que se llamaba Meloso Meloso quería dar miedo (como los otros osos) pero, como era un poco cobardica, pretendía demostrar a los demás todo lo contrario Así que decidió irse al desierto a vivir aventuras. Cuando cogió el avión, Meloso no cayó en que habría muchos humanos Eso ya le daba reparo pero se enfrentó a la situación que es precisamente lo que hay que hacer. Se subió al avión y llegó al desierto. Había muchos turistas porque era verano.
Lo primero que le pasó fue
que se encontró con una manada de camellos Que se rieron de él De entre ese grupo destacaba uno que brillaba: Era el camello brujo. quien le dio una cereza mágica para volverse feroz Meloso no se lo pensó dos veces y se la comió Entre el calor que hacía y que la cereza estaba pocha El oso se desmayó Cuando se despertó vio a su lado a un escorpión que le ayudó a escupir la cereza Y le estuvo explicando que lo más importante para superar los miedos es confiar en uno mismo y afrontar las situaciones Meloso aprovechó la sabiduría del escorpión y aprendió que, sobre todo, no hay que tenerle miedo al miedo Y fue un oso muy, muy feliz