E.

Royso

Tema 2: Propiedades atómicas

1. Números cuánticos:
El tamaño, forma, orientación y energía de un orbital vienen determinado por
una serie de números cuánticos.
a) El número cuántico principal, n, determina los niveles principales de
energía.
Cuando n aumenta, la energía del electrón aumenta y, por tanto, el tamaño
del orbital es mayor porque es más probable encontrar el electrón lejos del
núcleo.
b) El número cuántico secundario u orbital l, determina los subniveles de
energía que hay en el nivel principal. Los valores de l vienen condicionados
por n.
c) El número cuántico magnético, ml, determina la orientación del orbital en
el espacio y en el número de orbitales del mismo tipo que hay en un
subnivel. Los valores que puede tomar ml están limitados por l.
d) El número cuántico de espín, ms, sólo puede tomar los
valores +1/2 y -1/2 y, en cierto modo, puede considerarse
que dichos valores se relacionan con los dos posibles
sentidos de rotación de un electrón sobre sí mismo.
En cada orbital sólo caben dos electrones, uno con
ms=+1/2 y el otro con ms=-1/2 y habitualmente se
representan mediante flechas en una caja orbitálica

Los números cuánticos pueden tomar diferentes valores:

a) El número cuántico principal n puede tomar cualquier valor entero positivo, es
decir, n=1, 2, 3, 4….
b) El número cuántico secundario u orbital l puede tomar cualquier valor entero
entre 0 y n-1, de manera que el nivel n=1 hay un subnivel (dado por l=0, en el
nivel n=2 hay dos subniveles (dados por l= 0 y l=1), etc.
En cada subnivel hay un único tipo de orbital que suele simbolizarse por letras:
Subnivel (l=0) -> Orbital tipo s
Subnivel (l=1) -> Orbital tipo p
Subnivel (l=2) -> Orbital tipo d
Subnivel (l=3) -> Orbital tipo f

c) El número cuántico magnético ml puede tomar cualquier valor entero, incluido

el 0, entre +l y –l, de manera que para l=0 sólo hay un orbital (dado por m l =0)
para l=1 hay tres (dado para ml =0, ml =1 y ml =-1)
Orbital tipo s (l=0) -> ml =0 -> un orbital
Orbital tipo s (l=1) -> ml =0, +1,-1-> tres orbitales

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Orbital tipo s (l=2) -> ml =0, +1,-1, +2,-2> cinco orbitales

Orbital tipo s (l=3) -> ml =0, +1,-1-, +2,-2, +3, -3> siete orbitales
d) El número cuántico de espín ms sólo puede tomar los valores +1/2 y -1/2.

2.Estructura electrónica: principios de construcción, de exclusión de Pauli y

de máxima multiplicidad de Hund.
El modelo mecánico-cuántico del átomo permite conocer la distribución de los
electrones en los diferentes orbitales atómicos, la denominada estructura o
configuración electrónica fundamental.
Para establecer la configuración electrónica de u elemento químico se aplican las
siguientes reglas:
a) Principio de construcción o de Aufbau:
La configuración electrónica de un átomo se
determina siguiendo el principio de
construcción o de Aufbau, que establece que los
electrones van llenando los orbitales disponibles
en orden de menor a mayor energía.
Naturalmente, antes de proceder al llenado es
necesario conocer el orden de energía de los
orbitales. Para ello se aplica la siguiente regla: el
subnivel de menor energía es el que tiene menor
la suma n+1, y en caso de igualdad, el que tiene
menor n:

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1s<2s<2p<3s<3p<4s<3d<4p<5s<4d<5p

Representación de los
niveles de energía

b) Principio de exclusión de Pauli:

Dos electrones en un mismo átomo no pueden tener los cuatro números cuánticos
iguales, de lo cual se deriva que en cada orbital caben dos electrones como
máximo, cuyos números cuánticos n, l y ml serán iguales, solo diferenciándose el
valor de ms: +1/2 o -1/2.
El principio de exclusión limita el número de electrones que caben en cada subnivel
y en cada nivel. En un subnivel con orbitales tipo s sólo caben dos electrones; con
orbitales p, 6 electrones; con orbitales d, 10 electrones; y con orbitales f, 14
electrones. De aquí se llega a que el número máximo de electrones que caben en
un nivel viene dado por 2n2.

c) Regla de Hund:
La regla de Hund se aplica cuando los electrones
comienzan a llenar orbitales de igual energía, como los
p, d o f, que tienen, respectivamente, tres, cinco y siete
orbitales energéticamente equivalentes.
En tal caso, los electrones se colocan desapareados, de
manera que ocupan el mayor número posible de
orbitales, y con iguales valores de ms, (se dice que los
espines son paralelos). En cierto modo, puede
justificarse este comportamiento porque así se
minimizan las repulsiones entre los electrones.

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2.1. Expresión de la configuración electrónica fundamental:

La configuración electrónica fundamental de un átomo es la que corresponde al
estado de menor energía y se simboliza indicando los orbitales atómicos ocupados,
y, mediante superíndices, el número de electrones que hay en cada una de ellas.
Los pasos para escribir la configuración electrónica fundamental de un elemento
son:
a) Hallar el número atómico del elemento: El número atómico del elemento
neutro es el número de electrones de su corteza electrónica.
b) Llenar los orbitales siguiendo el principio de construcción y el principio de
exclusión: Se escribe el nivel y los tipos de orbitales mediante letras: s, p, d y f.
El número de electrones se escribe como un superíndice del símbolo de los
orbitales.
c) Si es necesario, aplicar la regla de Hund: Se usa cuando tenemos electrones
desapareados.

2.2. Electrones de valencia:

En una configuración electrónica se distinguen los electrones según la energía de
los orbitales que ocupan:
a) Los electrones que ocupan los orbitales más externos, los de mayor energía,
son denominados electrones de valencia porque de ellos depende
principalmente la reactividad química del átomo.
b) El resto de los electrones, los denominados electrones internos, tienen menos
energía y su papel en la reactividad química es mucho menor porque ocupan
orbitales completamente llenos.
La expresión de la configuración electrónica suele abreviarse indicando sólo los
electrones más externos y sustituyendo los electrones más internos por el símbolo
químico del gas noble (encerrado entre corchetes) que tenga la misma
configuración.

3. Clasificación periódica de los elementos:

3.1. Grupos:
La tabla periódica tiene 18 columnas que se denominan grupos y se numeran
correlativamente del 1 al 18.
Los elementos reunidos en un mismo grupo presentan la misma configuración
electrónica de los electrones de valencia. Este hecho es la causa de que la
reactividad química de los elementos de un mismo grupo esté muy estrechamente
relacionada.

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Algunos grupos reciben nombres propios:

Grupo 1: Alcalinos Grupo 15: Familia del nitrógeno

Grupo 2: Alcalinotérreos Grupo 16: Calcógenos o anfígenos
Grupos 3 al 12: Metales de transición Grupo 17: Halógenos
Grupo 13: Familia del boro o térreos Grupo 18: Gases nobles
Grupo 14: Familia del carbono
Los grupos 1 y 2 y del 13 a 18 agrupan os denominados elementos representativos.
Entre los grupos 2 y 3 se encuentran los denominados elementos de transición interna
o tierras raras que, por comodidad, suelen escribirse separados del resto y no se les
asigna grupo.

3.2. Períodos:
La tabla periódica tiene 7 filas que reciben el nombre de períodos.
Todos los elementos que pertenecen a un mismo período tienen el mismo valor
máximo del número cuántico principal n.
El número de elementos en cada período viene determinado por la capacidad de los
orbitales atómicos que se van llenando.
En el período 6, entre los elementos lantano y hafnio hay una serie de 14 elementos,
denominados lantánidos, que van llenando los orbitales 4f.
En el período 7 sucede otro tanto entre los elementos actinio y laurencio. Los 14
elementos de esta serie, denominada actínidos, van llenando los orbitales 5f. Los
últimos elementos de este período son radiactivos y se han ofrecido sintéticamente
mediante nucleares.

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3.3. Bloques de elementos:

En función de la configuración electrónica, los elementos pueden clasificarse en
cuatro grandes bloques, según los orbitales s, p, d o f que ocupen los electrones
más externos.
a) Bloque s:
Lo ocupan los elementos que van llenando los orbitales s. Hay dos elementos, el
hidrógeno y el helio, que, por sus configuraciones electrónicas, respectivamente, 1s 1
y 1s2, deberían pertenecer a este bloque, pero tienen unas propiedades químicas
demasiado diferentes al resto de elementos del bloque:

 El helio tiene el nivel n=1 complejo, al igual que los gases nobles, y por esa razón
se traslada al grupo 18.
 El hidrógeno tiene un único electrón y ese le confiere unas propiedades
químicas especiales, no hay otro elemento que se le parezca. Por eso, a falta de
otro sitio mejor, se deja en el grupo 1aunque reconociendo su excepcionalidad.
b) Bloque p:
Lo ocupan los elementos que van rellenando los electrones p. Entre estos
elementos destacan los gases nobles (grupo 18) cuyas configuraciones electrónicas
con todos los orbitales completos y terminados en ns 2 y np6 (el denominado octeto)
les confieren una gran estabilidad que se traduce en una escala de reactividad
química.
c) Bloque d:
Estos elementos rellenan los orbitales d y por su ubicación, entre los bloques s y p,
reciben el nombre de elementos o metales de transición.
d) Bloque f:
Estos elementos rellenan los orbitales f y por su ubicación, entre los bloques s y d,
suelen denominarse elementos de transición interna o de doble transición.

4. Propiedades periódicas:

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Muchas de las propiedades físicas y químicas de los elementos se denominan

propiedades porque presentan una pauta a lo largo de los períodos y de los grupos.
Las propiedades periódicas
dependen de la configuración
electrónica, especialmente de los
electrones más externos, y, por
consiguiente, del número atómico.

4.1. Radio atómico:

En un mismo grupo, el radio atómico se incrementa al aumentar el número de
niveles electrónicos y, por tanto, al descender en el grupo y aumentar el número
atómico.
En un mismo período, el radio atómico disminuye al avanzar hacia la derecha
porque los electrones van llenando orbitales, pero sin pasar a un nivel electrónico
superior. En esta situación, el núcleo tiene cada vez más protones y ejerce una
fuerza de atracción creciente sobre cada uno de los electrones, por lo que el radio
atómico sufre un ligero decrecimiento.

4.2. Radio iónico:

Los átomos pueden perder o ganar electrones y convertirse en iones. Si un átomo
pierde electrones, su carga neta será positiva y se denomina catión. Si gana
electrones, su carga neta será negativa y se denomina anión.
La pérdida o ganancia de electrones modifica la corteza electrónica del átomo
neutro, por lo que el tamaño del ion será diferente:
a) Los cationes, al haber perdido electrones, son más pequeños
b) Los aniones, al haber ganado electrones, son más grandes.

4.3. Energía de ionización:

La energía de ionización es la energía mínima que se necesita aportar para arrancar
un electrón a un átomo aislado.
La energía para arrancar un primer electrón recibe el nombre de primera energía
de ionización. Naturalmente, se puede seguir arrancando electrones y así habría
una segunda energía de ionización, tercera, etc. La energía de ionización suele
expresarse en kJ/mol. El valor de la energía de ionización indica la fuerza con la que
el electrón está unida al átomo.

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La variación del valor de la energía de ionización en la tabla periódica presenta las

siguientes regularidades:
a) En un mismo grupo de la tabla periódica, la energía de ionización disminuye a
medida que se desciende porque aumenta el radio atómico y los electrones más
externos se encuentran cada vez más débilmente atraídos por el núcleo.
b) En un mismo período de la tabla periódica, la energía de ionización
generalmente aumenta a medida que se avanza hacia la derecha de dicho
período, ya que aumenta la carga nuclear y disminuye el radio atómico.
En la serie de energías de ionización de un elemento, la variación de los valores es
regularmente creciente, ya que para un mismo número de protones el número de
electrones cada vez será menor, y, por lo tanto, experimentarán mayor atracción,
efecto que se conoce como disminución del apantallamiento electrónico.

4.4. Afinidad electrónica:

La afinidad electrónica o electroafinidad es el desprendimiento o absorción de
energía que se produce cuando un átomo aislado gana un electrón.
En la mayoría de los elementos se produce un desprendimiento, más o menos
acusado de energía. La afinidad electrónica se empresa en kJ/mol.
Teniendo en cuenta diferencias excepciones, la afinidad electrónica y la energía de
ionización son inversamente proporcionales: cuanto mayor sea la energía
desprendida cuando un átomo gana un electrón, tanto mayor será la energía
necesaria para arrancarle un electrón a dicho átomo.
La variación de la afinidad electrónica en la tabla periódica tiene las siguientes
regularidades:
a) En un mismo grupo, la afinidad electrónica disminuye (en valor absoluto) al
descender.
b) En un mismo período, la afinidad electrónica aumenta a medida que se avanza a
la derecha, aunque se dan irregularidades en el grupo de los alcalinotérreos y
los gases nobles, ya que absorben energía.

4.5. Electronegatividad:
La electronegatividad se define como la capacidad que muestran los átomos de un
elemento para atraer hacia sí los electrones en competición con los átomos de
algún otro elemento. De este modo, a mayor tendencia para atraer electrones,
mayor electronegatividad.
La electronegatividad es un concepto relativo, sólo tiene sentido en la comparación
de dos elementos, y se relaciona con el potencial de ionización y la afinidad
electrónica.

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Los elementos con altos valores de electronegatividad se denominan elementos

electronegativos, y los que tienen valores bajos; elementos electropositivos.
La electronegatividad no tiene unidades y su variación en la tabla periódica
presentan las siguientes regularidades:
a) En un mismo grupo, la electronegatividad disminuye a medida que se desciende
b) En un mismo período, la electronegatividad generalmente aumenta a medida
que se avanza hacia la derecha.
Esta propiedad periódica es muy útil para determinar cómo enlazarse dos
elementos, o bien un grupo de átomos con otro átomo.

5. Notación química: símbolos y fórmulas

La notación química es la representación escrita y abreviada de los cuerpos. En
química tales expresiones se llaman símbolos y fórmulas, las cuales facilitan la
representación de las reacciones y, a veces, nos informan de algunas propiedades de
los cuerpos.

Los símbolos son las representaciones escritas de los átomos y se toman generalmente
de la inicial del nombre griego o latino del elemento. Cuando son varios los elementos
que comienzan con la misma letra, la representación se hace tomando las dos
primeras para diferenciarlas y si éstas fueran iguales entonces se toma la primera y
otra intermedia. Tratándose de varios elementos que empiecen con la misma letra, el
más importante se representa sólo con la inicial
Las fórmulas químicas son las expresiones escritas que nos indican la composición
cualitativa y cuantitativa de las moléculas de los cuerpos simples o compuestos.
La nomenclatura química es la expresión oral de los cuerpos. Los elementos se
nombran con una palabra que tiene origen variable. Respecto a cómo se nombran los
compuestos hay una serie de reglas cuya descripción excede del cometido de este
servicio.