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DÉCIMA SEGUNDA SEMANA: Hidrología Nival.

CURSO: Hidrología Ambiental


HIDROLOGÍA NIVAL

La hidrología de nieves se entiende como el área de la hidrología que estudia el


comportamiento, distribución espacial y temporal, cantidad y calidad de la nieve, además
de los factores que influyen en su derretimiento y la consiguiente generación de
escorrentía.
La nieve es agua formada por una precipitación a baja temperatura que se convierten en
cristales de hielo, adoptando una geometría fractal que se agrupa en copos de manera
granular. El interés de este fenómeno meteorológico está dado por su composición física,
ya que presenta estacionalidad de acumulación y derretimiento.
• La hidrología nival ha tenido un menor desarrollo, en relación con las
otras ramas de la hidrología. Esto puede atribuirse, en principio, a las
dificultades inherentes a la medición en condiciones climáticas adversas.
Los métodos modernos de estaciones telemétricas, y la generalización de
los levantamientos por imágenes de satélite, son factores que están
potenciando el desarrollo acelerado de la hidrología nival.

• En cuencas nivales, el régimen del río en épocas de fusión nival está


totalmente correlacionado con la variación de la temperatura horaria en
las altas cuencas.

• En la evaluación de la escorrentía por fusión nival, se deberá tener en


cuenta las condiciones hidráulicas del flujo en la red hídrica, desde las
altas cumbres hasta los valles, los retrasos propios de las distancias, las
pendientes y las condiciones geométricas del cauce principal.
PRECIPITACIÓN NIVAL

• La precipitación nival es de gran importancia en cuencas, especialmente montañosas


ubicadas a latitudes superiores a los 30º o 35º, o, incluso en latitudes menores cuando
por la altura de las montañas o de planicies elevadas, existen significativas
precipitaciones de nieve o aporte de glaciares permanentes.

• Son numerosas las cuencas y regiones donde los ríos son fundamentalmente de
régimen nival o glaciar, teniendo la lluvia menor importancia en términos de rendimiento
de la cuenca. Un claro ejemplo de estos son los ríos provenientes de la cordillera de los
Andes de la Provincia de Mendoza (Argentina) situados entre 33º y 37º de latitud sur,
cuyas cuencas (a altitudes superiores a los 3.000 m s.n.m.) proporcionan el agua para la
población, la irrigación y la industria. Por lo tanto, toda la actividad económica de la zona
depende directamente de la nieve que precipita entre mayo y septiembre.
• Igualmente, en estas cuencas nivales el régimen de temperaturas del verano
adquiere importancia en la ocurrencia y magnitud de las crecientes de primavera y
verano. En la misma situación, se encuentran muchas de las cuencas de los Alpes
que tienen embalses de regulación para la producción de energía eléctrica. Con un
inteligente manejo de los ríos (regulación mediante embalses), adecuados sistemas
de muestreo y monitoreo de la nieve y de temperatura, estos ríos resultan ser
altamente manejables, tanto en los pronósticos de volúmenes y caudales, como en
alerta de crecientes.

• En cuencas de régimen pluvio–nival, la presencia de mantos de nieve adquiere una


especial relevancia en crecientes repentinas, producidas por lluvias sobre la nieve y
condiciones de altas temperaturas del aire, como se verificó en el NO de Italia con
las inundaciones de 1996.
CRIÓSFERA
La criósfera comprende los componentes congelados del planeta que están sobre
o bajo la superficie de los sistemas terrestres u oceánicos. Esta incluye nieve,
glaciares, casquetes de hielo, témpanos de hielo (icebergs), hielo marino, lagos
congelados, ríos congelados, el permafrost y suelos congelados estacionalmente.
La existencia de la criósfera varía ampliamente dependiendo de su ubicación
específica alrededor del mundo (tanto latitudinal como altitudinal).
IMPORTANCIA DE LA CRIÓSFERA

Los investigadores del clima confían en las mediciones de la criósfera para


obtener información sobre el cambio climático global, basados en tres de sus
propiedades:
a) Reflectancia de la superficie, que le permite reflejar la radiación solar de
mejor manera que otras partes de la superficie terrestre (como por ejemplo
océanos, tierra, vegetación y desiertos).

b) Difusividad térmica que se refiere a la velocidad a la que el calor puede


transferirse a través de un objeto particular.

c) Calor latente que se refiere a la energía liberada o almacenada en


transiciones de fase a temperatura constante.
Mapa del planeta Tierra con las
zonas de la criósfera marcadas.

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