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Nuestra fe

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María Luisa Martínez Robles


PENSAMOS
No tiene ningún merito creer que un limón es amarillo. Lo vemos . Pero hay cosas que sin verlas
sabemos que están, que existen. No vemos el aire pero sabemos que existe porque respiramos. El
cariño de nuestros padres también lo sentimos aunque no lo veamos, ni podamos tocarlo.
No creemos en algo porque lo entendamos o podemos probar, primero escuchamos lo que Dios nos
dice y después lo que nosotros entendemos y sentimos.
¡Piensa en lo pequeñito que sería nuestro Dios, si le pudiéramos meter en nuestra inteligencia, si lo
pudiéramos conocer y entender todo con nuestra cabeza! 
- Dios es infinitamente, o sea, muchisisísimo más grande y perfecto que el hombre. ¡Por eso no podemos
entender todo sobre Él!
Toda nuestra fe está contenida en el credo.

EL CREDO.
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor;
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos;
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre.
desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a muertos.
Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia católica,
la comunión de los Santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos, y la vida eterna.
Amén
Aprendemos
•La Fe hace que creamos lo que se nos dice, aunque no entendamos

•En el Credo está n resumidas todas las verdades que creemos

•La fe es un regalo de Dios, Él nos la da, es una virtud.

•Los disgustos, las enfermedades y los problemas son pruebas de amor a


Dios, si los admitimos con fe.

•La Eucaristía es un ejemplo de fe. En el pan y el vino de la misa están


realmente el cuerpo y la sangre de Cristo. Sin embargo, no lo entendemos, no
lo podemos probar porque nuestros ojos humanos ven pan y vino nada más.

•La FE es lo que hace que creamos que Jesús está de verdad en ese pan y en
ese vino, sólo por leerlo en el Evangelio.

•Nuestra fe tiene que ser sencilla sin preocuparme de demostrar nada, firme
ante los ataques de personas que no tienen fe, prudente sin fanatismos que
no son mas que tradiciones y total sin dudar en absoluto.
LA BIBLIA NOS DICE

Lucas 17:6 Entonces el Señor dijo: " Si tuvierais fe como un grano de mostaza,
podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería."

Marcos 10-5 Y Jesús le dijo: Ve, tu fe te ha salvado. Y luego recibió


la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Recortamos las frases del credo , las doblamos y metemos en una bolsa. Cada niño coge un papel , se ponen por orden hasta
completar todo el credo. Lo leen todo seguido.

EL CREDO.
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor;

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,

nació de Santa María Virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato,

fue crucificado, muerto y sepultado.

Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; JUGAMOS
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre.

desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a muertos.

Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia católica,

la comunión de los Santos, el perdón de los pecados,

la resurrección de los muertos, y la vida eterna.

Amén
Escuchamos un cuento
El cariño no se ve
Pedro era un niño consentido, caprichoso. Todos los días, necesitaba algún regalo, algún juguete. Tenía que comprar cualquier cosa para
sentirse bien. Su madre le decía a menudo que las personas necesitan cariño, comprensión, ayuda. No todo consiste en recibir sino
también en dar. Tenía toda clase de necesidades, de las que no podía prescindir. El bollo de chocolate por la mañana, el refresco de la
tarde, el helado, el coche teledirigido, el último videojuego, los pantalones de marca.....y una inacabable lista de caprichos. Él no
entendía nada que no fuese su propia satisfacción personal.
La única demostración de cariño que podía darle su madre era aceptando sus exigencias.
Iba al colegio y les decía a sus compañeros que su padre tenía millones de euros. Sus amigos no lo creían, pero Pedro aseguraba que en
el banco su padre podía disponer de cuanto quisiera con enseñar una tarjeta de plástico y firmar en un papel, de esta manera podía
comprar cuanto quisiera.
Hasta que un día enfermó. Entró en coma. Estaba muy grave. Su padre le llevó a los mejores médicos, le atendieron día y noche. Su
madre estuvo al lado de su cama, dándole agua, cambiándole la ropa, ayudándole a levantarse. No le dejó ni un momento. Ya no
había regalos, ni refrescos, ni juguetes caros. Su madre no desistió, siguió atendiéndole, hablándole, cantando sus canciones
preferidas. Una mañana despertó. Hablaba con sus padres, oía los coches que pasaban, veía moverse los árboles. Entonces
comprendió todo lo que tenía. No vio nunca el dinero de su padre, aunque sabía que existía. No le sirvió de mucho. Sí le sirvió que
todos los días hablaba con él, le daba besos y le acariciaba.
Tampoco vio el cariño de su madre, no lo pudo tocar, pero si fue imprescindible para su curación.
Los médicos le dijeron que las mejores medicinas fueron las canciones de su madre, sus charlas, sus caricias… en una palabra todas
sus atenciones. ¡Y él que creía que lo importante era todo lo más caro! ¡No valía nada si no ostentaba o producía alguna satisfacción
material! Aprendió a ver lo verdaderamente importante, aunque no se viera a simple vista.
CONCLUSIÓN
Pedro no veía el cariño de su madre pero le salvó la vida. No veía el dinero de su padre, no había visto un maletín lleno de dinero,
pero sabía que existía, porque podía comprar muchas cosas con él, pero no lo necesitó para curarse. Necesitó sus caricias y sentir que
le quería mucho. Tener fe es creer algo que no vemos, que no podemos demostrar científicamente. A los que tenemos fe no nos
preocupa demostrar nada. Tomás el apóstol incrédulo tuvo que meter el dedo en el costado de Cristo para creer que era Jesús. No
tiene mérito creer que un tomate es rojo, ya lo vemos. Nosotros somos bienaventurados, nos lo dijo Jesús, porque estamos seguros de
muchas cosas que son inexplicables.
No es cierto solamente lo que tocamos y vemos, algunas cosas que no tienen explicación son las más hermosas.
Los científicos nos enseñan sus teorías, sus investigaciones pero hay muchos misterios por descubrir.

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