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SEPTIEMBRE, 2021.
OBJETIVO: Elaborar la
escritura de un
comentario literario.
7° AÑO BÁSICO
En la escala de emociones… ¿ Cómo
me siento hoy al comenzar?
¡ Activemos nuestro cerebro !
Es más pequeño que los
demás, pero si está
contento y motivado se
levanta más.
EL DEDO PULGAR.
Órdenes da, órdenes recibe,
algunas las autoriza, otras las
prohíbe. ¿Quién es?
EL CEREBRO.
EL COMENTARIO CRÍTICO
Comentario de texto de Calderón
de la Barca: la brevedad de la
vida
Éstas, que fueron pompa y alegría,
Despertando el albor de la mañana,
A la tarde serán lástima vana,
Durmiendo en los brazos de la noche
fría.
1.1 El autor
Empezó a ir al colegio en 1605 en Valladolid, porque allí estaba la Corte, pero como destacó
en los estudios, el padre, de carácter autoritario, decidió destinarlo a ocupar una capellanía
(capellán: persona que forma parte de una iglesia) que estaba reservada por la abuela a
alguien de la familia que fuese sacerdote.
Con ese propósito pasó al Colegio Imperial de los jesuitas de Madrid en 1608, y allí
permaneció hasta 1613 estudiando gramática, latín, griego, y teología. Cuando llevaba dos
años estudiando en Madrid, falleció su madre, en 1610, y su padre casó en segundas boda;
este hecho le unió especialmente a sus hermanos José y Diego frente a su padre.
1.2 La obra
El autor lo que nos quiere, transmitir es lo rápido que pasa la vida. Mediante
el tópico latino, tempus fugit, memento mori. Hace un símil en el primer
terceto sobre la cuna y el sepulcro. Esto quiere decir que las cosas de la vida
van cambiando. La vida pasa y casi no te das cuenta.
2.2 Tema
2) RESUMIRLO.
OBJETIVO DE
APRENDIZAJE: Escribir
el borrador del
comentario crítico
de un texto
literario.
8° AÑO
BÁSICO
¡ Activemos nuestro cerebro !
SOCIALIZAR RÚBRICA
BORRADOR DEL COMENTARIO
2) RESUMIRLO.
OBJETIVO DE
APRENDIZAJE:
Comprender un
texto literario.
8° AÑO
BÁSICO
¿CÓMO ME SIENTO AL COMENZAR MIS ACTIVIDADES?
¡Activemos
nuestro cerebro !
Fui por él, pero
no lo traje.
Quizá más tarde surja una inteligencia que de a mi visión una forma regular y
tangible; una inteligencia más serena, más lógica, y, sobre todo, menos
excitable que la mía, que no encuentre en las circunstancias que relato con
horror más que una sucesión de causas y de efectos naturales.
La docilidad y la humanidad fueron mis características durante mi
niñez. Mi ternura de corazón era tan extremada, que atrajo sobre mí
las burlas de mis camaradas.
En la noche que siguió al día en que fue ejecutada esta cruel acción, fui
despertado a los gritos de «¡fuego!» Las cortinas de mi lecho estaban
convertidas en llamas. Toda la casa estaba ardiendo. Con gran dificultad
escapamos del incendio mi mujer, un criado y yo. La destrucción fue
completa. Se aniquiló toda mi fortuna, y entonces me entregué a la
desesperación.
No trato de establecer una relación de la causa con el efecto, entre la atrocidad y
el desastre: estoy muy por encima de esta debilidad. Sólo doy cuenta de una
cadena de hechos, y no quiero que falte ningún eslabón. El día siguiente al
incendio visité las ruinas. Los muros se habían desplomado, exceptuando uno
solo, y esta única excepción fue un tabique interior poco sólido, situado casi en
la mitad de la casa, y contra el cual se apoyaba la cabecera de mi lecho.
Dicha pared había escapado en gran parte a la acción del fuego, cosa que yo
atribuí a que había sido recientemente renovada. En torno de este muro
agrupábase una multitud de gente y muchas personas parecían examinar algo
muy particular con minuciosa y viva atención. Las palabras «¡extraño!»
«¡singular!» y otras expresiones semejantes excitaron mi curiosidad.
Me aproximé y vi, a manera de un bajo relieve esculpido sobre la blanca
superficie, la figura de un gato gigantesco. La imagen estaba estampada con una
exactitud verdaderamente maravillosa.
Había una cuerda alrededor del cuello del animal. Al momento de ver esta
aparición, pues como a tal, en semejante circunstancia, no podía por menos
de considerarla, mi asombro y mi temor fueron extraordinarios. Pero, al fin,
la reflexión vino en mi ayuda. Recordé entonces que el gato había sido
ahorcado en un jardín, contiguo a la casa.
Hasta pasados muchos meses no pude desembarazarme del espectro del gato,
y durante este período envolvió mi alma un semi sentimiento. muy semejante
al remordimiento. Llegué hasta llorar la pérdida del animal y a buscar en
torno mío, en los tugurios miserables, que tanto frecuentaba habitualmente,
otro favorito de la misma especie y de una figura parecida que lo
reemplazara.
Ocurrió que una noche que me hallaba sentado, medio
aturdido, en una taberna más que infame, fue
repentinamente solicitada mi atención hacia un objeto negro
que reposaba en lo alto de uno de esos inmensos toneles de
ginebra o ron que componían el principal ajuar de la sala.
Hacía algunos momentos que miraba a lo alto de este tonel,
y lo que mé sorprendía era no haber notado más pronto el
objeto colocado encima. Me aproximé, tocándolo con la
mano.
https://www.youtube.com/watch?
v=i33ME6a6f0E
ACTIVIDAD EVALUADA:
2) Poe habla de una enfermedad que también padeció, ¿cuál es? Explica.
7) ¿Cuáles son los cambios que sufre el personaje en cuanto a su carácter, la relación con los animales y el vinculo con su esposa?
OBJETIVO DE
APRENDIZAJE:
CONTINUACIÓN
DE LA CLASE
ANTERIOR.
8° AÑO
BÁSICO
¿CÓMO ME SIENTO AL COMENZAR MIS ACTIVIDADES?
¡Activemos
nuestro cerebro !
Con una mano lo
puedes parar, y
con la otra
pagar.
PERSONAJES SECUNDARIOS: La
PERSONAJES PRINCIPALES: Plutón,
esposa, la policía, el gato que le
el hombre.
faltaba el ojo y el señor del bar.
MARTES 11 DE MAYO,
OBJETIVO DE
2021. APRENDIZAJE:
DESARROLLAR
ACTIVIDADES EN
EL CUADERNILLO
DE ESCRITURA.
8° AÑO
BÁSICO
¡Activemos
nuestro cerebro !
Cuatro hermanas
gemelas dan mil
vueltas paralelas.
Giran, giran,
siempre danzan,
mas nunca jamás se
alcanzan.
Somos muchos
hermanitos, en una
sola casa vivimos, si
nos rascan la cabeza
al instante morimos.
DESARROLLAR SE ENVIÓ CORREO
ACTIVIDADES EN EL CON LINK PARA
CUADERNILLO DE EVALUACIÓN
ESCRITURA. PENDIENTE N°1 DE
LENGUAJE.
PÁGINAS 5 A LA 8
MIÉRCOLES 12 DE MAYO,
2021.
OBJETIVO DE
APRENDIZAJE:
COMPRENDER UN
CUENTO Y
EXTRAER
INFORMACIÓN
EXPLÍCITA E
IMPLÍCITA.
8° AÑO
BÁSICO
¡Activemos
nuestro cerebro !
Tres cuevas en la
montaña, en dos el
aire va a entrar y la
tercera el vidrio
empaña.
5.- ¿Por qué motivo Bertita se pierde del lado de los Manzini al final?
¿hacia dónde se va la niñita?
6.- ¿Qué hacen los hermanos mayores con Bertita, al final del cuento?
Describe lo que hacen.
MIÉRCOLES 19 DE MAYO EVALUACIÓN
C. LECTORA:
EL GATO NEGRO Y LA GALLINA
DEGOLLADA.
https://prezi.com/4a1mzjhr6zqa/la-gallina-
degollada/
JUEVES 13 DE MAYO,
2021.
OBJETIVO DE
APRENDIZAJE:
COMPRENDER UN
CUENTO Y
EXTRAER
INFORMACIÓN
EXPLÍCITA E
IMPLÍCITA.
8° AÑO
BÁSICO
¡Activemos
nuestro cerebro !
Dos hermanos
son, uno va a
misa y el otro
no.
LAS LETRAS
VINO Y VINAGRE
Para los niños,
espinas; para los
hombres, flores;
para los
maestros, fruta.
La miel silvestre
Cuento
Horacio Quiroga
Tengo en el Salto Oriental dos primos, hoy hombres ya, que a sus doce años, y a
consecuencia de profundas lecturas de Julio Verne, dieron en la rica empresa de
abandonar su casa para ir a vivir al monte. Este queda a dos leguas de la ciudad. Allí
vivirían primitivamente de la caza y la pesca. Cierto es que los dos muchachos no
se habían acordado particularmente de llevar escopetas ni anzuelos; pero, de todos
modos, el bosque estaba allí, con su libertad como fuente de dicha y sus peligros
como encanto.
Desgraciadamente, al segundo día fueron hallados por quienes los buscaban.
Estaban bastante atónitos todavía, no poco débiles, y con gran asombro de sus
hermanos menores -iniciados también en Julio Verne- sabían andar aún en dos pies
y recordaban el habla.
La aventura de los dos robinsones, sin embargo, fuera acaso más formal a haber
tenido como teatro otro bosque menos dominguero. Las escapatorias llevan aquí en
Misiones a límites imprevistos, y a ello arrastró a Gabriel Benincasa el orgullo de
sus stromboot.
Benincasa, habiendo concluido sus estudios de contaduría pública, sintió
fulminante deseo de conocer la vida de la selva. No fue arrastrado por su
temperamento, pues antes bien Benincasa era un muchacho pacífico,
gordinflón y de cara rosada, en razón de su excelente salud. En
consecuencia, lo suficiente cuerdo para preferir un té con leche y
pastelitos a quién sabe qué fortuita e infernal comida del bosque. Pero
así como el soltero que fue siempre juicioso cree de su deber, la víspera
de sus bodas, despedirse de la vida libre con una noche de orgía en
componía de sus amigos, de igual modo Benincasa quiso honrar su vida
aceitada con dos o tres choques de vida intensa. Y por este motivo
remontaba el Paraná hasta un obraje, con sus famosos stromboot.
Apenas salido de Corrientes había calzado sus recias botas, pues los
yacarés de la orilla calentaban ya el paisaje. Mas a pesar de ello el
contador público cuidaba mucho de su calzado, evitándole arañazos y
sucios contactos.
De este modo llegó al obraje de su padrino, y a la hora tuvo éste que
contener el desenfado de su ahijado.
-¿Adónde vas ahora? -le había preguntado sorprendido.
-Al monte; quiero recorrerlo un poco -repuso Benincasa, que acababa de colgarse el
winchester al hombro.
-¡Pero infeliz! No vas a poder dar un paso. Sigue la picada, si quieres… O mejor deja
esa arma y mañana te haré acompañar por un peón.
Benincasa renunció a su paseo. No obstante, fue hasta la vera del bosque y se detuvo.
Intentó vagamente un paso adentro, y quedó quieto. Metiose las manos en los bolsillos y
miró detenidamente aquella inextricable maraña, silbando débilmente aires truncos.
Después de observar de nuevo el bosque a uno y otro lado, retornó bastante
desilusionado.
Al día siguiente, sin embargo, recorrió la picada central por espacio de una legua, y
aunque su fusil volvió profundamente dormido, Benincasa no deploró el paseo. Las
fieras llegarían poco a poco.
Llegaron éstas a la segunda noche -aunque de un carácter un poco singular.
Su padrino halló por fin, dos días después, y sin la menor partícula de carne, el esqueleto
cubierto de ropa de Benincasa. La corrección que merodeaba aún por allí, y las bolsitas de
cera, lo iluminaron suficientemente.
No es común que la miel silvestre tenga esas propiedades narcóticas o paralizantes, pero se
la halla. Las flores con igual carácter abundan en el trópico, y ya el sabor de la miel
denuncia en la mayoría de los casos su condición; tal el dejo a resina de eucaliptus que
creyó sentir Benincasa.
RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS DEL
TEXTO ESCUCHADO, CON LETRA CLARA,
ORDENADA Y RESPUESTA COMPLETA.
1.-¿Qué decisión toman los primos del 8.-¿Qué siente Benincasa después de tomarse
narrador al cumplir doce años?: la Miel de las abejas?:
4.-¿Qué es la CORRECCIÓN?:
6.-
¿Quién asesina a Benincasa finalmente?:
7.-¿Qué objeto lleva Benincasa consigo, y que
su padrino le dice que no le serviría de nada
una vez en la selva?
JUEVES 20 DE MAYO,
2021. OBJETIVO DE
APRENDIZAJE:
DESARROLLAR
ACTIVIDADES DE
COMPRENSIÓN
LECTORA EN EL
TEXTO
LECTÓPOLIS,
LECCIÓN N°4,
DISCURSOS
PÚBLICOS.
8° AÑO
BÁSICO
¡Activemos
nuestro cerebro !
Se viste el cielo de luces
en cascada de colores,
para alegrar en la noche
a los que están más
tristones.
OBJETIVO DE
APRENDIZAJE:
COMPRENDER UN
TEXTO LITERARIO.
8° AÑO
BÁSICO
¡Activemos
nuestro cerebro !
.
EL PADRE
de Olegario Lazo Baeza
Un viejecito de barba larga y blanca, bigotes enrubiecidos por la
nicotina, manta roja, zapatos de taco alto, sombrero de pita y un
canasto al brazo, se acercaba, se alejaba y volvía tímidamente a la
puerta del cuartel. Quiso interrogar al centinela, pero el soldado le cortó
la palabra en la boca, con el grito: -¡Cabo de guardia ! El suboficial
apareció de un salto en la puerta, como si hubiera estado en acecho.
Interrogado con la vista y con un movimiento de la 2 cabeza hacia
arriba, el desconocido habló: -¿Estará mi hijo? El cabo soltó la risa. El
centinela permaneció impasible, frío como una estatua de sal. -El
regimiento tiene trescientos hijos; falta saber el nombre del suyo repuso
el suboficial. -Manuel… Manuel Zapata, señor. El cabo arrugó la frente
y repitió, registrando su memoria: -¿Manuel Zapata…? ¿Manuel
Zapata…? Y con tono seguro: -No conozco ningún soldado de ese
nombre. El paisano se irguió orgulloso sobre las gruesas suelas de sus
zapatos, y sonriendo irónicamente: -¡Pero si no es soldado! Mi hijo es
oficial, oficial de línea…
El trompeta, que desde el cuerpo de guardia oía la conversación, se acercó, codeó al
cabo, diciéndole por lo bajo: -Es el nuevo, el recién salido de la Escuela. -¡Diablos! El
que nos palabrea tanto… El cabo envolvió al hombre en una mirada investigadora y,
como lo encontró pobre, no se atrevió a invitarlo al casino de oficiales. Lo hizo pasar al
cuerpo de guardia.
El viejecito se sentó sobre un banco de madera y dejó su canasto al lado, al alcance de
su mano. Los soldados se acercaron, dirigiendo miradas curiosas al campesino e
interesadas al canasto. Un canasto chico, cubierto con un pedazo de saco. Por debajo
de la tapa de lona empezó a picotear, primero, y a asomar la cabeza después, una
gallina de cresta roja y pico negro abierto por el calor. Al verla, los soldados palmotearon
y gritaron como niños: -¡Cazuela! ¡Cazuela! El paisano, nervioso por la idea de ver a su
hijo, agitado con la vista de tantas armas, reía sin motivo y lanzaba atropelladamente
sus pensamientos. -¡Ja, ja, ja!… Sí, Cazuela…, pero para mi niño.
Y con su cara sombreada por una ráfaga de pesar, agregó: -¡Cinco
años sin verlo…! Más alegre rascándose detrás de la oreja: -No
quería venirse a este pueblo. Mi patrón lo hizo militar. ¡Ja, ja, ja…!
Uno de guardia, pesado y tieso por la bandolera, el cinturón y el
sable, fue a llamar al teniente. Estaba en el picadero, frente a las
tropas en descanso, entre un grupo de oficiales. Era chico, moreno,
grueso, de vulgar aspecto. El soldado se cuadró, levantando tierra
con sus pies al juntar los tacos de sus botas, y dijo: -Lo buscan…,
mi teniente.
No sé por qué fenómeno del pensamiento, la encogida figura de su padre
relampagueó en su mente. Alzó la cabeza y habló fuerte, con tono despectivo,
de modo que oyeran sus camaradas: -En este pueblo…, no conozco a nadie…
El soldado dio detalles no pedidos: -Es un hombrecito arrugado, con manta…
Viene de lejos. Trae un canastito… Rojo, mareado por el orgullo, llevó la mano a
la visera: -Está bien… ¡Retírese! La malicia brilló en la cara de los oficiales.
Miraron a Zapata… Y como éste no pudo soportar el peso de tantos ojos
interrogativos, bajó la cabeza, tosió, encendió un cigarrillo, y empezó a rayar el
suelo con la contera de su sable. A los cinco minutos vino otro de guardia. Un
conscripto muy sencillo, muy recluta, que parecía caricatura de la posición de
firmes. A cuatro pasos de distancia le gritó, aleteando con los brazos como un
pollo: -¡Lo buscan, mi teniente! Un hombrecito del campo… dice que es el padre
de su mercé… Sin corregir la falta de tratamiento del subalterno, arrojó el
cigarro, lo pisó con furia, y repuso:
- ¡Váyase! Ya voy. Y para no entrar en explicaciones, se fue a las pesebreras. El oficial de
guardia, molesto con la insistencia del viejo, insistencia que el sargento le anunciaba cada
cinco minutos, fue a ver a Zapata. Mientras tanto, el padre, a quien los años habían
tornado el corazón de hombre en el de niño, cada vez más nervioso, quedó con el oído
atento. Al menor ruido, miraba afuera y estiraba el cuello, arrugado y rojo como cuello de
pavo. Todo paso lo hacía temblar de emoción, creyendo que su hijo venía a abrazarlo, a
contarle su nueva vida, a mostrarle sus armas, sus arreos, sus caballos… El oficial de
guardia encontró a Zapata simulando inspeccionar las caballerizas. Le dijo, secamente, sin
preámbulos: -Te buscan… Dicen que es tu padre. Zapata, desviando la mirada, no
contestó. -Está en el cuerpo de guardia… No quiere moverse. Zapata golpeó el suelo con
el pie, se mordió los labios con furia, y fue allá. Al entrar, un soldado gritó: -¡Atenciooón! La
tropa se levantó rápida como un resorte. Y la sala se llenó con ruido de sables,
movimientos de pies y golpes de taco. El viejecito, deslumbrado con los honores que le
hacían a su hijo, sin acordarse del canasto y de la gallina, con los brazos extendidos, salió
a su encuentro. Sonreía con su cara de piel quebrada como corteza de árbol viejo.
Temblando de placer, gritó: -¡Mañungo!, ¡Mañunguito…! El oficial lo
saludó fríamente. Al campesino se le cayeron los brazos. Le palpitaban
los músculos de la cara. El teniente lo sacó con disimulo del cuartel. En
la calle le sopló al oído: -¡Qué ocurrencia la suya…! ¡Venir a verme…!
Tengo servicio… No puedo salir. Y se entró bruscamente. El
campesino volvió a la guardia, desconcertado, tembloroso. Hizo un
esfuerzo, sacó la gallina del canasto y se la dio al sargento. -Tome:
para ustedes, para ustedes solos. Dijo adiós y se fue arrastrando los
pies, pesados por el desengaño. Pero desde la puerta se volvió para
agregar, con lágrimas en los ojos: -Al niño le gusta mucho la pechuga.
¡Denle un pedacito…!
1.- Describe el espacio donde se desarrolla la
acción.
OBJETIVO DE
APRENDIZAJE:
CONOCER,INTERPRE
TAR Y ANALIZAR UN
TEXTO LITERARIO
(CUENTO).
8° AÑO
BÁSICO
¡Activemos
nuestro cerebro !
Nazco sin tener padre,
y al morir vuelve a
nacer mi madre.
LA ENEMIGA