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DIBUJO V

CARPETA de INVESTIGACIÓN
Juan Carlos Julca Vásquez
LA COMPOSICIÓN:
Es un proceso mediante el cual se ordenan los elementos
visuales (puntos, líneas y planos) del lenguaje plástico y visual
para crear un efecto de unidad y orden. La composición en el
arte se da partir de la aplicación de uno o varios de los
siguientes mecanismos, lo cual dependerá de la intención del
autor, es decir, en toda obra encontraremos todas las formas de
composición, pero una o algunas de ellas tendrán mayor
relevancia de acuerdo al objetivo que el autor pretenda, lo que
da razón a la siguiente clasificación.

Los ángulos y el movimiento en la postura del modelo es


muy importante tener en cuenta diversas opciones de postura
y la ruptura de la clásica composición cerrada , así como
composiciones en escorzo, planos ,asimetrías ,movimiento al
momento de graficar ,para darle un carácter dinámico a
nuestro dibujo.

MOVIMIENTO:
lleva a cabo una acción en el tiempo. Es la expresión  narrativa
temporal de una serie de imágenes con pequeñas diferencias
que modifican las condiciones del entorno en el que se
encuentran. Produciendo un dinamismo que es atrayente
a la visón artística.

EQUILIBRIO:
Es una estabilidad física y visual, con un centro de gravedad
que distribuye dos fuerzas o pesos visuales e intenta conservar
su integridad. Puede ser simétrico o asimétrico, es muy útil
para atraer la atención y centrar la acción en un diseño. No Robert Liberace
solo se logra el equilibrio por las superficies, sino también con
los tonos y el color en las formas que se encuentran
en la composición alrededor del punto de sostén o fulcro.
MOVIMIENTO ENVOLVENTE

Se denomina movimiento envolvente a aquella composición que


genera una sensación de envolvimiento. Esta composición estará
englobada solo por figuras curvas que posean dirección y
mantengan un ritmo adecuado con las tonalidades de grises.

• Cuerpo y equilibrio cuerpo humano en el espacio.

Hoy en día, con los avances de la investigación científica y


gracias a los conocimientos del funcionamiento del cerebro y del
sistema nervioso, los artistas comprenden cómo el cuerpo
humano puede reconocer su propia posición en el espacio y como
percibe, manipula y se mueve atreves de un mundo
tridimensional controlado por la gravedad.

El solo hecho de apoyarse sobre un solo pie, por ejemplo, el


cerebro realiza miles de cálculos que el cuerpo tiene que ejecutar.
cualquier acto aparentemente sencillo que hace que una persona
se mueva por el espacio o que se detenga en él es el resultado de
una comunicación, casi milagrosa, de los nervios ,de los
músculos y los huesos.

Robert Liberace
EL BESO EN EL ARTE
EL BESO

Según la RAE un beso es tocar u oprimir con un movimiento de


labios a alguien o algo como expresión de amor, deseo o reverencia,
o como saludo. Además, un beso estimula la parte del cerebro que
libera oxitocina (hormona del amor) en el flujo sanguíneo, creando una
sensación de bienestar.
Tal es la importancia de esta acción en nuestra vida que cada 13 de
abril de cada se celebra “El Día Internacional del Beso”. Además, de
haber hecho correr mucha tinta, el beso ha inspirado a muchos artistas,
compositores, fotógrafos, pintores, escultores...
En una ocasión la actriz Ingrid Bergman dijo que: “un beso es un
adorable truco diseñado por la naturaleza para detener el discurso
cuando las palabras se vuelven superfluas”.
1793 1817

Cupido y Psique (1793)/ Antonio Canova/ Mármol/ 1,55 m x 1,68 m/ Museo del El beso (1816 – 1817)/ Théodore Géricault/ Carboncillo, aguada y gouache sobre papel marrón/ 20 x 27,4 cm/
Louvre Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid.
1859 1889 1892

El beso (1859)/ Francesco Hayez/ Óleo sobre lienzo/ El beso (1889)/ Auguste Rodin/ Mármol/ 1,82 m x El beso (1892)/ Henri de Toulouse-Lautrec/ Óleo lienzo/ Posimpresionismo/ Pintura de historia/
Pinacoteca de Brera/ Romanticismo. 1,12 m x 1,17 m/ Museo Rodin, París/ Colección privada.
Impresionismo.
1897 1908

Partes de la serie: The Kiss (1897)/ Edvard Munch/ Óleo sobre lienzo/ El beso (1907–1908)/ Gustav Klimt/ Óleo sobre tela/ Simbolismo/ Galería Belvedere.
Museo Munch Oslo, Noruega.
1915 1916

El cumpleaños (1915)/ Marc Chagall / MoMA, Nueva York. El beso (1916)/ Constantin Brancusi/ 58.4 x 35 x 25.9 cm/
Museo de Arte de Filadelfia/ La primera de ellas, de 1907-
08.
1925 1928

El beso (1925)/ Pablo Picasso/ Surrealismo/ Pintura de historia. Los amantes (1928)/ René Magritte/ Pintura al óleo/ 54 cm x 73 cm/ Surrealismo/ Museo de Arte Moderno de
Nueva York.
1950 1962

El beso del ayuntamiento (de París) o El beso en el Hotel de Ville (1950)/ The Kiss II (El Beso II) (1962)/ Roy Lichtenstein/ 144,8 cm × 172,7 cm/ Arte pop/ Colección privada.
Fotografía en blanco y negro/ Robert Doisneau.
1982 1989

El beso [Fotografía] (1982)/ Joe Peter Witkin / Bruce Silverstein Gallery, Nueva York. Los Amantes (1989)/ Oswaldo Guayasamin/
Óleo sobre lienzo.
REFERENTES
Antonio Canova
(Cupido y Psique entre 1787-1793)

La escena inmortalizada por Canova es todo erotismo y sensualidad. Cupido


rodea con su brazo izquierdo el torso y el pecho desnudo de Psique mientras
coge con su mano derecha su cabeza y la mira con pasión y deseo. Ella, en
pleno éxtasis, alza sus dos brazos rozando su pelo. No se besan aún, pero sus
labios lo están deseando. La mitología dice que Psique debido a su belleza
era envidiada por la misma Afrodita, quien envió a Eros (Cupido) a que la
lanzase un flecha para enamorarse del hombre más horrible y ruin que
encontrarse, pero este en lugar de hacerlo quedo prendido de la mujer y se la
llevó a su palacio donde la escondió y donde se reunía con ella cada noche
con la condición de que ella no encendiera la luz e indagará sobre su
identidad y así protegerla. Todo iba bien hasta que Psique empezó a añorar a
sus hermanas, Eros la llevo a verlas y ellas empezaron a preguntar sobre su
marido y al final acabó confesando que no sabía nada de él, ellas la incitaron
a que descubriera quien era, así que en mitad de la noche Psique encendió
una lámpara para verle, pero una gota de aceite de esta cayó sobre la cara de
Eros, que se despertó y decepcionado abandonó a su amada
Psique se da cuenta de lo que ha hecho y suplica a Afrodita que la ayude a
recuperar el amor de Eros y ella rencorosa, la impone realizar 4 tareas, casi
imposibles para un humano, siendo la última de ellas ir a buscar un cofre al
Hades. Al llegar allí, Perséfone, diosa de la ultratumba la dice que solo debe
abrirlo Afrodita, y de camino a su palacio con el cofre no puede controlarse
y lo abre no encontrando otra cosa sino el sueño eterno. Psique cae en la
hierba dormida para toda la eternidad, pero Eros, apiadado, la rescata.

Psique reanimada por el beso del amor (1793)/ Antonio Canova/ Mármol/ 1,55
m x 1,68 m/ Museo del Louvre
Autorretrato (1855)
Análisis de Cupido y Psique
(1787-1793)

• En primera estancia podemos notar que tanto el cuerpo del amate, su alas,
y el cuerpo de la amada generan una “X” esto refuerza la unión y a la vez
sirven como líneas que dirigen al espectador a la acción que esta apunto
de suceder que es el beso de Cupido y Psique..
• El mensaje que desea trasmitir el artista, erotismo y sensualidad, se ve
reforzado por los movimientos envolventes de los brazos de estos dos
personajes lo que genera una especie de círculo que ayuda a focalizar aun
más la acción.
• Para generar más dinamismo en la obra se puede observar todas esas
líneas curvas que generan con sus cuerpos los personajes. Sumado a ello,
esta la línea curva celeste que es generada por el cuerpo de Psique para
producir mayor movimiento en la pieza.

Psique reanimada por el beso del amor (1793)/ Antonio Canova/ Mármol/ 1,55
m x 1,68 m/ Museo del Louvre
Autorretrato (1855)
August Rodin
(El beso_1889)

El beso representa a los amantes Paolo Malatesta y Francesca da Rimini, dos personajes históricos que
vivieron durante el Medioevo. La tragedia que les tocó vivir está narrada por Dante Alighieri en el
Infierno de «La Divina Comedia». Cuñados en vida, los dos fueron asesinados entre 1283 y 1286 por
Gian Ciotto Malatesta (esposo de Francesca y hermano de Paolo), quien los descubrió en un beso
adúltero. Sin embargo, el artista plasma el instante de máxima pasión haciendo olvidar la triste historia
que acompaña a esta pareja, entrelazando los cuerpos que se funden en espiral y que trasladan su
movimiento a todo el espacio que le rodea denotándola de un perfecto conocimiento de la anatomía del
cuerpo, con un total dominio en cada pliegue de la piel de un cuerpo totalmente contorsionado, donde
ninguna parte parece salirse del referente natural. Además, la pieza puede ser observada desde
múltiples ángulos lo que le permite dotar a la obra de mayor personalidad y naturalidad, acercándola al
espectador a través de todas sus partes. Esta multiplicidad de perspectivas y el contacto directo con la
luz y con la atmósfera de rededor, consiguen crear una perfecta consonancia en todas sus partes. El
hecho de que la obra sea dinámica y que obligue al espectador a estar activo le concede fuerza y le dota
de una personalidad, que hubiera sido imposible sin estas posibilidades infinitas de visualización.

El beso (1886)/ Auguste Rodin/ Mármol/ 1,82 m x 1,12 m x 1,17 m/


Museo Rodin, París/ Impresionismo.Autorretrato (1855)
Análisis de “El beso”
(1889)

• En primera estancia podemos notar que tanto los dos cuerpos de los amantes generan una gran “S” lo
que produce dinamismo en la pieza o también se puede entender como un infinitito por la forma que
están entrelazados sus cuerpos, lo podríamos interpretar como que su amor seguirá en la eternidad
haciendo referencia al lugar donde pasarían eternamente (el infierno).
• En esta obra nuevamente podemos encontrar este movimiento envolvente generado por los brazos
que forma una especie de círculo que ayuda a focalizar el acto del beso
• El dinamismo en la obra se puede observar con líneas curvas que son generadas por los cuerpos de
los personajes. Sumado a ello, esta la línea curva celeste que es generada por el cuerpo de Psique para
producir mayor movimiento en la pieza.

El beso (1886)/ Auguste Rodin/ Mármol/ 1,82 m x 1,12 m x 1,17 m/


Museo Rodin, París/ Impresionismo.
Théodore Géricault
(El beso: 1816 -1817)

En esta escena, que se supone en un interior, Gericault ha instalado una


pareja en un lecho con grandes almohadones y telas que caen
generosamente por el suelo. El hombre, sentado, abraza y besa a una
mujer que vemos de lado con el cuerpo casi frente al espectador. El
pintor ha utilizado el carboncillo para dibujar los perfiles de las figuras;
con él repasa zonas como el cuello, la mano del joven, la cintura de la
mujer o la pierna adelantada del muchacho. Estos trazos son más
intensos cuando construyen volúmenes esenciales de la anatomía o en
zonas sombreadas como el perfil derecho de la muchacha, su brazo
izquierdo o la línea inferior de su cuerpo. Con fuertes realces de blanco
subraya e intensifica las luces en el torso, rodilla y pierna del hombre o
en el pecho de la mujer. Un estudio del dibujo, a mina de plomo, se
conserva en el Musée Bonnat de Bayona, así como un óleo en una
colección privada en Suiza. Germain Bazin fechó El beso en el mismo
periodo que la Pareja abrazada del Musée du Louvre. El pintor, en esta
obra, trata también el tema de los amantes, pero opta para el hombre,
que se concibe con una gran musculatura, por una postura casi
hercúlea. Sin embargo, en nuestro dibujo Géricault da cabida, con un
leve toque de lirismo, al mundo de los sentimientos, ausente de otras
representaciones.
La hoja, procedente del mercado de arte americano, entró en la
colección Thyssen-Bornemisza en 1973. Su historia se conoce desde
1846, fecha en la que salió a subasta en París, entre el 11 y 12 de
marzo. El beso perteneció también a las colecciones de Richard
Wallace, Christophe y Groult. Después apareció en Londres, en la El beso (1816 – 1817)/ Théodore Géricault/ Carboncillo, aguada y gouache sobre
colección de Francis Matthiesen, y en Los Ángeles, en la de Norton papel marrón/ 20 x 27,4 cm/ Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid.
Simon.
Análisis de “El beso”
(1816-1817)

• En primera estancia podemos notar que los cuerpos de los


amantes generan una “X” esto refuerza la unión y a la vez
sirven como líneas que dirigen al espectador a la acción que
esta apunto de suceder que es el beso.
• Nuevamente podemos encontrar este movimiento
envolvente generado por los brazos que forma una especie
de círculo que ayuda a focalizar el acto.
• Para generar más dinamismo en la obra se puede observar
todas esas líneas curvas que generan con sus cuerpos los
personajes. Además, los contrastes de luces y sobres ayudan
a equilibrar la pieza.

El beso (1816 – 1817)/ Théodore Géricault/ Carboncillo, aguada y gouache sobre


papel marrón/ 20 x 27,4 cm/ Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid.
Bocetos

• Para partir con nuestros bocetos se tomo encuentra tres puntos específicos que se pudo encontrar en los estudios de nuestros referentes. En primer lugar, la “X” que nos ayudara a
generar unión en la obra. En segundo lugar, la “S” o el infinito esto para generar movimiento y como líneas de composición. Y finalmente, el “Círculo” esto con el fin de unificar y
crear un movimiento envolvente unificar dentro de la obra con el fin de realzar la acción que vendría a ser el beso.

• Los primeros trazos se realizaron con lápiz todo ello para buscar poco a poco la concepción de la idea.
Bocetos

• Finalmente pudimos obtener estos dos últimos bocetos los cuales cumplen con los tres requisitos (X, S y Círculo) que se buscaba en los primeros trazos.
FUENTES:

• El beso en el arte:
 https://
www.abc.es/cultura/arte/abci-mejores-besos-historia-arte-201604252202_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google
.com%2F

 https
://udiplomatura.wixsite.com/website/fullscreen-page/comp-jvvdcd4710/84fc3222-8139-40b3-b308-0c67469dd03d/15/%3F
i%3D15%26p%3D%26s%3D

• El beso de Théodore Géricault: https://www.museothyssen.org/coleccion/artistas/gericault-theodore/beso

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