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La circunstancia de que haya un sujeto procesal que figure en la posición de demandante y otro en la posición de demandado, justifica que un proceso exista como tal, pero es necesaria todavía otra cualificación
La circunstancia de que haya un sujeto procesal que figure en la posición de demandante y otro en la posición de demandado, justifica que un proceso exista como tal, pero es necesaria todavía otra cualificación
La circunstancia de que haya un sujeto procesal que figure en la posición de demandante y otro en la posición de demandado, justifica que un proceso exista como tal, pero es necesaria todavía otra cualificación
La circunstancia de que haya un sujeto procesal que figure en
la posición de demandante y otro en la posición de demandado, justifica que un proceso exista como tal, pero es necesaria todavía otra cualificación. “hace falta –dice prieto Castro- una ulterior determinación que nos diga si el demandante es el sujeto que tiene derecho a serlo en el proceso de que se trate, y el demandado la persona que haya de sufrir la carga de asumir tal postura en ese proceso, lo mismo que en el ejercicio privado de los derechos es indispensable para que la relación jurídica surta efectos, que el genuino titular se dirija contra el genuino obligado”. LEGITIMACIÓN DE LAS PARTES
Cuando existe identidad de los sujetos procesales con
los de la relación jurídica material es difícil separar la legitimación del derecho a que se refiere el proceso; y a esta comprobación inicial apunta la norma del artículo 107 del nuevo código (Art.230 CECYM) que impone la obligación de la demandada, o en su caso con la contestación (Art. 118 del nuevo código; Art 246 CECYM), los documentos en que se funde el derecho. LEGITIMACIÓN DE LAS PARTES
La indagación preliminar sobre los aspectos atinentes a la legitimación,
da origen a cierto tipo de diligencias reconocidas en algunos sistemas procesales, como la declaración jurada sobre hechos relativos a la personalidad, la exhibición de documentos y cosas muebles, etc. En algunos casos la legitimación es especial, lo que ha llevado a los autores a hablar de legitimación mediata (para el titular de la relación jurídica) e inmediata (para quien actúa en el proceso). Caso típico se presenta en la llamada sustitución procesal, de la cual hablaremos más adelante. Para nosotros todos estos problemas se plantean en relación con lo que llamamos personalidad de las partes. LEGITIMACIÓN: Es la posición habilitante para formular la pretensión o para que contra una persona se formule en condiciones de ser examinada por el Juez en cuanto al fondo y pueda procederse a la estimación o desestimación de la pretensión misma que se regula por normas procesales. LA LEGITIMACIÓN EN EL PROCESO: se produce cuando la acción es ejercitada en el juicio por aquel que tiene aptitud para hacer valer el derecho que se cuestionará, bien porque se ostente como titular de ese derecho o bien porque cuente con la representación legal de dicho titular. CLASES DE LEGITIMACIÓN (POR EL DERECHO EJERCITADO) A. ORDINARIA: ORDINARIA ORIGINARIA: Las partes comparecen en el proceso afirmando el actor que él y el demandado son los sujetos originarios del derecho subjetivo, y de la obligación; aquellos respecto de los cuales nació inicialmente la relación jurídica.
ORDINARIA DERIVADA: El actor afirmará que una de las partes (o las dos) comparece en el proceso siendo titular de un derecho subjetivo o de una obligación que originariamente pertenecía a otra persona habiéndosele transmitido de modo singular o universal. (ejem heredero)
B.) EXTRAORDINARIA: La posición habilitante para formular la pretensión no la da la referencia directa o indirecta a una relación jurídica material sino es atribuida por la ley procesal. PATRIA POTESTAD CLASES DE LEGITIMACIÓN (POR LA FUNCIÓN DE LA PARTE PROCESAL): LEGITIMACIÓN ACTIVA supone la identidad entre la persona a quien la ley le concede el derecho de acción y quien asume en el proceso el carácter de actor; y LEGITIMACIÓN PASIVA cuando existe identidad entre la persona habilitada para contradecir y quien ha sido demandado.
En cierta forma existe un control de oficio por parte del juez con respecto a la legitimación de las partes art. 107 CPCM. POSTULACIÒN Y REPRESENTACIÓN PROCESAL: Se le denomina así a la aptitud que se requiere para realizar actos procesales (actos de la parte) o para ser receptor de los actos del Tribunal (actos judiciales) se le llama capacidad de postulación procesal. Así en algunos sistemas, no se admite como postulante a la parte, sino que debe actuar por medio de un Procurador y ser dirigida por un técnico que es el Abogado. Es el sistema de España. En el nuestro no se exige la intervención de Procurador pero sí la asistencia letrada obligatoria de un Abogado en los asuntos escritos, incluyendo los que se ventilan en la Justicia de paz. (art. 197 LOJ) EN LO LABORAL la parte si tiene capacidad de postulación procesal e igualmente en lo administrativo, salvo para la interposición del recurso de lo Contencioso-Administrativo en que sí se exige auxilio de Abogado. En nuestro medio también no es usual que la parte confiera poder al Abogado, porque sin necesidad de poder puede éste firmar las instancias o peticiones “a ruego y en auxilio del presentado”; sin embargo, si no se otorga poder, en las audiencias que se llevan a cabo, debe comparecer la parte asistida por su Abogado, como regla general, para que éste pueda tener intervención en ellas. En el sistema guatemalteco se entiende también el término procuración, no solamente cuando media poder, sino cuando el Abogado gestiona con su actividad personal el curso del procedimiento, y por esta actividad tiene derecho a honorarios.