración del conflicto y expresen todas aquellas manifestaciones o estados que acompañan a aquél.
MOMENTOS…
■ 7º . El nivel de conciencia y conocimiento compartido de la situación, puede
contribuir a objetivar la problemática; el/la psicólogo/a facilita la priorización de los
elementos que conforman el conflicto, entrelazando, amarrando e integrando los nudos
(causas esenciales y efectos dolorosos). La crisis se desencadenará cuando cada una de
las partes del conflicto identifica unilateral y subjetivamente que la otra parte (sus
características, participación o involucramiento, o generadora de la barrera) está
consciente y voluntariamente en contra suya, provocándole daño, angustia,
marginación, etc.
La confrontación de dos posiciones subjetivas con sus respectivas reacciones ante la misma
problemática (agresividad, llanto, resentimiento, autocompasión, inculpación a la otra parte,
etc.) posibilita momentos de reflexión profunda en el que el conflicto y sus resultados van y
vienen de una parte a la otra, en cada persona involucrada (autoconciencia). El problema o
conflicto vive su mejor momento de crisis en este lapso o relación subjetiva.
 
■ 8º . Identificar el nivel de compromiso y responsabilidad personal de cada parte en el conflicto, solo puede suceder
cuando se pasa de lo subjetivo propio (de lo que se siente y resiente del otro) a lo subjetivo que se infiere de la otra parte (lo
que sobre mi persona siente o resiente el opuesto) de manera empática. La conciencia sobre ambas situaciones subjetivas
permite una valoración desconcentrada entre lo que se siente y sufre (ambas personas) y lo que en la realidad sucede.
El clima de confrontación puede ir disminuyendo en la medida que las personas comienzan a captar que ambas sufren, ambas
resienten, ambas son provocadoras y receptoras del conflicto, que en esa situación hay o puede haber otras personas que se ven
afectadas (hijas/os, parientes, amigas/os, compañeras/os de clases, etc.) y que se puede abordar de otra manera la situación. El
caminar en lo oscuro y profundo del túnel del conflicto, con sus desesperanzas, desasosiegos, indecisiones, va permitiendo atisbar
en el mirarse a sí mismo/a y a la otra persona, una luz al fondo, un destello de posibilidad de que la situación puede cambiar.  
MOMENTOS…
■ 9º . La confrontación puede saltar de una situación a otra vivida por las partes. Por ejemplo: la vida conyugal
puede ser la fuente de la crisis, la desatención afectiva puede ser otra, la responsabilidad familiar y con los hijos puede
ser otra; el poco reconocimiento social ante las otras personas y grupos, etc. En todo caso el/la psicólogo/a valorará los
grados de articulación y complejidad de las situaciones contradictorias y críticas; su papel es organizarlas, despejarlas,
aclararlas y orientar a la pareja de opuestos ante las mismas. La integración y unidad familiar, la convivencia y la
tranquilidad entre las personas para su desarrollo y progreso individual y colectivo, es un punto clave en la dirección
terapéutica del psicólogo.

■ 10º . Agudizada la crisis en forma intencionada e identificadas sus causas y efectos, y expresadas las reacciones
emocionales y vivencias, viene un estado de sopor interno y de distensión entre ambas partes, acompañada de
reflexiones menos subjetivas y de carácter más autocrítico, en el que hay reconocimiento de que por voluntad propia no
se ha generado el problema; sino que la dinámica contradictoria obedece a situaciones objetivas, de participación,
circunstancias e involucramiento de cada una de las partes en la vida construida conjuntamente; y que las dificultades o
alteraciones se han originado en el proceso de la relación, en la actividad, en la intimidad y la subjetividad que se
vivencia como pareja ante una vida difícil y compleja.

Esta nueva situación creada, favorece el reconocimiento y redescubrimiento de su condición como personas independientes y
formando una unidad, de la calidad humana que posee la relación, del respeto mutuo que se deben o merecen, como punto
de partida para reiniciar una búsqueda de alternativas ante lo que se está viviendo, ante el conflicto, las contradicciones y
las crisis recurrentes, búsqueda que puede ser identificada como necesariamente conjunta, compartida para darle solución.
MOMENTOS…
■ 11º . Hacia la solución de las contradicciones. Las partes enfrentadas inician un
nuevo proceso de compartir como personas, de reconstrucción de la relación, de
reeducación de sus conductas, del cambio de comunicación, de percepciones y
actitudes, de revaloración de sí misma y de su pareja, de reencuentro con la
persona, de disponerse a comprender mejor las situaciones y malentendidos
que afecten su convivencia; de articular una apertura al diálogo.
Esto permite prever barreras psicológicas, o reacciones de rechazo, resentimientos o
mensajes de doble sentido que pueden, reactivar las contradicciones y crisis
anteriores o reiniciar un nuevo ciclo de conflictos.

Se proponen las medidas necesarias y de consenso, aceptables y realistas


entre la pareja para transformar la alteración, valorando lo posible de
comprometer y cumplir.
Se especifican en orden de magnitud y urgencia las acciones y medidas a
implementar conjuntamente, las cuales serán la base de un plan terapéutico
cuyo seguimiento y control será suyo, de la pareja con la oportuna
intervención del profesional de la psicología.
El propósito es reencontrase mutuamente, reconstruir la personalidad de la
pareja que ha sido extrañada por cada un@, que se ha debilitado para sí y
para la otra parte, o que se ha fracturado la integración social de las
personas involucradas.
III. Sugerencias metodológicas
■ Toda la experiencia hay que registrarla en sus momentos por dos razones: primero, porque permite asegurar la
reconstrucción y reorganización mental en cada persona involucrada; y segundo, también, porque servirá para
retomar puntos o nudos importantes, prioridades y medidas terapéuticas a impulsar.
■ El registro de conductas, actitudes, reacciones y otras respuestas servirán para valorar el contenido de las
contradicciones, así como para evaluar el proceso en su conjunto.
■ La imparcialidad mostrada por el/la psicólogo/a asegura el clima de confianza en la relación entre el terapeuta y
las parte conflictuadas, posibilita la calidad técnica del proceso, y contribuye al éxito del tratamiento. También
favorece el que las partes logren recobrar la tranquilidad hacia sí mismos y hacia la otra persona.
■ El psicólogo o psicóloga tratará de ir resumiendo cada momento de la experiencia para que las partes sigan el
curso de los fenómenos y la evaluación de su participación en el proceso. Detallar los pormenores de las
diferencias y las contradicciones. Las visiones de conjunto, fundamentada en los detalles, permiten generar una
actitud más reflexiva y consciente de lo que les sucede a las partes interesadas.
■ Puede el terapeuta hacer uso de sesiones bilaterales con cada una de las partes, siempre que éstas sean
necesarias o solicitadas. Así mismo pueden realizarse acciones terapéuticas por separado y que a juicio del
psicólogo complementan la acción terapéutica colectiva o de pareja.
■ Puede auxiliarse el psicólogo de otros recursos técnicos como grabaciones, filmaciones, relajación, técnicas de
concienciación, consejería, sexualidad, etc.; para revalorar el proceso, o para fortalecer a una de las partes, o a
ambas.
Muestra de su Aplicación
■ Reglas de la relación psicoterapéutica
Identificación de elementos o experiencias que
permitan identificar factores y efectos
ELEMENTOS O ASPECTOS DE VIDA COMO PAREJA (En
papelógrafos)
 CARACTERÍSTICAS O CUALIDADES Y DEFECTOS
 RESPONSABILIDADES EN LA VIDA DE PAREJA
 VIDA AFECTIVA Y DE INTIMIDAD SEXUAL
 CRIANZA DE LOS HIJOS
 RELACIONES PARENTALES

Aspecto a compartir:
1º CUALIDADES Y DEFECTOS – EN ORDEN DE PRIORIDAD LOS PUNTOS CLAVES

Nombre: Nombre:
Cualidades 


ASPECTO A COMPARTIR
RESPONSABILIDADES DENTRO DEL HOGAR - DIFICULTADES PRIORIZADAS
NOMBRE: NOMBRE
ASPECTO A COMPARTIR
VIDA AFECTIVA Y DE INTIMIDAD - PRIORIZAR BARRERAS E INSATISFACCIONES
NOMBRE: NOMBRE
ASPECTO A COMPARTIR
CRIANZA Y EDUCACIÓN DE LOS HIJOS - PRIORIZAR DESACIERTOS E INCONGRUENCIAS

NOMBRE: NOMBRE
Discrepancias a discutir

ASPECTOS DE DISCREPANCIA O DIFERENCIA (Generan conflictos o malestares)


Medidas y acciones para superar discrepancias o
diferencias

■ MEDIDAS Y ACCIONES (Como pareja y a nivel individual)


Acuerdos:

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