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Después

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que Juan fue
encarcelado, Jesús vino a Galilea
predicando el evangelio del reino de
Dios, 15diciendo: El tiempo se ha
cumplido, y el reino de Dios se ha
acercado; arrepentíos, y creed en el
evangelio.
E indiscutiblemente, grande es
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el misterio de la piedad: Dios fue


manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu, Visto
de los ángeles, Predicado a los
gentiles, Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.
• G2150 εὐσέβεια eusébeia; piedad, del
evangelio
• G2152 εὐσεβής eusebés; bien
reverente, piadoso
G765 ἀσεβής asebés
G2150 εὐσέβεια eusébeia; irreverente, impío o malvado
piedad, esquema del evangelio
Piadosos
Iglesia – Vive la palabra
Guiado por el Espíritu Santo Impíos
Autoridad de la Iglesia
Hace la voluntad del Padre
Libres – Santos - Salvos Carnales
Hacen su voluntad
Ciegos - Pecadores
Esclavos de Satanás
Normas humanas
3
Si alguno enseña otra cosa, y no se
conforma a las sanas palabras de
nuestro Señor Jesucristo, y a la
doctrina que es conforme a la piedad,
4
está envanecido, nada sabe, y delira
acerca de cuestiones y contiendas de
palabras, de las cuales nacen envidias,
pleitos, blasfemias, malas sospechas,
22
Mas el fruto del Espíritu es amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, 23
mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no
hay ley.
8
Porque en otro tiempo erais
tinieblas, mas ahora sois luz en el
Señor; andad como hijos de luz
9
(porque el fruto del Espíritu es en
toda bondad, justicia y verdad),
10
comprobando lo que es agradable
al Señor.
BONDAD VERDAD JUSTICIA
MANSEDUMBRE AMOR TEMPLANZA
BENIGNIDAD FE GOZO
BONDAD PAZ PACIENCIA
Carácter Relación Carácter
Externo con Dios Interno
8
y estando en la condición de
hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual
Dios también le exaltó hasta lo sumo,
y le dio un nombre que es sobre todo
nombre,
22
Habiendo purificado vuestras almas por
la obediencia a la verdad, mediante el
Espíritu, para el amor fraternal no fingido,
amaos unos a otros entrañablemente, de
corazón puro; 23siendo renacidos, no de
simiente corruptible, sino de incorruptible,
por la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre.
G3982 πείθω Peídso; convencer (mediante
argumento); obedecer (a la evidencia o
autoridad), descansar (mediante certeza interna).
12
Vestíos, pues, como escogidos de Dios,
santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad,
de mansedumbre, de paciencia;
13
soportándoos unos a otros, y
perdonándoos unos a otros si alguno
tuviere queja contra otro. De la manera
que Cristo os perdonó, así también
hacedlo vosotros. 14Y sobre todas estas
cosas vestíos de amor, que es el vínculo
G544 ἀπειθέω Apeidséo, descreer (voluntaria
y perversamente), no creer, desobedecer, no
obedecer, impersuasible, rebelde.
23
Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los
que se salvan? Y él les dijo: 24Esforzaos a
entrar por la puerta angosta; porque os
digo que muchos procurarán entrar, y no
podrán. 25Después que el padre de
familia se haya levantado y cerrado la
puerta, y estando fuera empecéis a
llamar a la puerta, diciendo: Señor,
Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá:
No sé de dónde sois.
Entonces comenzaréis a decir: Delante
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de ti hemos comido y bebido, y en


nuestras plazas enseñaste. 27Pero os
dirá: Os digo que no sé de dónde sois;
apartaos de mí todos vosotros,
hacedores de maldad. 28Allí será el llanto
y el crujir de dientes, cuando veáis a
Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los
profetas en el reino de Dios, y vosotros
estéis excluidos.
3
Pero si alguno ama a Dios, es conocido
por él.

Si alguno dice: Yo amo a Dios, y


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aborrece a su hermano, es mentiroso.


Pues el que no ama a su hermano a
quien ha visto, ¿cómo puede amar a
Dios a quien no ha visto?
2
En la casa de mi Padre muchas
moradas hay; si así no fuera, yo os lo
hubiera dicho; voy, pues, a preparar
lugar para vosotros. 3Y si me fuere y
os preparare lugar, vendré otra vez, y
os tomaré a mí mismo, para que
donde yo estoy, vosotros también
estéis.
21
Pues para esto fuisteis llamados; porque
también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis sus
pisadas; 22el cual no hizo pecado, ni se
halló engaño en su boca; 23quien cuando
le maldecían, no respondía con maldición;
cuando padecía, no amenazaba, sino
encomendaba la causa al que juzga
justamente;
7
Y Cristo, en los días de su carne,
ofreciendo ruegos y súplicas con gran
clamor y lágrimas al que le podía librar
de la muerte, fue oído a causa de su
temor reverente. 8Y aunque era Hijo, por
lo que padeció aprendió la obediencia;
9
y habiendo sido perfeccionado, vino a
ser autor de eterna salvación para todos
los que le obedecen;

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