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El problema del dolor

Presentación de José Luis del Barco al libro de CS Lewis

Capellán Manuel A. Rosario Sánchez, unidad II de ECP, el 28 de


Noviembre de 2021. Supervisora, Marta Gordon-Duffis.

6 Medical Campus Rd
Hagerstown, MD 21742
301-790-8000
El problema
del dolor

Material externo
“El problema del dolor es un ensayo publicado en 1940
por el escritor británico C. S. Lewis en el que aborda,
desde una perspectiva cristiana, cuál es el sentido del
sufrimiento y cómo puede armonizarse la existencia del
dolor con la bondad y la omnipotencia de Dios”
dolor-6320/)
(https://citas.in/obras/el-problema-del-
“Mi argumento contra Dios era que el universo parecía
tan cruel e injusto ¿Pero de donde tengo yo la idea de
justo e injusto? Un hombre no llama a una línea torcida
a menos que sepa lo que es una línea recta”.
(CS Lewis)
“…La única finalidad de este libro es resolver el problema intelectual que
surge ante el sufrimiento. Jamás he caído en la insensatez de considerarme
calificado para la tarea superior de educar en fortaleza y paciencia, ni tengo
nada que ofrecer a mis lectores, aparte del convencimiento de que —al
vernos enfrentados al dolor— un poco de valentía ayuda más que mucho
conocimiento; un poco de comprensión, más que mucha valentía, y el más
leve indicio del amor de Dios, más que todo lo demás.” (Prólogo)
“Dichosos los que lloran porque
ellos serán consolados ” Mateo 5:4
Tesis de Lewis
¿Cómo conciliar la existencia
de un ser bondadoso y
omnipotente con la realidad
del dolor? He ahí el
problema del sufrimiento en
su forma más simple? (p.8)
Argumentación de José Luis del Barco
1. El dolor es una realidad universal, inexplicable, cercana y
desconcertante.
2. En el dolor conviven en paz la evidencia y el misterio. La experiencia,
permite gustarlo, pero no descifrarlo
3. El dolor es inevitable: «todos acabamos por ser hombres dolientes»
(Polaino -Lorente)
4. Su certeza y contundencia arruinan la utopía de una vida sin dolor
5. No sorprende la insistencia humana en tratar de descifrar su enigma,
aunque tratar de definirlo entrañe el peligro de simplificarlo
8. La magnitud del enigma explica que el empeño puesto en descifrarlo haya
terminado tantas veces en derrota.
9. El pesimista no cree que el enigma se descifre jamás
10. Para Schopenhauer, Lucrecio, Epicuro y la mística budista, la solución es
aniquilar al hombre y así suprimir el sufrimiento para siempre, vaya insensatez.
11. Sin esperanza es imposible aclarar el dilema
12. Igualmente sin sentido es la ufanada actitud heroica que pretende negar la
realidad del sufrimiento
13. La pregunta qué es el dolor está mal formulada y puesto que no hay dolor sin
un ser afligido, ni quebranto sin un sujeto consciente de su amargura, la
pregunta debería ser si tiene sentido el dolor
14. El hombre busca afanosamente el sentido de la existencia, la vida, el
dolor y la muerte.
15. Ni el placer, ni el dolor tienen la última palabra
16. El sentido del sufrimiento surge cuando el dolor y el placer dejan de
ser jueces últimos e inapelables y obedecen como todo lo demás,
las órdenes de una autoridad más alta.
• El cristianismo, dice Lewis, no es «un sistema en
el que debamos encajar la compleja realidad del
dolor, sino un hecho difícil de ajustar con
cualquier sistema que podamos construir. En
cierto sentido, el cristianismo crea más que
resuelve el problema el dolor, pues el dolor no
sería problema si, junto con nuestra experiencia
diaria de un mundo doloroso, no hubiéramos
recibido una garantía suficiente de que la realidad
última es justa y amorosa».
Conclusión

El dolor tiene un
sentido profundo.
Lleva al hombre a
preguntar sobre el
significado de su vida
y le ayuda a «crecer
en hondura». (p.8)
“Mejor es el buen nombre que el buen
ungüento,
y el día de la muerte que el día del
nacimiento.
2 Mejor es ir a una casa de luto

que ir a una casa de banquete,


porque aquello es el fin de todo hombre,
y al que vive lo hará reflexionar en su
corazón.”
Eclesiastés 7:1-2 (Material externo)
«El dolor abierto parece que
queda dispuesto para una
fecundidad insospechada:
para descifrar la gran noche
del alma»
J. CHOZA, Al otro lado de la muerte. Las elegías de Rilke.
Eunsa, Pamplona 1991, p. 30.
Si el saldo de la vida en su conjunto fuera el sinsentido,
¿cómo no acusar de absurda la existencia? Pero si «la
realidad última es justa y amorosa», si acoge, consuela
y alivia a los atribulados, si «los padecimientos del
tiempo presente no son nada comparados con la gloria
que ha de manifestarse en nosotros», el triunfo del
sufrimiento es una victoria efímera. Al final deberá
ceder su puesto al júbilo y el gozo eternos.
«Enjugará Dios toda
lágrima de los ojos de
ellos; y ya no habrá
muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni
dolor; porque las primeras
cosas pasaron.»
Apocalipsis 21:4
«Y el que estaba sentado en el
trono dijo: He aquí, yo hago
nuevas todas las cosas. Y me
dijo: Escribe; porque estas
palabras son fieles y
verdaderas.» Apocalipsis 21:5

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