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DIRECTRICES SOBRE LAS MODALIDADES

ALTERNATIVAS DE CUIDADO
La CDN reconoce el derecho de todos los niños y niñas a vivir en familia,
y establece la obligación de los Estados partes de proporcionar cuidados
alternativos, en caso de separación de sus familias. Sin embargo, hasta
hace poco no se contaba con instrumentos internacionales que
ofrecieran una adecuada orientación sobre las medidas para prevenir la
separación de los niños y niñas de sus familias o para garantizar una
atención de calidad de los cuidados alternativos para niños y niñas que
carecen del cuidado de sus padres.
La entidad gubernamental que lidera las políticas públicas de atención a
la niñez y adolescencia en el Perú es el Programa Integral Nacional para
el Bienestar Familiar (INABIF), manejado por el Viceministerio de
Poblaciones Vulnerables, dependiente del Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables. El INABIF es una entidad con autonomía
funcional, administrativa y técnica que regula, desarrolla e implementa
proyectos y programas para la atención de niños, niñas, adolescentes y
familias vulnerables.
Estructuralmente cuenta con una dirección ejecutiva y cuatro
unidades de servicios dirigidos a la niñez, a las familias, a las
personas con discapacidad y a los adultos mayores. Cada unidad
cuenta con planes nacionales de trabajo intersectorial y
específicos para su población meta. Cada una cuenta con
presupuesto suficiente para llevar adelante la implementación de
programas de apoyo de atención a las poblaciones vulnerables.

Para el fortalecimiento de las familias y el desarrollo infantil, el


INABIf implementa programas dirigidos a las mujeres madres,
como el “Qali warmi”, y a los niños y niñas menores de seis años,
como el “Wawa wasi”. También tiene el programa “Junto”, que
consiste en la entrega condicionada de un subsidio de dinero en
efectivo a las familias en extrema pobreza.
LA JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL PERUANA EN
TORNO AL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO.

El Perú aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño (1989),


mediante la Resolución Legislativa N.° 25278, del 3 de agosto de 1990,
ratificada el 14 de agosto del mismo año. Y, en concordancia con estos
principios, ha extendido la protección al niño desde antes de nacer hasta
que cumple los 18 años, en que adquiere la mayoría de edad, ya que, tanto
la Convención como la Declaración de los Derechos del Niño, reconocen
que "el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y
cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como
después del nacimiento.
Esos cuidados especiales se reflejan en las
normas administrativas, en la legislación civil,
penal y laboral. Desde el 24 de diciembre de 1992
se recogió en un solo instrumento jurídico, la
legislación especial para custodiar los derechos de
los niños y adolescentes, en el Código del Niño y
del Adolescente. Este Código ha sufrido diversas
modificaciones en el transcurso de los años, a la
vista de situaciones de violencia familiar y otros
hechos que afectaban el normal desarrollo y
estabilidad emocional de los menores, pero
sustancialmente se mantiene su estructura
originaria y su carácter supletorio en casos
relacionados con los derechos de los niños y
adolescentes
Por otro lado, cabe destacar que una actividad
prioritaria del Estado y de la sociedad civil –por
mandato constitucional del artículo 4° – es la de
proteger “especialmente al niño, al adolescente, a
la madre y al anciano en situación de abandono.
También protegen a la familia y promueven el
matrimonio. Reconocen a estos últimos como
institutos naturales y fundamentales de la
sociedad”.

En concordancia con estas disposiciones, el Código


del Niño y del Adolescente actualmente vigente4
define al niño como “a todo ser humano desde su
concepción hasta cumplir los doce años de edad y
adolescente desde los doce hasta cumplir los
dieciocho años de edad. El Estado protege al
concebido para todo lo que le favorece. Si existiera
duda acerca de la edad de una persona, se le
considerará niño o adolescente mientras no se
pruebe lo contrario
El Tribunal Constitucional destaca que “el
Código de los Niños y Adolescentes (Ley Nº
27337) implementa sus derechos y libertades,
regula el Sistema Nacional de Adopción y las
funciones de las instituciones familiares y
establece el sistema de justicia especializada.
En el ámbito penal, el Código establece un
procedimiento especial en su Capítulo III,
determinando que en el caso de infracción a la
ley penal, el niño será sujeto de medidas de
protección y el adolescente de medidas socio-
educativas (artículo IV)
Estas disposiciones plasman el
respeto a los derechos del niño y del
adolescente y ordenan que “en toda
medida concerniente al niño y al
adolescente que adopte el Estado a
través de los Poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, del Ministerio
Público, los Gobiernos Regionales,
Gobiernos Locales y sus demás
instituciones, así como en la acción
de la sociedad, se considerará el
Principio del Interés Superior del
Niño y del Adolescente.

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