Está en la página 1de 35

El Oráculo del

Departamento de filosofía

Pensamiento
y la
expresión

… una experiencia filosófica en la red

Una producción de la Coordinación de Promoción, Divulgación y Difusión de la


cultura filosófica del Departamento de Filosofía de la Universidad de
Guanajuato.
De la belleza … entre la estructura cultural y la estructura de la
sensibilidad.
El hombre se debate entre la ocupación y la preocupación por la elaboración de conceptos
para definir el sentido útil y pragmático y el sentido contemplativo y bello de la existencia.
El hombre es el único ser que requiere de conceptos para ser. Un concepto es la representación abstracta de las
relaciones entre el pensamiento y los objetos que a través del lenguaje ponen de manifiesto la actividad humana
sobre la naturaleza, que históricamente el hombre ha efectuado sensorial y racionalmente.
El concepto como una actividad muy amplia del pensamiento:
metáfora, representación y fórmula.
Un generador de conceptos es el hombre; un animal simbólico que se eleva por encima de las
cosas; como la representación intelectual, clara y universal, de un objeto, diferenciándose de los
sentidos, lo percibido, lo imaginado.
Durante la Edad media al concepto se lo define como una entidad mental por medio de la
cual y en la cual se conoce la cosa; es lo que fue denominado como species.
Descartes opinaba que no hay conceptos más evidentes que las ideas, que por naturaleza son
objetivas, claras y distintas. El concepto, para Kant, tiene la función de garantizar la validez
objetiva de las representaciones que la mente efectúa y su relación con los contenidos de los sentidos.
Hegel es de la opinión que el concepto es la realización plena, total y
absoluta del espíritu, e incluso, todo organismo vivo es también una
encarnación del concepto.
En las definiciones sobre la naturaleza del concepto lo que se evidencia es la
relación entre el orden de la razón, que contiene las categorías o patrones de
posibilidad para el conocimiento …
Los contextos culturales poseen sus propios elementos, ejes y condiciones
para generar sus representaciones y horizontes de comprensión.
La estructura de la percepción humana puede ser entendida como el conjunto de acciones de sentir, de
representar y de expresar y finalmente de actuar en el mundo por parte de un sujeto; está organizada a partir de
la función de: los sentidos, el pensamiento, la expresión y el trabajo.
Dada la condición histórica de los procesos de percepción se advierte que las manifestaciones de la
sensibilidad portan los contenidos culturales que una determinada época produce.
Las formas de vida humanas se desarrollan necesariamente a partir de las condiciones
objetivas propias de cada estructura cultural, pero también se modifican por
interacción con la estructura subjetiva de la sensibilidad.
… no hay conceptos, del tipo que sean, al margen de la estructura cultural de una sociedad, y, por otro lado, no
puede haber innovación de categorías y postulación de novedosos cánones o improntas que reconfiguren la vida
cultural de la sociedad, si no es a raíz de que la sensibilidad produce nuevos horizontes de comprensión.
… la cultura ha estado sostenida por grupos que hacen prevalecer sus perspectivas religiosas, científicas, artísticas y
filosóficas, además de las políticas y las económicas; administran la estructura cultural, por lo que entonces, tales
grupos dominantes, justifican y legitiman las pautas o nociones sobre la verdad, la bondad y la belleza.
Quizás, frente a la belleza haya que decir que no hay conceptos únicos sino solamente interpretaciones, ante lo cual
una evidencia sale a flote, la certeza de que el ser humano tiene necesidad de dar cuenta de su experiencia frente a lo
bello. Independientemente del horizonte cultural.
… no es posible aislar la idea de belleza de los nexos que guarda con respecto al fondo, mitológico,
religioso, ontológico e incluso epistemológico a los que ha estado relacionados, antes de quedar ligada
exclusivamente al horizonte o fondo estético.
… pareciera que desde su origen la estética ha nacido coja o acotada, debido a que
propicio la reducción de lo bello a lo puramente conceptual artístico.
Toda concepción sobre la belleza es resultado del dinamismo histórico entre la
estructura de la sensibilidad y la estructura de la cultura.
De hecho, para esta primera etapa, edad arcaica griega, en realidad, no hay un concepto que permita diferenciar
una práctica artística de una actividad de algún oficio, o acción intelectual o política; la belleza, ligada está
totalmente a la acción de pensar, decir y hacer. El canon es la metis.
El segundo momento de la sensibilidad griega, es la edad clásica. De Sócrates al helenismo.
El concepto de mimesis, acuñado por Aristóteles sirve como parámetro o canon. Incluso, la
mimesis aristotélica se estira hasta toda la Edad Media.
La comprensión medieval deduce que Dios ha creado las cosas a su semejanza, es decir, a
su imagen, por lo cual es natural que al contemplar las formas se descubra en ellas el
“vestigio”, la “huella”, “la impronta” de la belleza, de la sabiduría y del arte divino.
Para Tomás de Aquino la belleza es una especie de conocimiento que tiene tres condiciones, a saber: la
integridad o perfección, la segunda, es la proporción o armonía, y, la tercera; es la luminosidad o claridad
brillantez.
Una belleza de la naturaleza es una cosa bella, la belleza artística es una bella representación de una cosa
(Kant). Hegel define la belleza como materialización de la idea. Para él, lo bello artístico es superior a lo
bello natural, debido a que en el primero está presente el espíritu o sea la libertad, que es lo único
verdadero.
La representación acentúa la narrativa en la intimidad e individualidad del sujeto
siempre encarnado en condiciones o circunstancias específicas, asumiendo la premisa
de que hay un sujeto trascendental o a priori.
Los tipos históricos de sensibilidad permiten advertir que la belleza posee rasgos
comunes, independientemente al periodo cultural y de la categoría o canon desde
donde se conceptualice.
Lo bello ha estado emplazado en el campo de lo artístico; se creía que ahí acontecían aquellas
manifestaciones del espíritu con fines meramente contemplativas, para el goce y el deleite, propias de un
tiempo de ocio.
La contemplación como acceso a la experiencia de lo bello, por supuesto, implica un
proceso, generalmente de ascensión, de desprendimiento de lo material e incluso de una
actitud sostenida en el ascetismo.
La belleza siempre ha estado adherida a la existencia en toda la extensión de la palabra. Había revelación,
acción, creación y productiva de una verdad y realidad sagrada, que sólo mediante la comprensión mítico-
poética, profética-erótica.
En la actualidad informativa y comunicativa en donde todo se hace pasar por la criba de dispositivos
tecnológicos, que han forzado a que la mayoría de los niveles de la existencia, la belleza, al igual que el
ser, la verdad, el lenguaje, el deber, etc., se vuelven cuestiones ligeras, livianas …
La red digital es el emblema del nuevo contexto; de tal manera que la sensibilidad
se recrea desde tal organismo electrónico.
Así corre hoy la vida, tal cual programa. Los efectos, de esto, desde luego, son perversos; la vida, ya no
puede volver a ser a como era antes de la existencia hifanizada o híbrida para muchos.
La belleza, ahora en un campo nuevo de expresión y recursos estilísticos, ya no trabaja por la
verdad en sentido enfático, pues ya no tiene nada que revelar.
Créditos.

Música:
En rúbrica: Así hablo Zarathustra. R. Strauss 
En créditos: Me buscaré. Saúl Hernández. Méx. 2014.

En diapositivas.
Pink Floyd. Shine on Your crazy diamond (p.1-5,6-9) Albúm, Wish You
Were Here.

Bibliografía.
Aristóteles. Tratado de lógica. Pg. 78. Porrúa. Méx. 2001
Aristóteles. La Poética, (versión de García Bacca). Ed. Mexicanos unidos.
Departamento de Filosofía Méx. 1999.
Dir. Dr. Francisco Manuel López García. Agustín de Hipona. Confesiones. Mestas edic. Madrid 2004.
Baudrillard, J. Cultura y simulacro. Kairós. Barcelona 2008.
Byung-Chul Han. }La salvación de lo bello, Herder. Esp. 2016.
Coordinación de Promoción, Divulgación y Extensión de la
Cassirer, Ernst. Antropología filosófica. Fondo de Cultura Popular.
Cultura Filosófica. Méx.1984.
Coord. Mtro. Genaro Ángel Martell Ávila. Danto C. Arthur. La transfiguración del lugar común. Paidós. Barcelona
2002.
Descartes Rene. Meditaciones metafísicas. p. 23. Gredos. Madrid 1987.
Eco, Umberto. Arte y belleza en la estética medieval. Ed. Fabbri. Barcelona
2012
G.W. F. Hegel. Lecciones sobre la filosofía de la historia universal. Alianza
Universidad. Méx., 1980.
Kant, E. Critica del juicio. Porrúa. Méx., 1991.
Kant. E. Crítica de la razón pura. I. Losada. Buenos Aires 1986.
Mauricio Beuchot. La teoría del concepto en la edad media como
antecedente de la edad moderna. (Revista Española de Filosofía Medieval,
2 (1995)
Marx y Engels, La Ideología alemana. Edic., de Cultura popular. Mex.,
1979.
Nietzsche, F. Sobre verdad y mentira en sentido extramoral y otros
fragmentos de filosofía del conocimiento, Edit. Tecnos. Madrid 2012.
Teyssedre, B. La estética de Hegel. Siglo veinte. Buenos Aires 1974.

Imágenes (públicas) de la red.

Idea, texto, voz, edición: Francisco Lara Salazar.


Méx. 2021.

También podría gustarte