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El lenguaje sexista se refiere a expresiones que denigran a personas de ambos sexos con respecto a sus atributos o funciones de género. Generalmente refleja una parcialidad hacia el sexo masculino y trata al femenino de manera discriminatoria. Algunos ejemplos comunes son frases como "eres una nena", "hijo de puta", o referirse a la humanidad solo con pronombres masculinos como "cuando el hombre vivía en cavernas".
El lenguaje sexista se refiere a expresiones que denigran a personas de ambos sexos con respecto a sus atributos o funciones de género. Generalmente refleja una parcialidad hacia el sexo masculino y trata al femenino de manera discriminatoria. Algunos ejemplos comunes son frases como "eres una nena", "hijo de puta", o referirse a la humanidad solo con pronombres masculinos como "cuando el hombre vivía en cavernas".
El lenguaje sexista se refiere a expresiones que denigran a personas de ambos sexos con respecto a sus atributos o funciones de género. Generalmente refleja una parcialidad hacia el sexo masculino y trata al femenino de manera discriminatoria. Algunos ejemplos comunes son frases como "eres una nena", "hijo de puta", o referirse a la humanidad solo con pronombres masculinos como "cuando el hombre vivía en cavernas".
DEFINICIÓN Hace referencia a las expresiones que denigran a personas de ambos sexos respecto a sus atributos o funciones dentro de la sociedad o entorno. DEFINICIÓN Refleja y expresa parcialidad hacia uno de los sexos y por lo tanto, trata a los miembros del otro de manera discriminatoria. En la mayoría de los casos esta parcialidad se manifiesta a favor del sexo masculino y en detrimento del sexo femenino. “Eres una nena”, “hijo de puta”, “los niños no lloran” son expresiones muy frecuentes y claramente machistas. “Tengo que ir al médico; llamaré a la enfermera para pedir hora” en todas aquellas ocasiones en que no sabemos el sexo de nuestros interlocutores, o “cuando el hombre vivía en cavernas…” para referirse a los seres humanos, o “niños, sacad los cuadernos” en un aula mixta. Las palabras tipa, individua o zorra siguen remitiendo a conceptos que nada tienen que ver con el femenino de tipo, individuo o zorro.