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Teoría de la complejidad

Estamos viviendo un tiempo de grandes


transformaciones en todas las dimensiones de
nuestra existencia tanto personal como social.

Hemos sido educados en una concepción mecánica del conocimiento, del mundo
y de nosotros mismos. El saber en la modernidad se redujo a la faceta intelectual
creyendo que la lógica era independiente de los afectos. El hombre fue pensado
como un individuo independiente y artífice exclusivo de su destino mientras se
creía que la sociedad era el resultado de un contrato entre ciudadanos libres que
paradójicamente establecía un mecanismo disciplinario.
La teoría de la complejidad surge a mediados del siglo XX como un
paradigma científico cuya finalidad es “comprender la complejidad de la
vida”. Este paradigma ofrece el basamento teórico necesario para
estudiar objetos muy complejos, como las comunidades educativas sin
la necesidad de proceder a una reducción radical de los mismos.

Efectivamente, la complejidad consiste en el interés por el aprendizaje de


los sistemas. Es porque un sistema aprende que entonces, como
consecuencia, puede adaptarse. La adaptación es el resultado de la
capacidad que tiene un fenómeno determinado de aprender.
La complejidad es una forma de analizar, de reflexionar sobre determinados
aspectos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, los
cuales presentan ciertas características que los clasifican como sistemas de
comportamiento complejo.

Los dos ejes de la complejidad.

Escala y Tiempo
características
Es la forma de analizar, de reflexionar sobre
determinados aspectos de la naturaleza, la
sociedad y el pensamiento, los cuales presentan
 características que
los clasifican como
sistemas de comportamiento complejo.
Los enfoques de la complejidad nos permiten avanzan hacia una
transformación de nuestro modo de concebir al conocimiento y a la
humanidad en su relación con la naturaleza.
Saber no es concebido como una mera actividad
intelectual, sino que ampliamos nuestros modos de
ser afectados para avanzar hacia una perspectiva
multidimensional de la experiencia capaz de albergar
tanto a la razón y la lógica como a las emociones y la
sensibilidad. 
El sujeto complejo no es ya una máquina
intelectual sino un ser vivo y afectivo en activo
intercambio con su medio ambiente que incluye
tanto la cultura humana como el ecosistema en
su sentido más amplio. 
Sujeto complejo, universo afectivo, sistema abierto, juego de
los vínculos, dinámica comunitaria

Las teorías de la complejidad a las que se ven abocadas no pocas


disciplinas, tanto en la ciencias físicas como en las biológicas, las
matemáticas o las ciencias socioculturales, están apuntando a un
trasfondo en el que se construye una nueva epistemología: la
epistemología de la complejidad.

La cuestión de la complejidad, ¡es compleja!

Decía Jean Perrin, que el papel del conocimiento es explicar


lo visible complejo por lo invisible simple. Más allá de la
agitación, la dispersión, la diversidad,
Objetivo

El Paradigma de la Complejidad pretende unir, en un mismo espacio y


tiempo, lógicas que se excluyen y al mismo tiempo se complementan,
por ejemplo: lo local y lo nacional, el pasado y el presente, lo humano
y lo ecológico, y lo subjetivo.

Se dice que son sistemas complejos. Un ser humano es, a la vez, el producto de la
evolución biológica y de la evolución cultural efectuada en interacción con otros seres.
El ser humano es complejo

La complejidad como fenómeno real es algo indisoluble de la auto organización.


según Morín 1982:

La noción de hombre pasó de este modo a depender de un «doble conocimiento»: por


un lado existe un «saber natural», un «reconocimiento espontáneo», de la pertenencia
del otro, del extranjero, a la misma especie que yo; por otro, se le niega al otro el
calificativo de hombre, reservándolo

García Gutiérrez, 2002).3 jul. 2017

Edgar Morín plantea en su Primer Saber que el Conocimiento Humano se funda en la


percepción de los sentidos y que estos estímulos son traducidos por nuestro cerebro
dando forma a una interpretación personal de la realidad No existen ideas falsas o
verdaderas, en este sentido

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